A Rodrigo Gonsalves le gusta ponerse en situaciones incómodas, que sean un reto para él. Desde hace tiempo quería compartir con su público, ese que lo apoya en todos sus proyectos musicales, un momento íntimo en el que pudiera contarles la historia de sus canciones, tanto las de su faceta como solista (Rodrigo Solo) como las de Viniloversus. No necesitó mucho. Sólo algunos instrumentos, que se alternó con los invitados, para ofrecer un show bonito y cercano, en el que no faltaron amigos, risas y anécdotas.
“No puedo creer que la sala está llena”, dijo Gonsalves al ver la sala experimental de conciertos del Centro Cultural BOD, con un aforo de 241 personas, casi llena. En el público estaban sus familiares y amigos como los más fieles fanáticos del cantante para los cuales la intensa lluvia que cayó sobre Caracas no fue impedimento para llegar. Algunos viajaron desde Carabobo y Lara para verlo. Algo que agradeció. “Llegué a las cinco de la tarde”, dijeron desde el público.
Aunque el del martes era el primer show como solista de Rodrigo en ocho años, no quería estar completamente solo. Su intención con el concierto producido por Cusica también era darle espacio a músicos nuevos a quienes admira. Por eso, el telonero de la velada fue Goe, un cantante margariteño, que interpretó temas como “Escapate” y “Salao”.
Cuando llegó el turno de Rodrigo, salió junto a José Hoek, quien lo acompañó en los sintetizadores, para interpretar «Atropa Belladona«. Le siguieron «Alfileres» y «Lávate la cara», con la que Gonsalves hizo la primera pausa del show para hablar sobre lo que inspiró la canción. «A veces uno quiere decir cosas que son muy coloquiales y tienes que encontrar la manera elegante de decirlas. Esta canción nace a partir de eso y está dedicada a los cara e’ tabla», dijo.
Entre canción y canción, el cantante también aprovechó para hablar sobre la idea del concierto: desnudar uno a uno sus temas y mostrarlos en su estado más puro, con guitarra y voz. «Tener una banda es espectacular, tiene su propia magia, pero también siento que admiro mucho a los artistas que sangran en vivo, que tienen esa capacidad de mostrar sus canciones como realmente nacieron», contó el cantante, que no tenía entre sus planes hacer un show durante esta visita a Caracas.
En el repertorio, integrado por 24 canciones, Rodrigo se paseó por temas de su disco solista No estás solo (2015), clásicos de Viniloversus como «Yunque» y de su álbum en inglés Days of Exile (2017) como «Broken Cities», en las que lo acompañó su compañero de banda Alberto Duhau. De esta etapa, Gonsalves recordó que la razón por la que quiso cantar en este idioma fue por motivación de su padre, quien estaba sentado entre el público. «Crecí en una casa en la que en vez de escuchar más a Simón Díaz se escuchaba a los Beatles o Frank Sinatra. El inglés ha sido gran parte de mi vida, yo me crié en una casa bilingue, cuando mi papá se arrechaba cambiaba al inglés (…) Él siempre me decía ‘You gotta sing in english, man’ y tarde o temprano eso sucedió», dijo.
Gonsalves también aprovechó la ocasión para demostrar sus «habilidades» con otros instrumentos como el cuatro o el ukelele, que –confesó– no es su favorito. El primero lo utilizó para interpretar «Tonada para tío Simón», a quien considera el músico más importante de Venezuela; mientras que el segundo fue para tocar «Valle de balas II». «No sé tocar piano, no sé tocar cuatro, no sé tocar ukelele, me preguntas un acorde de una guitarra en una escala mayor a séptima no sé que vaina y ya me perdiste; ha sido todo muy… una manera elegante de decirlo es autodidacta, pero realmente ha sido a los coñazos. Así me he topado con instrumentos que de pronto… Lo que me gusta de tocar con instrumentos que no conozco es que, precisamente por no conocerlos, salen cosas que no le saldrían a alguien educado en el instrumento».
En el show también hubo espacio para que los invitados interpretarán otras canciones, como hicieron Liana Malva, con “Tonada de luna llena» de Simón Díaz, y los chicos de Gran Radio Riviera. También fue una noche de canciones inéditas como «Colores grises», un tema acústico que estará en el sexto disco de Viniloversus; «Lonely Swimmer» y «Pronto». «Es una canción un poco oscura y es una de mis canciones favoritas para tocar. Hay gente que le fascina porque es una búsqueda a lo Antonio Lauro, wanna be por supuesto, guardando la ultra distancia, de una canción oscura», dijo sobre la última canción.
A mitad del recital, cuando Gonsalves preguntó al público qué canción de Viniloversus querían escuchar, un grupo se puso de pie y pidió que tocará un tema de Arawato, banda que integra con Luis Jiménez y Carlos Imperatori, a lo que respondió: «Hicimos un pacto para estrenar Arawato por primera vez juntos en vivo y que ninguno de los tres iba a tocar las canciones sin los demás. Yo sé que van a decir ‘Ay, se cagó'», dijo entre risas y agregó: «Prefiero guardar ese momento para compartirlo con ellos. Estamos planeando un show muy importante. No será este año, pero será pronto».
Entre las anécdotas de juventud y las historias de las canciones, una de las más especiales para el cantante fue la de «No hay duda», dedicada a su esposa. «Habla un poco de nosotros y sobre ese concepto de ‘yo siempre trataré de estar escribiendo una canción para convencerla de que soy bueno, que soy buen músico’. No estoy diciendo que ella no piense eso, pero yo siempre estoy en esa búsqueda de… sabes cuándo no terminas de conquistar a alguien y eso es lo que hace que pases la vida entera enamorado», explica.
El setlist lo completaron «Roma», «Mi mejor defensa», «Canción de amor», «Hey mamá», «Carpe diem», «La huella», «Dos secretos» y «Tal vez no se hunda el barco», canción con la que despidió una noche acompañado de grandes amigos, en la que la música y las historias fueron protagonistas de inicio a fin. «Pensé que hacer este show iba a ser complicado y terminó siendo una noche extremadamente memorable (…) Gracias a todos ustedes por estar aquí. No saben lo que significa para mí estar tocando en casa», se despidió Rodrigo Gonsalves de una sala llena que lo aplaudió de pie.