ENTRETENIMIENTO

Ridley Scott, al asalto de la complicada vida amorosa de Napoleón

por Avatar AFP

El director Ridley Scott estrena Napoleón, el retrato cinematográfico de una de las figuras más complejas de la historia, un hombre más dispuesto a mandar a millones de personas al combate que a enfrentar sus pasiones amorosas.

Joaquin Phoenix interpreta al militar de origen corso que puso a sus pies a media Europa en poco más de tres lustros, a principios del siglo XIX, hasta su derrota definitiva en Waterloo (1815).

La película, de casi 200 millones de dólares de presupuesto, se estrena el 23 de noviembre en la mayoría de países de América Latina y el 24 en España.

Napoleón Bonaparte (1769-1821) es una de las personalidades históricas sobre las que más se ha escrito, y Scott intenta resumir su espectacular ascenso al poder y su estrepitosa caída en 2 horas y 39 minutos.

La película arranca con la decapitación de la reina María Antonieta en París en el momento álgido (y más sangriento) de la Revolución Francesa, y el encuentro de Napoleón con una cortesana, Josefina de Beauharnais, viuda con dos hijos de una de las víctimas del terror revolucionario.

Ese encuentro marca la vida del ambicioso oficial, que según la tesis de la película, basada en las cartas amorosas que Napoleón le mandó durante años a Josefina, nunca dejó de amarla.

Joaquin Phoenix Ridley Scott

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Incluso cuando tuvo que separarse de ella porque Josefina (interpretada por la británica Vanessa Kirby) era incapaz de darle un hijo.

Scott dirigió a Phoenix (oscarizado en 2019 por Joker) en Gladiador hace 23 años, también en el papel de un emperador, el romano Cómodo.

Cineasta de múltiples facetas, Scott filma con eficacia las espectaculares batallas, entre ellas la desastrosa invasión que Napoleón llevó a cabo en Rusia, y las alterna con la peculiar relación amorosa del emperador con Josefina, en la que ella parece llevar la voz cantante.

«Dictadura implica sangre»

«Claramente, el hombre fascinó al mundo, ya sea como líder, diplomático, guerrero, político y, por supuesto, como dictador. La dictadura implica que se derrame sangre», explicó a periodistas Scott en París.

La figura del «pequeño cabo», como se le conoce popularmente en Reino Unido, ha sido retratada en numerosas ocasiones en el cine.

El director francés Abel Gance lo hizo en 1927 con una película que utilizó técnicas audiovisuales revolucionarias. Marlon Brando encarnó a Napoleón en Desirée (1954).

Stanley Kubrick (2001, una odisea en el espacio) no pudo en cambio llevar a cambio su proyecto, que ya tenía guión cuando el director falleció en 1999.

Scott muestra su dominio del cine de grandes masas, con centenares de extras que protagonizan espectaculares batallas.

Ridley Scott Napoleón

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Pero para las escenas íntimas entre Phoenix y Kirby toma la apuesta arriesgada de dejar a ambos actores libre curso para recrear esa particular relación.

La interpretación de ambos actores de Napoleón y Josefina aparece como una recreación moderna.

Ambos reconocieron ante la prensa en París que tuvieron que documentarse en profundidad para enfrentar sus respectivos personajes.

«Era muy torpe socialmente. Yo lo veo como un romántico con el cerebro de un matemático», explicó Phoenix.

«Estaban inexorablemente atraídos el uno al otro, pero a mí nunca me pareció algo cuerdo, tranquilo, saludable; era obsesión y fascinación, y dinámicas de poder que fluctuaban», agregó Kirby.