El 8 de junio de 2018, Anthony Bourdain se quitó la vida. El chef de 61 años de edad había viajado a Francia para grabar un episodio del ciclo culinario Parts Unknown y al no bajar a la hora prevista, su amigo y acompañante, el chef Eric Ripert, subió a buscarlo a su habitación y se encontró con el cadáver. La investigación confirmó que se trató de un suicidio por ahorcamiento, posiblemente motivado por una depresión que atravesaba desde hace algún tiempo.
Recientemente se supo que el cocinero estrella luchó con la fama y la angustia que le provocaba hasta el día de su muerte. En una biografía no autorizada que se titula Down and Out in Paradise: The Life of Anthony Bourdain, el periodista Charles Leerhsen revelará mensajes de texto enviados por el personaje en sus últimos días, dando cuenta de su estado de salud mental.
«Odio a mis fans también. Odio ser famoso. Odio mi trabajo», le escribió Bourdain a su exesposa Ottavia Busia-Bourdain, quien se había convertido en una de sus confidentes cercanas, según el libro, que saldrá a la venta el 11 de octubre.
Ante un Bourdain que se sentía solo y en constante incertidumbre, Leerhsen señala que la relación con su entonces novia de dos años, Asia Argento, tampoco estaba atravesando uno de sus mejores momentos. Al parecer, cinco días antes de morir, el presentador de CNN vio fotos de su mujer bailando con el reportero francés Hugo Clément en un restaurante romano que solían frecuentar juntos; eso habría desatado un ataque de celos en el chef, que profundizó su angustia.
Según el libro, Bourdain estaba indignado por las imágenes, lo cual lo hizo discutir por teléfono y por mensaje de texto con Argento. «Estoy bien. No soy rencoroso. No estoy celoso de que hayas estado con otro hombre. No te poseo. Eres libre. Como dije. Como prometí. Como realmente quise decir», le dijo el cocinero a la actriz un día antes de su muerte. «Pero fuiste descuidada. Fuiste imprudente con mi corazón. Mi vida», agregó.
Fuentes cercanas al chef señalan que en esa discusión Bourdain se encargó de advertir, una y otra vez, que -además de la supuesta traición- lo que más le dolía era que haya ocurrido en un lugar muy querido por los dos, al que solían concurrir juntos.
Según el autor, Argento decidió romper su noviazgo debido al carácter posesivo del chef. Sin embargo, Bourdain no se dio por vencido y al otro día intentó arreglar las cosas. «¿Hay algo que pueda hacer?», preguntó. A lo que su ex respondió: «Deja de reventar mis pelotas». Las evidencias señalan que el famoso cocinero simplemente respondió: «OK», y luego se ahorcó.
Ante ese fatídico desenlace y la publicación de estos testimonios, The New York Times se comunicó con Argento para saber su opinión. La actriz confesó que no había leído el libro, pero fue contundente respecto a Leerhsen: «Le escribí claramente a este hombre que no podía publicar nada de lo que le dije».
La actriz le dijo a DailyMail TV en septiembre de 2018: «La gente dice que lo asesiné. Dicen que lo maté. Entiendo que el mundo necesita encontrar una razón. Me gustaría encontrar una razón también. La gente necesita pensar que se suicidó por algo como esto. Él también me engañó a mí. No fue un problema para nosotros».
Tras aclarar una y otra vez que su infidelidad no fue la culpable de la muerte de Bourdain, Argento agregó: «Era un hombre que viajaba los 365 días del año. Cuando nos vimos, nos complacimos mucho en la presencia del otro, pero no somos niños. Somos adultos», dando cuenta del tipo de relación que mantenían.
Recientemente, HBO Max estrenó el documental Roadrunner, filme que reconstruye a partir de entrevistas, imágenes inéditas y la palabra del propio Bourdain, cómo las mismas características que lo llevaron al estrellato fueron aquellas que también condicionarían su trágico final.