Algunos clásicos de la televisión infantil al parecer están sucumbiendo ante la corrección social sobre violencia de género y pese a que en muchos casos son contenidos creados hace varias décadas, los movimientos actuales parecen repercutir en su vigencia actual.
Ese es el caso de la serie animada Dragon Ball Super que en Argentina salió de la programación habitual del canal de cable Cartoon Network y esto se debió a la intervención oficial de El Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires (PBA), que pidió que dicha caricatura fuera sacada, ya que en algunas partes muestra escenas de abuso y sometimiento hacia la mujer.
El caso lo tomó la Defensoría del Pueblo en Argentina por considerar que contiene escenas de violencia simbólica contra las niñas, informó este martes un comunicado.
«El episodio que se vio en las pantallas de Argentina reproducía el ejercicio de violencia sexual por parte de un mayor hacia una menor, en un contexto de aceptación social, en el que se naturalizaba la vulneración de una niña», informó la misiva oficial.
El capítulo donde se ve al Maestro Roshi pidiéndole a Puar se convierta en «una hermosa mujer», ya que su punto débil son los pensamientos pervertidos, fue analizado la PBA y tras una reunión con responsables de Cartoon Network y Warnermedia estos tomaron la decisión «de sacar la tira completa del aire».
Desde la Defensoría del Pueblo consideraron que el capítulo «vulnera los derechos de niñas, niños y adolescentes y entra en conflicto con la normativa sobre la erradicación de la violencia por razones de género».
Hasta el momento el canal de paga no ha detallado si la serie animada regresará al aire, pero de hacerse han adelantado que sería con una revisión inmediata de todo el contenido y, consecuentemente, la edición necesaria para eliminar todo contenido similar al expuesto.
Esta no es la primera vez que la serie se enfrenta a actos de censura, ya que hace un par de años en España pasó algo similar luego de que se expusiera una escena en donde Maki tuvo que besar forzadamente a un personaje para que este les diera la información que buscaban.