Magaly Rodríguez @magarods
Fotografías: Anderson Díaz @andersondiazs
Asistencia: Eleana León @eleana.leon
Maquillaje: Shaul Rivas @shaulrivas
Estilismo: Marielvis Carrasquel @Elvisuhis
Vestuario: Nabel Martins @nabelmartins
Accesorios: @George Wittels @gwittels
Zapatos: Calzado Ezio @calzadoezio
Agradecimientos: Embajada de Francia
“Si no me apasiona, no lo hago”, suelta con naturalidad. Ese probablemente sea el secreto de su éxito. Alexandra Braun tiene un chip reforzado para el trabajo que le permite desdoblarse en una cantidad insólita de proyectos sin una queja. A todo llega con una sonrisa, sin suspiros de cansancio, sin el menor atisbo de fastidio ni remordimiento. A cada oportunidad le exprime hasta la última gota, bajo la óptica de que un esfuerzo nunca va en su detrimento sino en su provecho.
Es el caso con Mi encuentro con Monroe, obra ambientada en 1962 en la que personifica a Marilyn Monroe. Es un montaje original que ha venido maquinando desde hace dos años y que por fin llegará a las tablas el próximo mes, bajo la dirección de Julián Izquierdo Ayala. “Ha sido un reto como actriz, porque honestamente no me considero una mujer sensual o sexy y me ha tocado trabajar más ese lado seductor. Allí, además de actuar, también bailo y canto. Vi todas las películas de la diva y llevo ocho meses en clases de canto. Ha sido una experiencia totalmente nueva”, dice contenta. “También he estado trabajando con Alice Lamb, una psiquiatra que me está ayudando a entender cómo interpretar a Marilyn con su esquizofrenia paranoide”.
La Monroe de Braun es la de sus últimos cuatro meses de vida; una más apocada y melancólica. “Todo el mundo se empeñó en venderla como una bomba sexy y en verdad esa no era la forma en la que ella quería mostrarse”. Sostiene que la idea no es copiarla, sino recrear sus emociones. La historia –coescrita por Braun junto con Enrique Coll y Bárbara Parra a partir de la última entrevista a la estrella, por el periodista Richard Meryman– busca mostrar, desde el primero hasta el cuarto acto, el progresivo declive de la actriz.
“Una cosa era la Marilyn que la gente se acostumbró a ver –regia, glamorosa, sonriente, un ícono de belleza– y otra la que podía ser en su casa o con sus allegados. Queremos mostrar cómo se comportaba diferente con cada persona y cuál era su grado de fragilidad a través de pequeños gestos y detalles. Fundamentalmente se trata de mostrar lo que pasaba detrás de esa máscara que la gente recuerda de ella, porque aunque siempre pareció una diva impecable, por dentro ella era un jarrón roto. Estaba fragmentada”. En la pieza también se aborda su relación con Frank Sinatra, el clan Kennedy y la sensación de que el FBI la espiaba. “Damos por hecho que murió por una mezcla de alcohol con barbitúricos. Lo que buscamos es que el espectador sienta, aunque sea por un momento, que la conoció”, explica. “Se le ha juzgado mucho como una rubia tonta, pero ¿cuántas rubias tontas hay que no han logrado nada? Algo hizo muy bien, porque sesenta años después la gente sigue hablando de ella”.
Platinada y viajera. Aunque su plan es llevarlo de gira internacional tan pronto como sea posible, Braun se enorgullece al decir que este espectáculo es completamente hecho en Venezuela. “Parte de lo que queremos transmitir es que los que estamos aquí tenemos que seguir adelante y desarrollar cosas importantes y valiosas. Esta es una nación maravillosa donde hay mucho por hacer”, sostiene. “Aunque entiendo a la gente que se va y admiro a los que se atreven, yo no podría irme a otro lugar sin un plan, y más cuando todavía estoy trabajando en cosas que me apasionan. Aunque la meta de los actores siempre es internacionalizar nuestro trabajo para tener más alcance, sigo creyendo en mi país. Aquí también estamos ávidos de buenos proyectos y buenos espectáculos y hay que buscar la manera de hacerlos”.
La suya fue apoyarse en la aplicación Uriji Jami, un espacio virtual en el que los usuarios publican sus “sueños” buscando la forma de concretarlos. “Me emociona mucho la forma en la que gente que me rodea se ha entusiasmado con este proyecto y me ha ayudado a conseguir las cosas más insólitas. Hay quienes dicen que uno no debe contar en qué está trabajando porque es de mala suerte, pero soy de las que cree que las cosas buenas y que te apasionan siempre hay que contarlas para que los demás se conecten con ellas y las alimenten. Este es el mejor momento para echarnos una mano unos a otros, y si los demás saben en qué andas, hasta quien menos te imaginas te puede ayudar”.
Mientras tanto, se prepara para cerrar el 15 de abril la segunda temporada de la obra El amante del escritor inglés Harold Pinter, en el hotel Eurobuilding. Allí da vida a Sarah, una mujer de múltiples facetas. Además de sus compromisos en la organización Encuentro Glam –un evento de arte y moda a beneficio de Senosayuda–, de su programa en Radio Play (Jazz 95.5 FM) y de la expansión en Estados Unidos de la marca de accesorios DiBraun junto con su hermana Karina, este año también se le verá en la cartelera de cine nacional con el estreno de Uma, el largometraje dirigido por Alain Maiki.
Por esa interpretación, Braun ha ganado cuatro premios como mejor actriz, en el Festival Internacional de Cineastas de Londres y los festivales internacionales de cine de Mónaco, India y Milán. “Ha sido muy bonito y muy emocionante viajar a varios países acompañando esta película y ver a la gente llorando y aplaudiendo a sala llena. En Goa (India) nos pasó. Entre junio y julio de este año esperamos que por fin se estrene aquí en Venezuela para que todos puedan verla”. Reconoce que este filme fue un impulso para sacar adelante su propio proyecto. “Fue un sueño hecho realidad llegar a Los Ángeles para presentar una película que tú protagonizas y al mismo tiempo ver el trabajo de tanta gente talentosa que hace de todo. Sales de ahí con ganas de aprender a bailar, cantar y hablar cinco idiomas”. Que lo logre, nunca se pone en duda.
Los detalles
En la faceta de productora, Alexandra Braun ha procurado que el montaje de su Marilyn sea tan fidedigno como se pueda. “Quisimos hacer una recreación lo más cercana posible a lo que era su casa, por ejemplo. Nadie se lo imaginaría, pero en sus últimos días ella dormía en un colchón sin sábanas. Estoy muy contenta porque todo está quedando muy bonito y tengo un equipo increíble que me ha ayudado mucho”. Desde el vestido, los zapatos y los zarcillos con los que la actriz le cantó su famoso Happy Birthday a John F. Kennedy –replicados por Nabel Martins, Calzados Ezio y George Wittels, respectivamente– hasta la minuciosa dirección de arte de la época, cada guiño está fríamente calculado.
Además, esta será la cuarta obra que Braun comparte con el actor Adrián Delgado, quien esta ocasión llena los zapatos del fotógrafo Milton Greene. Aunque sabe que hay quienes no recomiendan trabajar con la pareja, para ella no es problema. “Todo lo contrario. Después de que hago una obra con él se me hace raro trabajar con otra gente”, dice divertida. “Tenemos 10 años juntos y lo disfruto porque Adrián es muy crítico, tiene muy buenas ideas. Posee una sensibilidad de director que te ayuda a que la escena siempre quede mejor”.
Mi encuentro con Monroe se presentará los días 10, 11, 12 y 13 de mayo en el Centro Cultural Chacao. Las entradas estarán a la venta enwww.ticketmundo.com y en las taquillas del teatro. En Instagram: @miencuentroconmonroe