Dos poderosos huracanes causaron daños en tres de las ciudades estadounidenses donde pocos días después se presentaría José Rafael Briceño con su stand up comedy. Lejos de aplazar la gira, el comediante bromeaba con la idea de llegar cual bombero a esos sitios: “La gente quiere reír y ahí es donde tiene que estar uno”.
De la docencia universitaria quedó el seudónimo de Profesor con el que se ha dado a conocer, no solo en el mundo del teatro y la comedia sino como conferencista y coach de vocería. Su título de periodismo con posgrado incluido quedó relegado, luego de que decidiera hacer comedia para ganarse la vida.
Briceño, al igual que muchos venezolanos en tiempos precarios, practica la reinvención que lo ha motivado a buscar nuevos talentos para ofrecer a la sociedad. Así, en la práctica desecha lo que considera una de las raíces del drama del país: el para qué esforzarse.
“Los tiempos difíciles nos han hecho derribar una cantidad de mitos del pasado, de cosas que damos por ciertas y no lo son, también descubrir el valor del trabajo, lo verdaderamente productivos o no que éramos. Es un momento buenísimo para redescubrir prioridades, entendernos de nuevo, conocer tus límites; replantear aquellas cosas a las que le dabas mucha importancia, pero en el fondo la misma naturaleza con la que van ocurriendo los acontecimientos te demuestran que no la tienen tanto como creías”.
La dificultad debe ser reconocida como tal en un primer paso para afrontarla, asevera. Sin embargo, el énfasis debe estar en la búsqueda de los aprendizajes y las posibles maneras de solucionarla, siempre desde el ejercicio diario de ver hacia el futuro. Amerita incluso la participación de aquellos con los que se difiere y en pensar qué pueden los otros aportar. “No tengamos la visión de que vamos a salir de la crisis profundizando la raíz de la dificultad, que es la polarización. La grima que se le tiene en este país a la palabra ‘diálogo’, que es la esencia de cualquier solución pacífica a las cosas, es una demostración de la inmadurez para afrontar cualquier crisis”, agrega.
Enfatiza la importancia de entenderse como sujeto político y la vigilancia constante que el ciudadano debe mantener sobre las acciones políticas que afectan su vida cotidiana. Delegar o simplemente ausentarse de la discusión es absurdo, sostiene, y por supuesto recomienda aportar de manera informada y coherente, con una visión de lo se quiere, no simplemente de lo que no se desea.
¿Su sueño para Venezuela? “Que volvamos a tener unos niveles de seguridad que permitan que la gente salga tranquilamente. Una sociedad que no ve otras cosas, que no proyecta a través de obras de teatro, galerías, obras pictóricas, de cine nacional, es un país que no sueña y por lo tanto su alma no crece”.
Seguir trabajando en todos los flancos posibles para hacer de la palabra hablada tanto un placer como una herramienta de pensamiento constructivo ha sido la premisa de Briceño. Se prepara para recorrer Venezuela con el show En tres y una, acompañado de Claudio Nazoa, Mariela Celis y Henrique Lazo. Además, su programa Reporte semanal a través de Vivo Play, llegó al episodio 160 y se dispone a celebrar el tercer aniversario con una serie de novedades, entre ellas la inclusión de más entrevistas internacionales, y un nuevo stand up comedy vinculado a la historia venezolana y latinoamericana. También planifica una gira con el programa radial Disparejos que conduce junto a Jairam Navas en la Mega 107.3. “La idea es seguir con esa consolidación de un país unido que deje de verse como la capital y la provincia. Creo que una de las ventajas de toda esta situación es que estamos sufriendo los males a la misma altura, y eso de alguna forma nos está uniendo de una manera mucho más fuerte. Parte de la dinámica de la radio es salir, compartir con la gente y que la pase bien, pero también tiene que ver con la consolidación del espíritu de que estamos juntos”.
“Trabajo por ideales que me parecen importantes para cualquier sociedad: la risa, la capacidad de reírnos de nosotros mismos y darnos cuenta de que somos en general una criatura bastante torpe. Apuesto a la palabra con valor, si no es así la mitad de la sociedad se está sosteniendo en patas imaginarias, que tarde o temprano se derrumban”.
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