La película Joker genera polémica aún, semanas después de su estreno. Esta vez en Atenas, donde se han producido redadas policiales en dos salas de cine. La intención es evitar que menores de edad vean la aclamada cinta. Dicha medida ha generado críticas dentro y fuera de las instituciones.
Las redadas ocurrieron este fin de semana en una sala de cine en Kypseli, un barrio obrero del centro de Atenas. También en Marousi, un suburbio adinerado, después de que dos funcionarias del Ministerio de Cultura, encargadas de velar por que las salas cumplan con la normativa, vieran a los menores, algunos de ellos acompañados de adultos, y llamaran a la Policía.
Testigos dijeron a medios locales que incluso hubo detenciones de padres, el responsable de uno de los cines y varios jóvenes, después de que los sacaran a rastras de sus butacas.
Algunos medios apuntaron que algunos de los menores pasaron varias horas en comisaría por haber contravenido una ley de 1937. Esta prohíbe estrictamente la presencia de menores en salas de cine que proyecten películas dirigidas a adultos.
En Grecia, los jóvenes tienen derecho al voto a partir de los 17 años de edad. Aun así, no pueden acudir a una sala de cine a ver la cinta que se espera domine los próximos premios Oscar.
Joker, ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia, ha sido clasificada como adecuada para espectadores mayores de 15 años de edad en la mayoría de países donde ha sido estrenada. En Grecia, el límite se ha establecido para mayores de 18 años.
Las reacciones
La respuesta en redes no se hizo esperar con cientos de críticas y comentarios sobre “abuso policial” o “un Estado autoritario”.
El ex primer ministro Alexis Tsipras también reaccionó a la actuación policial. Compartió en su cuenta de Facebook un montaje en el que el ministro de Protección Ciudadana, Mijalis Jrisojoidis, persigue al Joker interpretado por Joaquin Phoenix.
“El orden que no pudo imponer la policía de Gotham lo impuso la noche del sábado en el cine Jrisojoidis. Aquí no se juega…”, comentó.
Jrisojoidis, del que depende la Policía de Atenas, parece en cambio desmarcarse de la normativa del Ministerio de Cultura. En medio de la tormenta generada por el incidente, anunció que esta misma noche llevará a su hijo de 15 años de edad a ver la película.
De momento la única que ha rendido cuentas ha sido la ministra de Cultura, Lina Mendoni. Condenó las redadas y aseguró que las funcionarias –que forman parte del comité que establece la idoneidad de las películas– actuaron por su cuenta y no siguiendo órdenes del ministerio. Indicó también que se llevará a cabo una investigación.
“Es inconcebible que dos mujeres utilizaran su estatus como funcionarias del ministerio para provocar un problema social así”, dijo Mendoni este lunes.
La ministra calificó la actuación de sus funcionarias de arbitraria y aseguró que se extralimitaron, ya que sus competencias consisten en vigilar las violaciones de la normativa en las salas de cine y no tienen potestad para movilizar a la policía.
Ya antes de ser estrenada, la cinta había generado controversia por tratar el origen del carismático villano de DC Cómics desde la reflexión respecto a la violencia y la salud mental, especialmente en Estados Unidos, donde los tiroteos indiscriminados son una realidad.