La película Rebelión, una coproducción de Colombia, Argentina y Estados Unidos que ofrece una mirada más profunda a la vida del fallecido cantautor Joe Arroyo, uno de los grandes nombres de la salsa, se estrena este jueves en los cines colombianos.
«Rebelión narra la historia de Joe Arroyo, pero no como una biografía, sino que explora el lado creativo de un hombre que no tenía academia musical y componía sus canciones a partir de sonidos que él mismo inventaba en su cabeza», asegura el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (Ficci).
La cinta está dirigida por José Luis Rugeles y protagonizada por John Narváez, cartagenero como Joe Arroyo y conocido por sus papeles en Pájaros de verano (2018) y Frontera Verde (2019), entre otras películas.
Narváez, formado en la escuela de cine de San Antonio de los Baños, en Cuba, explica a EFE que Arroyo, fallecido el 26 de julio de 2011 en Barranquilla, «tenía algo muy especial y es que él era un genio y además lo sabía».
Esplendor y oscuridad
Joe Arroyo, que este martes cumpliría 67 años, fue uno de los grandes exponentes de la música salsa, de la talla de figuras como Héctor Lavoe, Rubén Blades y Willie Colón, y autor de éxitos como «Rebelión», que da nombre a la película; «A mi Dios todo le debo», «Pa’l bailador», «Te quiero más», «En Barranquilla me quedo» o «Mary», entre otros.
Como ha sucedido con muchos genios de la música, la vida de Joe Arroyo se mantuvo entre el brillo de los escenarios, la admiración de sus fanáticos, el dinero, los reconocimientos, los amores tormentosos, los quebrantos de salud y sus excesos con las fiestas, el alcohol y las drogas.
Su exitosa carrera incluye el Grammy Latino a la excelencia musical en 2011 y 12 Congos de Oro del Festival de Orquestas del Carnaval de Barranquilla, triunfos que contrastaron con el abismo de sus adicciones.
«La película es como asomarse por una rendija a la vida de un genio, a la intimidad; la película cuenta cuando el bullicio, la música, el concierto quedan allá afuera y se cierra la puerta, ahí empieza nuestra historia», describe Narváez.
El actor dice que la trama «es sobre sus temores, sus demonios, su vida a puerta cerrada», y aclara que prefiere no hablar de esto pues siente como si estuviera hablando mal de un miembro de su propia familia.
Rodaje, pandemia y protestas
Narváez afirma que esta coproducción «es el mayor reto y la mayor responsabilidad» que ha asumido en su vida y recuerda que la película se rodó en plena pandemia cuando aún no había vacunas; «era loquísimo, a todos les daba covid menos a mí», señala.
«Hicimos esta película en pandemia y cuando comenzaban los paros en Bogotá; esas marchas cambiaron el panorama político de Colombia y fueron determinantes para la historia reciente», dice, y agrega que «la película es sobre este personaje que es en sí mismo una revolución porque venció la pobreza en Colombia».
Joe Arroyo desarrolló su vida artística y profesional en Barranquilla, la ciudad de sus amores y a la que dedicó varias canciones, y Narváez asegura que esto ocurrió así porque su tierra natal no ofrece oportunidades a quienes viven de la cultura. «Cartagena es una ciudad que ningunea a sus ciudadanos», subraya.
«Esta ciudad no valora el talento y potencial de sus habitantes, esta ciudad le abre las piernas al turismo y a nosotros nos cierra las puertas en la cara», sostiene.
Según el actor, en Cartagena, meca del turismo en Colombia, «el tema cultural es crítico», algo que vivió Joe Arroyo, lo que considera una falla porque «la cultura aquí sería la punta de lanza del desarrollo».