La actriz estadounidense Raquel Welch, quien falleció el miércoles a los 82 años de edad, fue catapultada a símbolo sexual en 1966 tras lucir un bikini de piel en la pantalla grande en la aventura prehistórica Un millón de años A.C., rol del cual ella nunca pudo escapar.
El afiche de la película le dio la vuelta al mundo y amarró por siempre a la actriz de origen boliviano a la historia del cine.
«Cuando lanzaron el famoso afiche de la película, de un golpe todo en mi vida cambió y todo lo que era real sobre mí fue arrastrado», escribió Welch en su autobiografía de 2010 Raquel: Beyond the Cleavage (Más allá del escote).
«Todo lo demás sería eclipsado por este gigantesco rol como símbolo sexual».
Con su cabello cobrizo y elogiada por su figura, Welch sucedió a Marilyn Monroe como bomba sexy en los años 1960 y 1970.
Llegó a ser descrita por The New York Times en 1967 como «un maravilloso monumento vivo a las mujeres», mientras que Playboy la declaró como «la mujer más deseada de los años 1970».
«Viaje fantástico»
Welch, quien falleció el miércoles tras una corta enfermedad, nació en Chicago el 5 de septiembre de 1940, hija de un ingeniero boliviano y de madre estadounidense. Creció en California, donde tomó clases de ballet y coleccionó premios en concursos de belleza.
Se casó con James Welch, su novio de la escuela secundaria y con quien, antes de los 20 años, tuvo sus dos hijos: Damon y Tahnee.
La joven se mudó a Dallas donde tuvo empleos como mesera y posó como modelo para afiches.
En 1963 volvió a Los Ángeles en busca de una carrera en el entretenimiento. Allí conoció al agente publicitario Patrick Curtis, su futuro segundo esposo, quien la convenció a conservar el apellido Welch para ocultar sus orígenes latinos.
Comenzó su carrera con algunos papeles secundarios en la gran pantalla, incluyendo el musical Roustabaout, protagonizado por el rey Elvis Presley.
Dio el salto al ser seleccionada por 20th Century Fox en 1966 para protagonizar Viaje fantástico, dirigida por Richard Fleischer. A continuación vendría el papel que la inmortalizó en el biquini de piel que marcaría su carrera.
Trayectoria
En 1967 Welch y Curtis se casaron en París. La novia vistió un famoso y ceñido vestido de croché blanco, y la pareja se instaló en una villa en Beverly Hills que incluía una piscina de mármol.
Catalogada en el rol de bomba sexy, Welch batalló para ser considerada una actriz.
«Los estadounidenses siempre han tenido símbolos sexuales (…) Me siento honrada de haber sido una», dijo Welch. «Pero es difícil tener una carrera larga y productiva al ser estereotipada así».
Continuó actuando, con papeles en películas como Bandolero! (1968), la detectivesca La dama en cemento (1968), y la comedia Animal (1977), pero no consiguió salir del rótulo que la caracterizaba.
Los biquinis fueron parte del vestuario de varios de sus roles, incluyendo su más controversial papel como heroína transexual en Myra Breckinridge, en 1970.
Interpretó a una costurera en Los tres mosqueteros (1973), que le valió un Globo de Oro a la mejor actriz.
Durante el rodaje de Cannery Row en 1982, Welch fue despedida por insistir en peinarse y maquillarse en casa.
Demandó a los estudios MGM por incumplimiento de contrato y acabó ganando un acuerdo de 15 millones de dólares.
Otras incursiones
Amante del yoga, Welch incursionó en el mercado de bienestar con su programa Total Beauty and Fitness en 1984.
Tras haber ocultado durante mucho tiempo sus orígenes latinos, asumió papeles hispanos en la serie American Family de PBS en 2002 y en Tortilla Soup en 2001.
Se divorció de su cuarto esposo, Richard Palmer, en 2008, a los 68 años de edad.
Welch siguió actuando ocasionalmente, como en la comedia de conjunto de 2017 How to be a Latin Lover, junto a Rob Lowe y Salma Hayek.
Pero también desarrolló su propia línea de pelucas, postizos y extensiones.