El público no puede sacarse de la cabeza la imagen de Elliot, aquel niño adorable que estableció una relación de amistad con un ser de otro planeta. Sin embargo, ese pequeño está próximo a cumplir 49 años de edad en septiembre. Henry Thomas no es el típico adulto destruido por los excesos de la fama. Pese a que vivió la popularidad de Hollywood muy joven no recurrió a las drogas y el alcohol.
«Mi mundo se volvió completamente loco después de E.T. Fui ese tipo de famoso que no podía ir a ningún lado», dijo Thomas al diario Mirror.
«Durante los primeros seis meses después del estreno, salía y me acosaban. Yo era un chico tímido, y ser abordado por adultos todo el tiempo me asustaba. Entonces dejé de salir de la casa. Me convertí en un ermitaño con 11 años», recordó.
Tras el filme Thomas cuenta que sufrió bullying en su colegio. Lo padeció y se resignó. «Yo era un blanco fácil. Todos intentaban tirar mi cabeza por el inodoro. Tal vez eran celos, tal vez solo eran niños siendo niños. Fue como un ‘¿qué carajo estás haciendo aquí? ¿Quién crees que eres?», dice.
Recuerda que cuando empezó a interesarse por las chicas la fama fue algo que lo ayudó y los problemas disminuyeron. «Ser famoso era una ayuda para acercarme a las adolescentes, pero también una espada de doble filo».
Henry Thomas dice que no quería conformarse con el estereotipo del personaje de E.T, por esto decidió mudarse a Nueva York para trabajar como actor. Participó de Psicosis IV, actuó junto a Brad Pitt en Leyendas de pasión y en Pandillas de Nueva York, Querido John y Ouija: El origen del mal, entre tantas otras películas. Lo último que hizo fue The Haunting of Hill House, una serie de terror de Netflix.
Además, incursionó en la música en distintas bandas.
Sin embargo, en noviembre de 2019 el actor volvió a ser visible. Thomas apareció en un comercial para las tiendas Macy’s, con motivo del Día de Acción de Gracias. Los cuatro minutos de publicidad se hicieron virales en poco tiempo.
La pieza, bajo el título de A Holiday Reunion, mostró que esa amistad que existía entre E.T y Elliot no conocía de tiempos. El extraterrestre y su amigo humano se reencuentran 37 años después, cuando Elliot es casi un cincuentón con esposa y dos hijos.
Ser parte de E.T se volvió parte de su vida. Thomas entiende que siempre deberá responder dudas o desmentir teorías sobre esa película, una de las que cuenta con mejores críticas en la historia de la ciencia ficción. «Me enojo en muchas oportunidades. Hace un tiempo estuve en una fiesta y un borracho me siguió toda la noche tratando de hacer que le tocara el dedo. Casi no pasa un día en que no me digan ‘E.T, mi casa, teléfono», dice.
Hoy Henry vive en Los Ángeles, en una casa similar a la de Elliott en E.T. Increíblemente aún conserva como un tesoro un objeto que llevaba en esa película: el suéter rojo de la foto que lo inmortalizó.