El Hoyo es una de las películas que mayor popularidad ha ganado durante este período de cuarentena por la pandemia del coronavirus, y su protagonista reveló algunos detalles del rodaje.
El thriller, dirigido por Galder Gaztelu-Urrutia y disponible en Netflix, aborda la historia de Goreng, interpretado por Ivan Massagué. El personaje ingresa a una peculiar prisión donde los reclusos están separados por niveles en orden vertical.
El punto más crítico que aborda es el racionamiento de la comida. Cada nivel se va alimentando de las sobras que dejan los prisioneros que están sobre ellos. Eso deja los pisos de más abajo con raciones mínimas.
Para reflejar esa situación de escasez de comida, el protagonista de El Hoyo tuvo las exigencias de reflejar en pantalla lo que ocurría con su cuerpo como prisionero desfavorecido. Como consecuencia de ello, bajó 57 libras, 12 kilos, en las 6 semanas de rodaje.
«Hubo momentos muy complicados. Cuando todo el mundo se iba a comer un bocadillo, yo me bebía una manzanilla. Tenía dos o tres momentos al día de crisis en los que sentía que me venía el monstruo del hambre. Sabía que duraba unos veinte minutos y, si me pillaba rodando, intentaba aprovecharlo y se lo incorporaba al personaje», contó Goreng en entrevista con el medio Fotogramas.
El actor añadió que durante ese tiempo no hizo nada de ejercicio porque «el rodaje era demasiado duro» y que «no lo hubiera soportado». Su cambio se puede evidenciar de principio a fin de la película; y pese a que no es excesivamente notorio, para el protagonista fue «muy significativo».