Las medidas adoptadas en la República Checa para frenar la pandemia del coronavirus vaciaron las salas de conciertos, cines y teatros de Praga, forzando a la industria del espectáculo a innovar, por ejemplo, lanzando un festival cultural en auto.
“El festival Art Parking sigue desde hace dos semanas y hemos proyectado entre 25 y 30 películas, obras de teatro y conciertos”, explicó el productor Jakub Vedral.
A la llegada, los espectadores reciben un receptor con unos auriculares y un cable para conectarlo en la radio del auto, donde pueden seguir el espectáculo en directo bajando las ventanillas.
El personal, con mascarilla, entrega menús, vende snacks y bebidas al público reunido en un mercado municipal o en una estación de trenes abandonada.
Vedral señala con satisfacción que el festival ha ofrecido trabajo a gente que de otra manera hubiera tenido que quedarse en sus casas.
Pero está contento de que el festival acabe cuando el gobierno empiece el lunes el desconfinamiento y abra las salas de concierto y los cines.
“Podemos seguir todavía otras dos semanas. Pero es realmente una operación de urgencia y estaremos encantados de reanudar el trabajo cultural sin autos”, afirmó.
El sábado, los pasajeros de unos 60 vehículos asistieron a un concierto del grupo de rock checo Znouzectnost, cuyo nombre significa “Hacer de la necesidad virtud”.
“Nunca habíamos hecho nada tan exótico, tocar para vehículos. Es una experiencia original”, dice el baterista del grupo, Caine.
Los espectadores tocaron las bocinas y jugaron con las luces, aplaudieron y agitaron los brazos por las ventanillas, y muchos de ellos tuvieron problemas para mantener las distancias de seguridad de dos metros.
El joven Martin Novohradsky, que recorrió 80 km para asistir al concierto, estaba encantado. “¡Es genial! Al menos no estamos atrapados en casa y podemos escuchar música en vivo”, dijo.