Julián Gil habló del motivo de su separación de su expareja, la venezolana Marjorie de Sousa, madre de su hijo Matías y con quien decidió formar una familia luego de varios años de amistad. Ambos decidieron empezar su noviazgo después de una noche en la que mantuvieron relaciones sexuales y en la que quedó embarazada.
«Me cayó un balde de agua fría, ¿no? Y después de eso nos sentamos a la mesa para saber cómo resolveríamos la situación», señaló en entrevista con Yordi Rosado.
Gil le dio un anillo de compromiso a Marjorie y estaba dispuesto a formar una familia. Así fue en un inicio, luego por motivos de trabajo ambos tuvieron que viajar y no contaron con el tiempo suficiente para convivir nuevamente como pareja. Las cosas iban funcionando hasta que la madre de la actriz llegó a vivir con ellos.
La señora, revela Gil, tenía problemas serios con el alcohol, situación que Gil no pudo soportar debido a sus problemas de infancia, pues sus padres también habían sido alcohólicos. Por esto, el actor comenzó a presentar ansiedad, así que le planteó a Marjorie tres opciones para solucionar la situación.
«A veces me hago responsable de mis traumas de niño. Vengo de una familia de padres alcohólicos», explicó el argentino.
De acuerdo con la versión del actor, su suegra le impedía estar cerca de su pequeño hijo, por lo cual le sugirió a De Sousa que su madre se mudara cerca de ellos y que una persona la cuidara. También propuso que él se podría irse a vivir a su casa (tenía un departamento cerca) y visitarla a diario a ella y a Matías, o como tercera opción que la señora regresara a vivir con el hermano de la actriz. La venezolana no aceptó ninguna de las opciones.
«Si tú te vas, yo voy a entender que tú nos abandonaste», respondió tajante De Sousa, recordó Gil.
El actor decidió salir de la casa, por lo que horas después fue notificado por el abogado de De Sousa de que había sido demandado por abandono de hogar. En ese momento comenzó una larga lucha legal para poder ver su hijo Matías; finalmente, el argentino perdió la patria potestad y decidió esperar a que su hijo sea más grande para poder contarle su verdad.
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