Régulo Pachano dedicó gran parte de su vida al Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez. La semana pasada le informaron que debía abandonar su cargo como presidente de la institución por orden del gobernador del Zulia, Omar Prieto. El viernes se realizó la entrega formal y el gestor cultural marabino no buscó confrontaciones; aseguró que en el acto fue tratado de una forma muy cordial, con mucho respeto. Salió contento y tranquilo de la ceremonia.
—¿Su destitución del Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez responde únicamente a motivos políticos?
—A mí no me informaron cuáles fueron las razones, lo único que puedo decir es que en los estatutos de la institución mi cargo es de libre remoción y nombramiento por parte del Ejecutivo regional. Solamente me dijeron que se iba a reestructurar la junta directiva y que hasta el miércoles 16 yo era el presidente del centro de arte.
—¿Cree que en este momento la cultura en el país está sujeta a actos de otra naturaleza?
—Sí, lógicamente. Históricamente, no ahora, el sector cultural siempre ha sido muy vulnerable a todo el tema político y sus decisiones. Y eso es así desde el diseño de la política pública cultural, hasta lo que tiene que ver con el día a día. La cultura no puede estar al margen de lo que ocurre en el entorno inmediato.
—¿Qué opina del apoyo y reconocimiento que se ha manifestado por su gestión luego de esa decisión?
—Yo creo que ese es mi punto débil. Estaré eternamente agradecido no solo con Maracaibo, sino con el país. Porque he recibido demostraciones de afecto, cariño y solidaridad desde el exterior y, por supuesto, del país, de artistas y gente de la cultura. Ese es un compromiso en el que también hay gratitud.
—Wolfang Viloria, secretario de Cultura del estado Zulia, declaró al diario Panorama que en el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez existía una cultura elitista y que alguien con una visión distinta al socialismo no puede masificar la cultura popular.
—Yo conversé con él al respecto y me manifestó que textualmente esas no fueron las palabras que había dicho. Me pareció extraño, porque él fue un artista que participó en muchísimos programas del centro de arte desde el comienzo, además es integrante del consejo directivo de la institución. Pero sí hablamos de que la razón de ser del centro, por ser una institución cultural multidisciplinaria, tiene una manifiesta vocación popular. Él lo reconoce y así lo expresó.
—¿Todavía desconoce quién lo reemplazará?
—No he obtenido respuesta. Wolfang asumió como presidente encargado porque es el secretario de Cultura del estado Zulia, y así lo dice el acta de entrega. En el curso de esta semana estoy seguro de que se conocerá quién asumirá el cargo de presidente del centro. A quien asuma esta responsabilidad mi solicitud es que conserve la visión que Lía Bermúdez tuvo al crearlo: que sea un espacio plural, porque el espacio cultural por naturaleza es un espacio democrático.
—¿Cuáles son los retos que enfrenta la gestión cultural actualmente en Venezuela?
—La variable política es uno de los factores más importantes. También el tema financiero, porque hay una crisis económica en el país y el sector cultural no escapa a ella. El otro punto es la fuga de talento, las personas que se van para otros países y la gente que hemos formado en el área cultural que también deja los espacios de profesionalización.
—¿Qué necesitan el arte y la gestión cultural para mantenerse a flote en medio de estas circunstancias?
—Yo creo que indiscutiblemente la política cultural tiene que existir sea cual sea la circunstancia. Y debe haber gente que asuma el compromiso, a pesar de la crisis, de la adversidad. Yo pienso que la gestión cultural es como un sacerdocio. Históricamente, para la cultura nunca ha sido fácil, aún más en estos tiempos. Tiene que existir mucha entrega, se debe conocer muy bien lo que significa gestionar la cultura. Algunos autores dicen que la cultura no es gestionable porque se gestiona por sí sola, pero en estos tiempos tenemos que ponerle una impronta, una fuerza y un trabajo importantes.
—Hay rumores de que la Gobernación planea una intervención del Teatro Baralt.
—Eso me toca un punto importante, pues cuando mi padre fue rector de la Universidad del Zulia comenzó la recuperación del teatro en 1973. En estos tiempos, yo creo que se trata de articular, unir esfuerzos entre todos los sectores. Me parece que en este momento hay que darle mucho más apoyo a las instituciones para que continúen desempeñando su papel.
Una vida por la gestión de la cultura
Régulo Pachano estuvo presente en el equipo de trabajo del Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez desde su gestación: “Yo siempre he dicho que he vivido tres períodos de Venezuela. Al comienzo, el nacimiento con la maravillosa idea de Lía Bermúdez y la colaboración del gobernador del Zulia y de José Antonio Abreu, que en ese momento era presidente del Conac”.
Asegura que aunque el centro cultural tiene 25 años de operaciones, él lleva 27 años y medio en el proyecto: “Luego fui director general, hasta que Lía, en 2015, decidió irse y me nombraron presidente, en un momento muy particular de la vida nacional, con un déficit presupuestario y un tema social muy complejo”.
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