Edgar Sánchez, pintor venezolano, se redescubre con la muestra Transfiguraciones, que expone en Madrid a partir de este sábado y que supone abrirse al conocimiento de un público nuevo.
«En este momento, para mí, exponer en Madrid es una forma de redescubrirme» comentó el artista en una entrevista con EFE, porque lo que en Venezuela se conoce ya desde hace cinco décadas, se va a presentar ahora, en su primera exposición individual en la ciudad, al público español.
Sánchez considera que poder mostrar sus cuadros en el extranjero es un privilegio del que pocos pueden disfrutar debido a la situación por la que enfrenta Venezuela que, a su juicio, está sufriendo un período de destrucción masiva.
Con la situación que se está produciendo, las artes plásticas han sido las más descuidadas y, si antes los museos venezolanos eran, de acuerdo el artista, los más llamativos de Latinoamérica y acogían obras de grandes museos de todo el mundo, ahora todas las conexiones se han cortado y las posibilidades de abrirse al exterior se cuartean cada vez más.
El desarrollo cultural del país se ha frenado y el futuro de los jóvenes artistas venezolanos es crítico para quien las posibilidades que éstos ven son las de huir, a pesar de los profundos lazos que los unen a su tierra.
Por eso el pintor agradece la invitación para exponer a Madrid, a la Galería Odalys, donde percibe que puede empezar una nueva época y abrir una nueva vía para difundir su arte.
Compuesta, en su mayoría, por obras recientes e inéditas, Transfiguraciones es el resultado de años de investigación y estudio de su propio trabajo, que gracias a una definida columna vertebral le permite ramificarse hacia otros estilos sin que se deje de reconocer a quién le pertenece.
En el tema de sus cuadros se intuye una gran fascinación por la condición humana y por la naturaleza: esta relación hombre-naturaleza la estableció desde muy pequeño, durante sus vivencias en Aguada Grande, y se ha mantenido a lo largo de toda su obra.
Gracias al desarrollo continuo y a la experimentación e investigación de diferentes técnicas como el acrílico, el dibujo o la litografía, las obras actuales de Edgar Sánchez son sumamente ricas en texturas y colores; tanto es así que se hace a veces interminable la cantidad de cosas que afloran mientras trabaja en uno de sus cuadros.
Las creaciones del pintor no son independientes unas de otras, son parte de una secuencia que parte desde el mismo inicio de su carrera; como él bien explica, «mi último cuadro se proyecta en el siguiente que voy a pintar, no se queda estático, continúa permanentemente».
Sánchez estudió en la Escuela de Artes Plásticas Martín Tovar y Tovar, en Barquisimeto, y posteriormente inició unos estudios en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, que no llegó a finalizar.
Este año se cumplen cincuenta de su primera exposición individual, que tuvo lugar en el museo de Bellas Artes en Caracas. Desde entonces ha expuesto en ciudades como Nueva York, Sao Paulo, París y Sevilla, y no es la primera vez que viaja a Madrid, en 1982 participó en la primera edición de la Feria ARCO.
Ha obtenido numerosos premios, entre ellos el Nacional de Artes Visuales de su país, y fue nombrado Doctor Honoris Causa por la UCLA (Los Ángeles), lo cual ha significado «muchísimo» para su carrera en términos de reconocimiento internacional.
La muestra se inaugura este sábado 14 de abril y estará abierta al público hasta el 26 de mayo.
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