La actriz Penélope Cruz mira al futuro con esperanza de cambio, preocupada por la situación de la cultura, que considera «injusta», entusiasmada con su nuevo proyecto junto al director Pedro Almódovar y con la «esperanza» de que la pandemia «acabe» y sirva para «unirnos».
Así lo expresó la actriz en el número de enero de 2021 de la edición Vogue España, que mañana se pone a la venta, en la que también aborda su vertiente feminista, su amor por la naturaleza y los animales, y donde reclama la necesidad de «reconectar» con lo importante y auténtico en este 2021.
En la entrevista, la actriz se muestra preocupada por la situación de la industria del cine y de la cultura, un sector que está «sufriendo mucho», un problema de «siempre» porque asegura que «hay que darle otro lugar a la cultura»
«Viven muchas familias de esto, que lo están pasando realmente mal. Hay que dejar de identificar este sector con la cara de diez o veinte privilegiados. Y utilizo ese término en el sentido de que tenemos la suerte de tener un trabajo constante desde que empezamos. Algo de lo que me siento agradecida y sorprendida cada día», asegura en la entrevista.
Se queja de que los temas relacionados con su profesión «no tienen respuesta oficial», lo que considera como una falta de respeto a las familias que viven del cine, del teatro o la música. «Es algo que debe cambiar porque es muy injusto».
Hace unos meses, ante la emergente crisis sanitaria, Penélope y su marido, Javier Bardem, donaron hasta tres veces material sanitario y mascarillas a distintos hospitales en España.
«Sentíamos mucha necesidad de intentar contribuir. No cambias grandes cosas, pero queríamos poner nuestro granito de arena». explica, una ayuda a la que se sumaron Pedro Almodóvar y Alejandro Sanz, con el que lanzó una campaña de ayuda para el banco de alimentos de la Cruz Roja, a la que anima a todos a colaborar.
«Prefiero pasarme mes y medio con mi marido buscando proveedores y peleándome para encontrar material sanitario a quedarme sin hacer nada», una acción que cuenta porque se le pregunta no porque «necesite» una medalla. «Siento que tengo la obligación de ayudar y, además, me hace feliz hacerlo».
Sobre las reacciones que pueden tener sus actos y los comentarios que suscitan argumenta que no lee lo que se escribe sobre ella «ni las cosas buenas ni las malas. No busco nada en Google. Hay otras cosas en la vida (…) Mi energía está en otros sitios».
Y espera que la pandemia sirva para «unirnos», para darnos cuenta de la vulnerabilidad general. Creo que se puede tener esperanza en que nos haga abrir los ojos y comprender que somos uno. Estoy deseando que esto acabe”.
A lo largo de la entrevista, se reconoce como una mujer feminista, «es imposible no serlo si eres justo y vuelves a leerte la definición del término en el diccionario» y señala su satisfacción por la creación de iniciativas como «Mee Too» y «Times’s Up.
La sostenibilidad es otro de otro de los caballos de batalla de Cruz, que confiesa su preocupación por la sostenibilidad. “Intento reciclar, educar a mis niños, comprar productos locales y de temporada… Y contribuir en campañas como las de Greenpeace».