La forma de hacer música para el puertorriqueño Pedro Capó es «intuitiva y visceral». Sin preocuparse por los números y hablándose desde «su subconsciente», sus letras le dejan aprendizajes propios que disfruta compartir con la gente, cuenta en entrevista con Efe en su visita a México, lugar que llama «casa».
«Al final del día yo me escribo desde mi subconsciente, me estoy aconsejando y estoy reflejándome y proyectándome. Las canciones me han enseñado muchas cosas, (…) es bien lindo cuando eres tú hablándote a ti mismo, así que esa misma buena vibra de mis canciones es la que me autoinflinjo desde mi creatividad», cuenta Capó.
Aunque ama sus canciones, Pedro sospecha que estas no son precisamente suyas: «Ellas vienen y yo las plasmo, es un sentimiento que es personal, pero que también es colectivo», explica.
En 2018 se convirtió en éxito mundial con su tema «Calma», junto a su compatriota y colega Farruko. Logró lo propio con el tema «Tutu», en 2019, junto al colombiano Camilo y alcanzó otros éxitos más con una pandemia encima.
Ahora, Pedro Capó se afianza en su carrera con un nuevo inicio que el tema «Gracias» ha inaugurado y que ya ha sido reversionado una vez más con su «hermano» Farruko.
«Me siento más íntegro, me conozco mejor, me siento más pausado y centrado, tengo la capacidad de disfrutar las cosas a conciencia estando más presente y tengo una pandemia encima que a todos nos ha dado superpoderes», cuenta el cantante.
El valor de la gratitud
Con «Gracias» Capó (San Juan, 1980) busca agradecer a sus cercanos, a su madre, padre e hijos y amigos que lo han ayudado a construir un camino del que se siente muy orgulloso y conforme.
Según recuerda, fue su madre la que le enseñó el valor de la gratitud desde pequeño como a cualquier otro niño que le enseñan a «dar las gracias y decir por favor». Sin embargo, su vida se ha desarrollado de forma tan próspera que valora y agradece cada segundo de estar vivo.
«La vida me fue llevando a reconocer bendiciones, mentores en mi vida, gente que ha estado ahí, bendiciones desde tener hijos y mi carrera. Levantarme a tomarme un cafecito en un segundo de paz, por eso doy gracias», relata.
Si bien el tema mantiene un toque muy personal, el cantante considera que cualquier persona tiene «bendiciones que contar» y al valor de la gratitud lo ve como «un bálsamo» que ayuda a hacer menos pesados los problemas diarios de la vida.
«Es un bálsamo bonito ante la incertidumbre, pesares, inseguridades, ansiedad», cuenta.
Un viaje a los 90
La canción que a tres meses de su lanzamiento original compartió con Farruko, logrando así su cuarta colaboración juntos, tiene un aire retro en el video original y en la concepción sonora de la canción, que también abraza todo el proyecto que se convertirá en su quinto álbum de estudio.
El culpable de este viaje retro es su hijo Jahvi, de 16 años, con quien formó un lazo muy especial en el confinamiento que trajo la pandemia al encontrar en común su amor por la música.
«Mi hijo se volvió el director creativo del disco, él es un melómano y tiene un gusto muy lindo, se la pasa enviándome canciones, me mantiene fresco y casi todo lo que me envía de música como que la influencia que tiene es pura música alternativa de los 90», asegura.
Pedro Capó se recuerda a sí mismo en los 90 escuchando música alternativa, por eso consideró un lugar «genuino y natural» tomar este tipo de influencias para su disco que cuenta se alejará un poco del reguetón, pero sin soltar el urbano.
«Todo regresa y este es un espacio legítimo mío, honesto y me estoy divirtiendo mucho», dice.
El también actor, promete preparar una gira por México una vez que esté publicado su disco y adelanta que habrá algunas colaboraciones en el material.
«Me encantan las colaboraciones, he tenido el privilegio de trabajar con gente que admiro mucho, de la que aprendo y donde contribuyo también y eso me honra. Es como jugar con tus amigos en el parque y aprender un truco nuevo o enseñar el tuyo y eso está super cool», asevera.