La artista estadounidense Pae White nació en Pasadena, California en 1963. Tuvo una sólida formación artística en Scripps College, en Skowhegan School of Painting and Sculpture y en el Art Center College of Design en Pasadena, definiéndose como artista conceptual. Su obra es un híbrido fascinante, que se ha valido de diferentes medios -tales como la arquitectura, el diseño, la artesanía textil- y materiales para su realización; por ejemplo, sus enormes textiles a modo de collages, instalaciones complejas a base de hilo, fragmentos de espejos, pintura, luces, esculturas móviles a partir de materiales industriales recolectados…
Su imaginación y sentido espacial les otorgan a sus piezas una cualidad cuasi mágica, que combina el uso de líneas y estructuras geométricas con un sentido de crecimiento orgánico y casi vital, que ha llegado a calificarse como «surrealista».
En el caso específico de sus tapices, cada pieza constituye en sí misma un universo de formas y contrastes, y el proceso creativo comienza mucho antes de la conformación de la pieza. Antes, Pae colecta materiales, textiles diversos, hilos, que tienen una personalidad estética o potencial visual atrayente. Tales recortes o secciones después los une, ya sea usando la técnica del bordado o la costura industrial, y la pieza nace de la adición coherente e intuitiva de las partes sueltas. El resultado en cada caso es un conglomerado de olores, texturas, colores y formas que aúna diferentes sentidos y que se funde con el espacio y a la vez lo redefine, y lo convierte en un espacio nuevo, enriquecido.
La pieza suya de 2014 Perisna (ranSeed(3981), KIM[18].loc.x*s, KIM[18].loc.y*s es un hermoso ejemplo de lo anterior. Es uno de sus conocidos tapices, creados para colgarse de la pared. De la sencillez original del material utilizado predominante (fragmentos de telas, lurex, hilo de polyester, etc) y de una costura expuesta, sale una obra de finísima elaboración formal. Lo simple de la composición, líneas, geometrías rectas o zigzagueantes, se deja a la vista en vez de disimularse, y al mismo tiempo se eleva por encima de la materia original en una suerte de efecto ilusionista de magia. La unión de los múltiples retazos crea una sensación de perspectiva, generando profundidad y densidad. Es posible entonces definir la pieza como una pintura-escultura-instalación, todo a la vez. Esta versatilidad de la obra, que es extensible a muchos de sus trabajos, los convierte en objetos únicos, casi organismos vivos, como si tuvieran una información genética innata a partir de la cual se desarrollan y alcanzan vida y carácter propios. De hecho, y parafraseando a la artista, el resultado final de sus piezas siempre está acompañado de un sentimiento de sorpresa, por lo diferente que puede ser del concepto o proyecto inicial.
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