El cantautor Pablo Milanés se reencontró el martes con sus compatriotas en un emotivo recital en La Habana, en el que más de 10.000 asistentes corearon sus canciones más emblemáticas, tras años de no verlo actuar en su tierra.
El público estalló en un grito cuando Milanés apareció en el escenario, con una camisa oscura y saludando con la mano en alto.
«Siempre he dicho que es mí mejor público. El público de las giras que he hecho y que he podido comprobar en la atención y el respeto que me ha brindado, pero ustedes la verdad se pasaron», dijo ante miles de luces de celulares que se encendieron para recibirlo.
«¡Eres grande Pablo!», «Te amo Pablo», le gritaban desde las butacas sus fanáticos que no lo veían desde antes de que iniciara la pandemia.
Milanés, fundador con Silvio Rodríguez de la Nueva Trova Cubana, regresa a Cuba en medio de cierta tensión por la crítica lanzada al gobierno el año pasado, tras las históricas manifestaciones del 11 de julio.
«Es irresponsable y absurdo culpar y reprimir a un pueblo que se ha sacrificado y lo ha dado todo durante décadas para sostener un régimen», dijo entonces en Facebook.
La semana pasada algunos de sus fans protestaron por considerar limitados los 2.056 asientos de la sala donde se realizaría inicialmente el recital.
El jueves, las autoridades cambiaron la sede al Coliseo de la Ciudad Deportiva, con espacio para 15.000 espectadores.
Durante el concierto, los asistentes cantaron con nostalgia las letras que los han acompañado por generaciones.
Uno de los momentos más vibrantes fue cuando, Pablito, como lo llaman sus compatriotas, entonó «No ha sido fácil». Con muchos de pie y con banderas de Cuba, el público cantó en una voz: «No ha sido fácil tener una opinión que haga valer mi vocación, mi libertad para escoger».
A sus 79 años, Milanés brindo un repertorio de más de 25 temas, mostrando su portentosa voz, pese a problemas de salud que lo aquejan desde hace años.
La presentación es parte de la gira Días de Luz, que ha incluido presentaciones en ciudades de España, donde vive, y de Estados Unidos.
«La gente se identifica desde el amor, la historia, desde el batallar, todos los elementos que han caracterizado a esta sociedad», dijo a la AFP, María Isabel Álvarez, una psicóloga retirada de 73 años, al término del concierto.
Pablo «siempre ha estado aquí, allá, y cuando esté en el más allá, va a seguir aquí», añadió.
Raúl del Pino, un fanático de 33 años, consideró el espectáculo «un gran regalo» y señaló que «quizá muchos no cuenten con volverlo a ver» por su edad. «Sobre todo porque hace muchos años que no se presentaba aquí y quien sabe cuando será la próxima vez».
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