Óscar D’León pisa el escenario de la Sala Simón Bolívar en el Centro Nacional de Acción Social por la Música (Cnaspm), e, inmediatamente, su energía y alegría se esparcen por el imponente espacio. «Buenos días, amigos. Dios me los bendiga», exclama efusivo con su característico tono de voz que, sin necesidad de micrófono, se escucha en cada rincón del escenario donde más de 50 personas, representantes de medios de comunicación, esperan por él. Acompañado por su esposa Zoraida de León y su hija, Irosca de León, el Sonero del Mundo luce un elegante traje de blanco con camisa negra, un reluciente collar de oro y lentes oscuros.
Tras el cálido aplauso de bienvenida, D’León saluda personalmente a cada uno de los periodistas, camarógrafos y otros invitados a la rueda de prensa a propósito de su concierto el 16 y el 17 de septiembre en el Teatro Teresa Carreño, donde estará junto con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, dirigida por Christian Vásquez, para celebrar sus cinco décadas de carrera. Le toma hasta 20 minutos pasar por cada una de las sillas, insuficientes para la cantidad de personas y medios convocados. Algunos de los presentes se sientan en el piso, otros permanecen de pie; la mayoría se aglomera alrededor del artista, le piden una foto, un abrazo y, antes de empezar, el encuentro parece una reunión con fanáticos.
No es una rueda de prensa convencional: todos forcejean para tomarse una foto con el Sonero del Mundo incluso aunque él mismo pide, entre sonrisas incómodas, dejar la foto para después. Minutos antes del inicio, en la entrada del Cnaspm, hubo grupos de hasta diez personas discutiendo con los guardias de seguridad de la sede del Sistema de Orquestas para que los dejaran entrar en las instalaciones y así poder ver al artista de cerca.
D’León continúa su recorrido, da apretones de mano y bromea con una efusividad que contagia a sus 79 años de edad. Finalmente, se sienta en la silla dispuesta en el centro del escenario. Lo primero que hace es limpiarse las gotas de sudor de la cara, después inicia la rueda de prensa. La mayoría de los presentes están más concentrados en grabarse con D’León de fondo mientras Eduardo Méndez, director ejecutivo de El Sistema, y el director Christian Vásquez le dan la bienvenida al ganador del Grammy a la Excelencia Musical.
37 temas de 5 minutos
El concierto 50 aniversario de Óscar D’León, cuyas entradas cuestan entre 90 y 190 dólares, tendrá una duración de más de tres horas. Con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar interpretará 37 temas de 5 minutos que contarán con los arreglos de Abraham Maduro y Pedro López, a quienes el músico elogió. «No encontré ni una sola falla en su trabajo», admitió.
El concierto será una canción tras otra, sin pausas ni descansos, con la participación de su hija Irosca en «La Mazucamba» a quien le pide bailar frente a los medios mientras canta a cappella el reconocido tema. Además de la lista de canciones que hará con la orquesta Simón Bolívar, de los cuales 11 ya están grabados en un disco aniversario, D’León quiere interpretar otras de su repertorio. «Si hay un segundo de silencio, de inmediato lo subsanaré con mi orquesta. Así que espero que tengan un ventilador para pasar las partituras», bromeó.
Para él, reconoce, volver a Venezuela significa oxigenarse, el país es su hogar y a cada venezolano lo trata como un familiar. Enfrenta este concierto aniversario como el inicio de otros 50 años haciendo lo que más le gusta: música. Con un excelente ánimo, reveló que se siente feliz, contento y con muchas ganas de seguir trabajando. Dijo estar listo para cumplir los 80 años con buena salud. Ha ido a pasear a Los Próceres, agregó, para mantenerse en forma.
Afirmó: «Me gustaría seguir haciendo música». Y así lo está planeando: con ayuda de su esposa Zoraida, asegura que hay muy buenos comentarios sobre su trabajo en el gremio de artistas, incluidos los exponentes del reguetón. Reveló, incluso, que ya su esposa ha conversado con artistas como Maluma, Bad Bunny, J Balvin y Nicky Jam. «Para que eso se dé debemos escoger los temas precisos. Estoy comprometido con el mundo, pero especialmente con este país. Quiero darle más música a mi corazón para que siga palpitando sabroso», exclama.
En honor del Sonero del Mundo
Para El Sistema es un honor poder hacer historia con este concierto y celebrar con Óscar D’León cinco décadas de carrera, algo que Vázquez definió como el reto más grande. «Lo tomamos como si fuera una sinfonía de Malher, para nosotros es un honor poder acompañarlo». El Sonero del Mundo se muestra complacido y alegre de poder interpretar sus reconocidos temas con El Sistema, una institución musical tan reconocida en el mundo, afirma.
Antes de la rueda de prensa, a la que Óscar D’León entró con los ojos brillosos de la emoción, niños y jóvenes músicos le hicieron una pequeña muestra de los diversos programas de El Sistema. Desde la entrada del Cnaspm, trompetistas, trombonistas y cornistas, violinistas lo recibieron con sus melodías y, entre notas, lo hicieron bailar al entrar a la sede.
Luego, en el interior, otro grupo de niños interpretó «Alma Llanera» para continuar la muestra con Carmina Burana, de Carl Orff. Antes de ingresar a la sala, por último, los músicos bailaron e hicieron bailar a D’León y a su hija, Irosca, con las notas de «La Mazucamba»
El reconocimiento lo hizo llorar, reveló el intérprete de «Detalles». Nunca imaginó que, cincuenta años después, viviría una experiencia así de significativa. Se atreve a confesar ante la prensa que de joven, tímido e introvertido, nunca creyó que llegaría tan lejos.
«Uno no piensa en eso cuando está muchacho. Yo nunca pensé que iba a triunfar en la vida y menos como cantante. A mí me gustaba la percusión, era lo que me llamaba. Un 13 de marzo ensayé por primera vez con Dimensión Latina; por cosas de la vida, terminé como cantante del grupo. Luego de ese primer ensayo me di cuenta de que ese grupo iba a trascender. Me di cuenta de que trascenderíamos pero nunca pensé que la cosa cogería la candela que cogió. Mi mamá siempre me regañaba y me decía que hiciera algo con mi vida, intenté estudiar Topografía pero no logré graduarme. La música me llamaba».
Añoranza por el pasado
Su voz se llena de emoción cuando habla de sus inicios. Sus ojos reflejan añoranza cuando recuerda esos primeros pasos que dio con Dimensión Latina, con quienes le gustaría planificar un reencuentro. «Ese tipo de cosas no es bueno dejarlas para después», confesó. «Ese primer ensayo con ellos fue muy importante para mí. Dije: ‘Esto va a trascender’. Y no me equivoqué».
Cinco décadas de carrera después, D’León asegura que la clave del éxito es quererse a sí mismo y a su trabajo. «Yo no pienso en problemas, aunque todos tenemos problemas, yo pienso en mi música, ese es mi mundo».
«La salsa se ha mantenido porque la gente la ha sabido mantener. En este concierto uniremos la salsa con lo sinfónico, lo tenemos que ensayar con la sinfónica. Es un compromiso y más que eso, tenemos las ganas de hacerlo. Ustedes pidan todo lo que quieran en el concierto que los vamos a complacer».
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional