Se sabe que los premios Oscar son básicamente una (auto)celebración del cine de Hollywood. Sin embargo, en los últimos años, con títulos como la mexicana Roma o el reciente triunfo de la coreana Parasite, se fueron abriendo cada vez más hacia otros orígenes, temáticas y estilos. Por eso, la rebautizada categoría de Mejor Película Internacional adquirió mayor relevancia y puede ocurrir, como el caso de la tragicomedia familiar dirigida por Bong Joon-ho, que un filme que gane en ese rubro luego termine arrasando en otros que antes parecían reservados solo para producciones estadounidenses.
Este año fueron 97 los países que enviaron una película como representante, de las cuales 93 (récord histórico) fueron aprobadas y tres corresponden a naciones debutantes en este terreno: Lesoto, Sudán y Surinam. La lista deja, además, un aspecto interesante para el análisis: 34 de los filmes fueron dirigidos por mujeres, una proporción muy alta para los estándares del cine contemporáneo.
La carrera es larga y muy dura: el 9 de febrero se anunciarán las 15 precandidatas, el 15 de marzo se conocerán las cinco nominadas y recién el 25 de abril será la ceremonia que, al menos por el momento, aseguran será presencial. Mientras se avanza con dicho cronograma proponemos esta guía -por riguroso orden alfabético- para ir disfrutando de las películas que compiten y que están disponibles en distintas plataformas de streaming.
Austria: La vida que queríamos, de Ulrike Kofler. Ópera prima que describe con precisión e inteligencia los distintos matices de la crisis de una pareja de largo aliento que deja su casa en Viena y parte de vacaciones a un resort costero en la bucólica Cerdeña italiana (Netflix).
Bélgica: Mujeres de la vida, de Frédéric Fonteyne y Anne Paulicevich. Axelle (Sara Forestier), Conso (Annabelle Lengronne) y Dominique (Noémie Lvovsky) son tres francesas que cada día cruzan la frontera para conseguir como prostitutas en Bélgica el dinero adicional que necesitan para vivir en su país. Un relato lleno de secretos (las tres llevan una doble vida) y también de sororidad (Amazon Prime Video).
Brasil: Babenco: Alguém tem que ouvir o coração e dizer parou, de Bárbara Paz. La directora -quien fuera esposa de Héctor Babenco desde 2010 y hasta la muerte del realizador en 2016- reconstruye en este emotivo documental parte de la carrera y los últimos tiempos del mítico cineasta nacido en Mar del Plata, radicado durante buena parte de su vida en Brasil (donde filmó desde Pixote hasta Carandirú) y con incursiones tanto en Hollywood con El beso de la mujer araña como en el cine argentino con El pasado (MUBI).
Costa Rica: Ceniza Negra, de Sofía Quirós Ubeda. Esta directora nacida en la Argentina debutó en el largometraje con la historia de Selva, una chica de 13 años que vive en un precario pueblo costero del caribe costarricense. Tras la muerte de su madre, queda a cargo del cuidado de su abuelo. Un bello relato de iniciación y sobre el fin de la inocencia (MUBI).
Chile: El agente topo, de Maite Alberdi. Sergio, un encantador viudo de 83 años sin experiencia alguna como espía, es contratado por una agencia de detectives para internarse en un geriátrico e investigar un misterioso caso. El protagonista aprende a lidiar con la tecnología, cumple de manera meticulosa con sus informes diarios, pero va mucho más allá: pronto se convertirá en referente, líder y objeto del deseo para algunas de las mujeres que allí viven (en Netflix desde febrero).
España: La trinchera infinita, de Jon Garaño, Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga. Un drama sobre las consecuencias de la Guerra Civil Española narrado desde un punto de vista poco convencional. Una mirada íntima y desgarradora a la vez sobre el miedo, el odio, la culpa y los sacrificios a la hora de sobrevivir (Netflix).
Georgia: Beginning, de Dea Kulumbegashvili. Una comunidad de Testigos de Jehová es brutalmente atacada por un grupo extremista en un pueblo rural. Yana, la esposa del líder religioso, siente una creciente insatisfacción, incomodidad y angustia. Un muy controvertido y extremo relato sobre los deseos íntimos y los efectos del fanatismo (en MUBI desde el 29 de enero).
Italia: Notturno, de Gianfranco Rosi. El celebrado documentalista de Sacro GRA y Fuego en el mar pasó tres años en Irak, el Kurdistán, Siria y Líbano para describir cómo es la vida de aquellos que viven en medio de guerras civiles, dictaduras brutales e invasiones. La cotidianeidad de gente común entre bombardeos y el accionar del Estado Islámico (en MUBI desde el 5 de marzo).
Lituania: Nova Lituania, de Karolis Kaupinis (MUBI). Esta excéntrica ópera prima narra la historia de un profesor de geografía que intenta convencer al gobierno para que se cree, lo antes posible y en otro continente, un nuevo estado como alternativa para salvar al país de la destrucción (MUBI).
México: Ya no estoy aquí, de Fernando Frías de la Parra. Ulises es un adolescente mexicano de 17 años que, tras un malentendido con los integrantes de un cartel de Monterrey, se ve obligado a emigrar a los Estados Unidos dejando atrás todo aquello que lo apasiona: su pandilla, el baile y las fiestas. Un hermoso y doloroso registro sobre las tradiciones, las costumbres, el sentido de pertenencia y las dificultades a la hora de adaptarse a un contexto muy diferente (Netflix).
Perú: Canción sin nombre, de Melina León. Estrenada en el Festival de Cannes 2018 y elegida por Perú para la disputa por el Oscar, esta ópera prima está ambientada durante la crisis sociopolítica y económica de 1988 (primer mandato de Alan García) y narra en blanco y negro las penurias de un matrimonio de indígenas veinteañeros que llega desde Ayacucho para instalarse en las afueras de Lima y al que le es arrebatado su recién nacido en el mismo momento del precario parto. Será un torturado periodista quien investigue una red de tráfico de bebés de alcance internacional amparada (por desinterés o complicidad) por el corrupto poder político y judicial (Netflix).
Taiwán: El sol que abrasa, de Chung Mong-hong. Entre la violencia extrema y el lirismo, esta descarnada y sensible película taiwanesa se centra en la relación de un padre con su problemático hijo menor y, por otro lado, con el introvertido hijo mayor, en el que siempre ha depositado todas sus esperanzas y expectativas. Épica y sutil a la vez, se trata de una auténtica sorpresa (Netflix).
Uruguay: Alelí, de Leticia Jorge. Esta coproducción con Argentina es una tragicomedia ambientada durante un fin de semana que muestra las contradicciones, miserias, recuerdos y esperanzas de los integrantes de la familia Mazzotti, que está a punto de vender una casa tras la muerte del padre (Netflix).
Venezuela: Once Upon a Time in Venezuela, de Anabel Rodríguez Ríos. La película, que se grabó durante cinco años, sigue la vida de los habitantes del Congo Mirador, un pueblo de palafitos a orillas del Lago de Maracaibo que, entre la sedimentación del agua y el abandono de las autoridades, desaparece por la migración de sus habitantes que no tienen otra opción. Un retrato, también, de la crisis y la corrupción que imperan en el país desde la llegada de el chavismo (CineMestizo).
Más allá de esta lista, en Amazon se pueden alquilar otras películas como, por ejemplo, la representante danesa Another Round, de Thomas Vinterberg, con un extraordinario Mads Mikkelsen como un docente que intenta convivir con el alcoholismo; o la apuesta china Leap, de Peter Ho-Sun Chan, con la estrella de ese origen Gong Li, sobre las desventuras en el marco de la selección femenina de vóleibol del gigante asiático.