La Ópera Gala Caracas regresa este fin de semana con una propuesta escénica-lírica que honrará a inmigrantes llegados a Venezuela entre los años 30 y 50 desde Europa. La ópera será el hilo conductor del espectáculo que no solo pretende revitalizar la primera edición realizada en 2019 sino también ofrecerle al público caraqueño un viaje en doble vía para agradecer el bagaje cultural de aquellos que echaron raíces en el país.
Desde hace tres meses se trabaja en la preproducción y producción de la Ópera Gala Caracas 2023, cuyo productor principal y creador es Carlos Scoffio. El proceso inició con una visualización del concepto del espectáculo para luego plantear un posible repertorio. El maestro, actor y director Francisco «Pancho» Salazar estuvo encargado de la selección de las piezas que formarían el programa. A diferencia de la primera edición, este año se optó por incluir no solo compositores italianos sino también grandes maestros franceses y alemanes.
«El criterio principal parte de una selección de números que consideramos de los más hermosos que se han compuesto. Queríamos, además, que todo fuera de una altísima calidad musical y de máxima belleza, buscando variedad. Hay arias con un cantante solista, pero también hay duetos, un cuarteto de Rigoletto compuesto por Giuseppe Verdi, pero también hay números orquestales sin cantantes y números corales. Hay variedad, belleza y alta calidad», describió Salazar.
Piezas de Giacomo Puccini, Giuseppe Verdi, Pietro Mascagni, Vincenzo Bellini, Richard Wagner, Wolfganf Amadeus Mozart, Georges Bizet, Gaetano Donizetti, entre otros maestros del siglo XIX, estarán presentes en el concierto. Participará la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta dirigida por Jesús Uzcátegui y el Coro Simón Bolívar, a cargo de Lourdes Sánchez.
«La primera gala, en 2019, se hizo de música de compositores italianos, pero esta vez hay un 25% de compositores franceses, 25% alemanes y 50% italianos. Se sigue manteniendo la idea del homenaje a la migración europea que aquí en Venezuela hizo trascendencia a través de la música y sobre todo de la ópera», comenta el maestro.
Tras seleccionar el repertorio, comenzó la búsqueda del talento. El espectáculo este año tendrá dos únicas funciones, 18 y 19 de noviembre, a las 4:00 pm, en la sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música. Este capítulo, explica Salazar, tomó algo de tiempo pues no se contaba con recursos para traer al país a cantantes venezolanos que migraron. «Luego comenzaron los ensayos a piano con los cantantes. Eso fue hace un mes para luego, esta semana, arrancar los ensayos con orquesta y coro», cuenta.
Los cantantes Marilyn Viloria y Gaspar Colón, quienes participaron en la primera edición, repiten en esta oportunidad. Se les sumarán Ninoska Camacaro, Betzabeth Talavera, Natalia Díaz, Robert Girón, Iván Cardozo y Anderson Piespan. Junto con ellos también estará el actor Antonio Delli en el rol de Giuseppe, el protagonista del relato. La periodista Marianella Salazar tendrá una participación especial en el montaje que será presentado por Carolina Jaimes Branger.
«En la primera edición se interpretó pura música italiana. El repertorio de este año significa un cambio en la imagen del concierto. Aquella vez estuvieron solamente cuatro cantantes, Aquiles Machado, Mariana Ortiz, Marilyn Viloria y Gaspar Colón. Esta vez nos enfocamos en talentos que estuvieran haciendo vida en el país. Entre los 8 que estarán hay algunos cantantes consagrados como Gaspar Colón. También hay otros que están comenzando su carrera, e incluso hay otros muy jóvenes. Eso también es un cambio en el criterio de la primera gala, lo demás es más o menos igual», señala Salazar.
Un viaje para agradecer
El concepto de Ópera Gala Caracas es rendir un homenaje a toda la inmigración, afirma Salazar. Sí hay un énfasis en los aportes de la música italiana, porque Carlos Scoffio es el productor principal, hijo de italianos migrantes. «Él quería hacer un homenaje a sus padres y a sus ascendentes italianos. Por eso viaja a través de la ópera».
Carlos Scoffio tuvo la idea en 2019 de hacer un homenaje a sus padres migrantes que llegaron a Venezuela, cuenta Salazar, con una maletica a hacer familia y dejar un legado. A través de la memoria, de cartas y telegramas que enviaron, en el espectáculo se invoca la memoria afectiva de esa ascendencia italiana. «Scoffio quiso concebir esta gala partiendo de un homenaje a esos padres y abuelos que vinieron acá. De allí parte el concepto de la gala pero va mucho más allá».
Este viaje en doble vía, apunta por su parte Scoffio, invita a los que se fueron, a los que llegaron y a los que han regresado a sentirse parte del lugar en el que están, a hacer de su nueva tierra, su hogar.
En palabras de Salazar, además, la gala es un espectáculo que ofrece una variedad interesante de números de la ópera con arias, coros y conjuntos «de los más hermosos que se han compuesto». Bajo el título Viaje a doble vía se quiso representar cómo esa inmigración entre los años 30 y 50 dio frutos que, ahora, hay que agradecer, honrar y también retornar. «Ellos vinieron para acá y nosotros devolvemos hacia allá nuestro agradecimiento a través de su música. Por eso la doble vía: viene de allá y nosotros devolvemos», explica Salazar.
La popularidad de la ópera
Los últimos meses de trabajo para ensayar y producir la Ópera Gala Caracas 2023 han sido una experiencia grata para el maestro Salazar. Los ocho cantantes que formarán parte del espectáculo son muy buenos artistas, dice. Cuentan además con voces hermosas que se destacan por ser serios profesionales y dedicados.
«El trabajo ha sido muy grato también hay una alta calidad humana y siempre se agradece el alto profesionalismo. Igual que con el maestro que dirige la orquesta, Jesús Uzcátegui un joven director. Esta es la primera vez que dirige ópera y ha sido realmente excepcional. Es trabajador, muy serio, creativo y con una amable personalidad», opina.
El concierto llega en un contexto en el que la ópera ha llegado a más público. Ocurre después de una época en la que se caracterizó por ser un género elitesco. El público aficionado era una especie de secta, explica Salazar. Pocos disfrutaban del género y conocían su historia. Se trataba de gente iniciada y con mucha cultura operística.
«En ese momento no era demasiado popular como sí lo fue en el siglo XIX. Con los grandes compositores italianos la gente de pueblo iba a los conciertos. Siento que hoy en día, no solo en Venezuela sino también en todas partes del mundo, el género se ha convertido en un espectáculo que cada vez atrae más público. Sobre todo gente joven», comenta.
En la rueda de prensa previa al concierto, Salazar destacó y compartió lo asombroso que le resultó ver a tantos jóvenes con interés por cantar ópera. «Lamentablemente, no espacios, maestros ni infraestructuras para apoyar la cantidad de muchachos que quieren proyectarse como cantantes de ópera. Pareciera que la ópera se ha ido convirtiendo en un género que pasó de ser algo muy exclusivo a ser popular».
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