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One Way: el amor por encima de todo

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Una frase dicha por Lexi (Anne Hathaway) en el capítulo «Acéptame como soy, quienquiera que sea» de la serie Modern Love puede ilustrar muy bien el significado de la historia de One Way, dirigida por Carlos Malavé y en competencia en la vigésima edición del Festival del Cine Venezolano, que se realiza en Margarita.

«Es increíble lo que puede hacer en tu vida confiar en un verdadero amigo», concluye Lexi luego de recibir apoyo de una amiga a la que le reveló que sus comportamientos impredecibles se debían a su bipolaridad. En el caso de One Way, Emiliana (Daniela Alvarado) se aísla del mundo porque sufre de depresión y le han ocurrido cosas terribles, pero sus amigos Daniel (José Manuel Suárez), que también es su pretendiente, y Nancy (Carmen Julia Álvarez) hacen lo imposible para ayudarla.

En el filme, Emiliana trata de tener una vida normal en medio del caos de la inflación, la falta de gasolina, los apagones, el colapso de los hospitales, entre otros incontables problemas que sufren los venezolanos. Tal como ocurre en la realidad, es profesora de Química en una universidad privada pero tiene que «matar tigres» en un cafetería generando contenido para redes sociales.

Es una mujer de 38 años que debe reinventarse cada día para poder mantener a su hijo Santiago (Joaquín Malavé, hijo del director), que cuida sola porque su expareja se fue del país en busca de una mejor calidad de vida. El filme refleja de este modo la situación de la clase media venezolana: si bien es posible graduarse en una carrera, esta no será suficiente para vivir medianamente bien, hay que tener dos o más trabajos, y eso sin que esté en medio una crisis de salud.

Porque eso es lo que afecta más a Emiliana. Un accidente que sufre Santiago.

Quienes sostendrán su mano en los momentos más duros serán entonces Daniel, abogado conocido que dirige una ONG defensora de derechos humanos, y Nancy, profesora igual que ella que está cerca de la jubilación. Ellos dos estarán presentes cuando decide acudir a terapia o al momento en el que acepta la trágica realidad que la rodea.

One Way es uno de los filmes que mejor reflejan la actualidad de Venezuela, no solo porque aborda temas como la migración, la inflación o la crisis hospitalaria, sino porque construyó con Emiliana un personaje ambiguo, una característica muy humana, que así como quiere seguir dando clases para ayudar a los estudiantes, piensa a diario en emigrar porque sueña con mostrarle una realidad distinta a su hijo.

Malavé, que estaba presente en la proyección de su película en el Cinex del centro comercial Parque Costazul, explicó que la producción en principio contaría la historia de una pareja que se enamora y se va del país. Sin embargo, una situación difícil vivida con su hijo lo motivó a él y su esposa, Gabriela Rojas, productora de la película, a cambiar de premisa.

«Nuestro hijo lamentablemente tuvo un accidente que al final terminó bien. Pero eso me hizo reflexionar sobre dónde estábamos viviendo aquello. Para mí fue una necesidad contar esta historia desde el corazón», dijo el director, que también vio una oportunidad para abordar el tema de la salud mental, que, subrayó, no se toca mucho en el cine venezolano.

Dijo que con Alvarado, cuya actuación es devastadora, había hablado de hacer un proyecto, concebido en pandemia, en el que ella fuera una madre. Decidieron también hacerlo en familia, por eso en el filme trabajan José Manuel Suárez y Carmen Julia Álvarez, esposo y madre de Alvarado, mientras que la esposa del director fue la productora y el hijo de ambos interpretó a Santiago.

«Para mí One Way es un parteaguas (en su carrera). Es el momento en el que decido hablar de mí, realmente siempre he trabajado en género: policial, comedia, entretenimiento hacia el público. Con One Way necesitaba contar algo personal, algo que me tomó mucho tiempo», explicó.

La película también despertó en el director la necesidad de seguir contando historias personales, aunque sigue trabajando con comedia, terror o el cine policial. «Necesito hacer películas para dejarle algo a la gente, no un mensaje, sino películas más comprometidas con lo que siento como ser humano».

Está entonces muy enfocado en un filme de corte personal, un drama titulado La culpa, pero sin dejar de lado el terror o la comedia. De hecho, el año pasado estrenó Tres días para reconquistarla, una comedia en coproducción con Colombia.

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