Los crímenes de lesa humanidad no prescriben. Pero puede ocurrir que ciertos casos sean olvidados por la sociedad. Bajo esta premisa, la periodista Claudia Smolansky y el audiovisualista Juan Vicente Manrique realizaron una serie documental que titularon Nunca jamás en Venezuela: tres episodios dedicados a la memoria de los crímenes y violaciones de derechos humanos que los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro cometieron durante los tiempos de protestas.
Nunca jamás en Venezuela, más allá de las crudas historias de los protagonistas, se enfocó en el impacto de la represión oficialista en la vida de sus familiares. El primer episodio de la serie fue publicado en junio de 2018, Fallecidos por protestar, en el que se muestra el duelo en el que se mantienen decenas de madres cuyos hijos fueron asesinados por cuerpos de seguridad del Estado. Heridas de represión, el segundo, cuenta los anécdotas de los heridos en las manifestaciones de 2014 y 2017, muchos de los cuales aún tienen lesiones físicas. Y Presos políticos, el tercer y último capítulo, habla sobre las familias de los presos políticos.
«Quisimos mostrar cómo es alterada la vida de las familias de estos hombres encarcelados. Vimos que sus rutinas cambian por completo: son sometidos a torturas, perseguidos y además buscan todos los días la libertad para sus seres queridos», comentó Smolansky. Los cinco perfiles –explicó la directora– son una pequeña muestra de centenares de venezolanos actualmente presos en diferentes cárceles y recintos como la famosa «Tumba» en El Helicoide.
«Simonovis –hoy en libertad– era el preso más antiguo del chavismo; él, junto con los policías metropolitanos, representa la época de Chávez. El mundo militar está personificado por el general Ángel Vivas. Los guerreros del asfalto, por Lorent Saleh; Gilber Caro es la cara de todos los políticos encarcelados, y Vasco Da Costa, un politólogo, es la voz de todos los hombres civiles que están tras las rejas», apuntó Smolansky. Hoy día, Iván Simonovis, el general Ángel Vivas y Lorent Saleh se encuentran en libertad.
De acuerdo con la directora, el punto en el que todos los familiares de presos políticos entrevistados coincidieron, sin importar el estatus social o la profesión, fue en el hecho de que si alguien piensa o se manifiesta en contra de Nicolás Maduro, será castigado, apresado e, incluso, asesinado.
Los testimonios que cada video son explícitos, pero necesarios para que jamás se olviden los crímenes de los últimos años en Venezuela. Los entrevistados, confesó Smolansky, no mostraron miedo al momento de hablar sobre sus vidas: «Fue fácil hablar con los familiares porque vivimos en una Venezuela censurada y cuando consiguen un espacio para denunciar lo que ocurre con ellos, aprovechan para hacerlo. Fue muy fuerte escuchar las torturas e injusticias, pero era necesario este espacio para ellos».
Claudia Smolansky considera que Nunca jamás en Venezuela no perderá vigencia ya que es parte de la memoria histórica del país, la cual será necesaria para el momento en que Venezuela recupere la democracia y pueda reconstruir su sistema judicial. «Hay que recordarle a las generaciones que vienen que aquí hubo una policía política que perseguía a todo aquel que pensaba distinto. No solo que los encarcelaba, sino que los mataba por protestar, los hería o los exiliaba. No se debe olvidar qué ocurrió», puntualizó la directora.
Los tres episodios de la serie documental pueden ser vistos en el canal de Youtube Nunca jamás en Venezuela.