Netflix informó este lunes que no cumplirá con la nueva ley audiovisual de Rusia, que obligaría a la plataforma a incluir una veintena de canales públicos para poder operar en el país.
La legislación, cuya entrada en vigor estaba prevista para el 1 de marzo, obliga a Netflix y a otros servicios audiovisuales a emitir contenidos de medios afiliados al Kremlin como Channel One, la cadena de entretenimiento NTV y el Canal de la Iglesia Ortodoxa.
«Dada la situación actual, no tenemos planes de añadir esos canales a nuestro servicio», dijo un portavoz de la compañía, citado por el diario The Wall Street Journal.
1 millón de suscriptores en Rusia
Netflix lanzó su servicio local en ruso hace poco más de un año y apenas cuenta con 1 millón de suscriptores en ese país, un porcentaje ínfimo de los más de 222 millones de abonados que suma en todo el mundo.
Aún así, la plataforma forma parte de la lista de «servicios audiovisuales» que elabora el regulador mediático de Rusia, Roskomnadzor, y que incluye a todas las plataformas o canales con más de 100.000 espectadores.
Una nueva ley audiovisual obligará a que todos los servicios de ese listado incluyan contenido procedente de medios controlados por el Gobierno de Vladímir Putin, aunque su implementación quedó suspendida tras la invasión de Ucrania.
La pasada primavera, Netflix anunció su primera serie en el idioma ruso, Anna K, basada en la novela «Anna Karénina», de Leo Tolstói.
El anuncio de Netflix llegó horas después de que la tecnológica Meta confirmara que restringirá en sus redes sociales -que incluyen Facebook, Instagram y WhatsApp- el acceso a la cadena RT y a la agencia Sputnik, medios afiliados al Gobierno ruso, por petición de la Unión Europea.
Por su parte Twitter, otra red social estadounidense, anunció este lunes que añadirá una advertencia en los mensajes que compartan enlaces y noticias de medios controlador por el Kremlin, de los que también tratará de reducir su circulación en la plataforma.
«Nuestro producto debe facilitar la comprensión de quién está detrás del contenido que ve y cuáles son sus motivaciones e intenciones», añadió el jefe de integridad de esa plataforma, Yoel Roth.