ENTRETENIMIENTO

Nella Rojas le pone mucho ritmo a buenas letras

por Avatar Crysly Egaña

Susurra Nella Rojas “hago lo que digo / digo lo que pienso”. Como en Voy (2019), su primer álbum, su voz no necesita de mucho y ella lo sabe. Más adelante: “y que no necesito que nadie me haga los coritos / para cantarte mis versos solita me sobro y me basto”. Lo entona más alto y envuelta de ritmos: “yo vivo feliz cantando solita”. Este tema, que abre su segundo disco Doce Margaritas lanzado el 5 de mayo con Sony Music, resume lo que ofrece esta producción: intimidad bailable. No es para una fiesta, pero se puede escuchar y disfrutar en altavoz.

“Fuera lo malo pa’ fuera / que salga la gente bailando este ritmo”, inicia el segundo tema, que invita a levantarse y moverse, como ella lo hizo en su apartamento en Nueva York durante el confinamiento y que se convirtió en parte de su rutina para evitar decaer. “Salgamos de nuestras casas / hoy volvemos a tocarnos / la luna sigue en el cielo y yo sigo aquí cantando”, continua en la segunda estrofa, que surgió del anhelo de que la pandemia pasara y que compartió con el compositor del disco, su mentor Javier Limón, con el que repitió la dinámica que establecieron en su anterior producción, en la que él también hizo la mayoría de las letras: composiciones sin música enviadas por Whatsapp a las que luego Nella hace algunas modificaciones, aunque reconoce que corrige muy poco.

El tercer tema, “Nada”, es guitarra y voz, pero a medida que avanza la canción aparece un piano sutil. La letra llegó luego de que el track list estaba cerrado, pero le gustó tanto que decidió encontrarle un lugar. Es el tema favorito de Nella. Luego, en “De vez en cuando”, el piano se desliza entre los versos que le cantan a un amor que ya no existe. Las palmas flamencas acompañan “Ya no queda na”. Hay ecos de reguetón en “Ahí” y “Volaré”, esta última en la que participa Pedro Capó. C4 trío, en “Como la marea”, completa la lista de invitados del álbum.

Son 12 temas, 12 margaritas sembradas entre finales de 2019 y mediados de 2020, que crecieron entre Nueva York, España y Miami con la producción de Julio Reyes, George Noriega y Rafa Rodríguez. “Son canciones más rítmicas, pero se mantiene la importancia de las palabras, de cada nota, de cada armonía. Me emociona porque soy latina, me encanta bailar y este disco ofrece un poco de eso”, explica Nella Rojas en una videollamada por Zoom.

Voy (2019) tenía dos canciones rítmicas: “Mi ciudad perdida” y “Por verte otra vez”. En este disco experimenta un poco más…
—Sí. Yo creo que una buena canción funciona de cualquier forma. Una buena canción para mí es una buena letra, el ritmo y melodía. Si esas canciones funcionan con guitarra y voz, y también funcionan con toda una orquesta detrás, es una tremenda canción. Y estos temas comenzaron así: con una guitarra y una voz. Así tengo todas mis notas de voz y además ahora funcionan, como lo acabaste de decir, con una base más rítmica, como lo es “Ahí”, que es como un reggae, o “Volaré”, en la que tenemos a Pedro Capó y a la que trajo un poco de lo suyo, de lo urbano.

Siempre me dicen: “Nella, por favor, no hagas reguetón, no hagas reguetón”. A mí el ritmo del reguetón me parece que es sabrosísimo, además es un ritmo más viejo que todos nosotros. Pero creo que hay desconexión en cuanto a los mensajes, entonces pienso por qué no puede haber estos dos elementos juntos en una canción. Yo no conecto líricamente con algunas canciones de reguetón, entonces por qué no traer ese elemento. Artistas como Juan Luis Guerra, Rubén Blades, Alejandro Sanz mantienen la parte rítmica, sobre todo Juan Luis Guerra; sus canciones son super bailables, pero al mismo tiempo hay poesía en sus palabras y en sus mensajes. Así lo han mantenido en toda su carrera, por eso los admiro. Son cosas que intentamos en este álbum, empezamos con la letra y luego fueron llegando los otros elementos, teniendo esta base rítmica más presente. Me emociona que ofrezca puertas que quizás Voy no tocó.

Señalas que hay una desconexión entre el ritmo y la letra. ¿Buscabas conectarlos en Doce margaritas?
—Exactamente. Leí una vez en una entrevista que Chelique Sarabia decía que ahora lo que pasa estamos muy enfocados de la cadera hacia abajo, que todo lo que queremos escuchar o todo lo que está saliendo en la industria es simplemente lo que nos hace mover de la cadera para abajo, pero que nos hemos olvidado un poquito de lo que es la cintura para arriba, de cantar con el alma, con el corazón, de cantar. Actualmente hay que tener un elemento o el otro, pero parece que los dos juntos no se llevan. Por eso, sin querer, fue algo que nos ocurrió en este disco en cuanto a la parte rítmica porque las letras siempre han sido una visión muy importante y es algo que comparto con Javier, de estar conectada con los textos de los mensajes que damos y la responsabilidad que tenemos como artistas, como dijo Nina Simone, de reflejar los tiempos de ahora o de compartir mensajes con los que la gente pueda identificarse.

Un 2019 exitoso, un 2020 introspectivo, ¿2021?

En 2019 Nella Rojas lanzó Voy, que la hizo merecedora del Latin Grammy como Mejor Nuevo Artista, hizo giras y regresó a su casa, a la Isla de Margarita, donde también se presentó. Participó en la banda sonora del documental Free Color, de Alberto Arvelo, en los temas “Vocalise I” y “Vocalise II”, que compuso Gustavo Dudamel para la cinta. “Fue un sueño, que ya Gustavo Dudamel supiera que existo significa mucho para mí. Fui a Los Ángeles y desde que tu pisas la ciudad te das cuenta de la importancia que él tiene”, dice sobre esa experiencia que quedó registrada en el álbum Free color (Original Motion Picture Soundtrack), que se lanzó el 17 de mayo. A finales de ese año ya preparaba una gira en Estados Unidos para 2020. “Fue un muy, muy buen año”, reconoce.

Pero la pandemia apenas la dejó presentarse en febrero en Madrid, en un concierto con entradas agotadas. Regresó a Nueva York y el confinamiento impuso sus reglas. “Nueva York es una ciudad que nunca duerme, que siempre está en movimiento. Fue impactante verla como una ciudad de zombies. Time Square y lugares concurridos se convirtieron en imágenes de películas del oeste, porque todo cerró. Durante la pandemia me mudé sola y eso también afectó. Una cosa es disfrutar tu soledad como lo hago yo, me encanta ir a un restaurante y sentarme sola a comer. No tengo problemas con eso. Pero que te obliguen a estar solo es diferente”, señala.

Encontró la calma en el baile, el ejercicio y la meditación. Y con todo el tiempo que tenía hizo las maquetas de sus temas, desde el sofá de su casa antes de dormir y con una copa de vino. Algunas voces las grabó con el productor Cheo Pardo. También se unió a la oleada de conciertos virtuales y ofreció uno a finales de año.

Ya en 2021 cumplió un sueño: cantar con Juan Luis Guerra. Lanzaron “Mi guitarra” el 15 de enero, lo que surgió sin buscarlo. Nella grabó las maquetas de algunas canciones que Javier Limón compuso para el proyecto Hombres de fuego, que agrupaba a Alejandro Sanz y Carlos Vives entre otros. “Cuando Juan Luis Guerra recibe la canción, él tenía que borrar mi voz para cantarla él, y cuando la envió devuelta, dejó mi voz e hizo sus estrofas, coros y armonías”, cuenta Rojas. “Cada vez que escucho la canción se me hace difícil creer que esto ocurrió. Lo admiro muchísimo. Es un artista con una de las carreras más admirables en el mundo latino y fue un gran honor. Algo que llevaré conmigo toda la vida hasta que pare de cantar”.

Hay otros proyectos en los participó: Piano y mujer, del pianista Arthur Hanlon, que reunió a Natalia Jímenez, Kany García, Goyo de ChocQuibTown y Evaluna Montaner para cantar una canción del repertorio de ellas y una canción de su país de origen. “Me llaman Nella” y Caballo viejo” fueron las que ella eligió. Un dato: es la primera vez que canta públicamente la célebre canción de Simón Díaz. Recientemente estuvo en un evento de los Latin Grammy dedicado a las mujeres, Ellas y su música, en el que cantó con Vikki Carr, Paula Arenas y Olga Tañon.

Lo que está en puerta es la promoción de sus doce “joyas”, doce “perlas”, como se refiere a los temas. Y en honor a la isla donde nació, son Doce margaritas. Tiene dos fechas confirmadas en Estados Unidos y en agenda algunas entre octubre y noviembre. También quiere que su próxima colaboración sea con una mujer. No tiene nada establecido, pero si la dejan soñar nombra a Mayra Andrade, Lianne La Havas o Natalia Lafourcade.