ENTRETENIMIENTO

Natasha Prosperi abre su caja de Pandora del abuso sexual

por Avatar

Una de cada cinco mujeres y uno de cada diez hombres en el mundo afirman que han sufrido abuso sexual durante su infancia, según indica Unicef. Pero las estadísticas no hacen justicia al daño emocional que viven las personas que sufrieron esa experiencia. Así lo cuenta la venezolana Natasha Prosperi en la obra ¡Se termina conmigo! (FB Libros), en la que relata su proceso terapéutico para sanar las heridas que dejaron en su vida cuatro abusadores sexuales y los diversos maltratos que vivió en su infancia. 

Revelador y valiente son las características que mejor definen el libro. Prosperi demuestra que venció sus miedos para poder contar los secretos que guardaba en lo que ella llama “la caja de pandora”. En la obra figuran cuatro hombres que abusaron sexualmente de ella: Su tío Antonio, su tío Vladimiro, su  ex novio Henry y su entrenador José.

Prosperi se dio cuenta luego de 31 años de que debía revelar la verdad para poder tener mejor calidad de vida. Así fue como decidió contarle al terapeuta de su hijo Nano, que iba a consulta entonces. Su dificultad de comunicarse en las sesiones dificultaba el proceso, por lo que decidió comenzar a escribir sus pensamientos, que posteriormente le mostraba al terapeuta. A él le llamaron la atención sus reflexiones y le comentó que sus escritos podrían ayudar a otras personas. Al comienzo Prosperi rechazó la idea de publicar un libro con vivencias tan íntimas, pero comprendió que callando no ayudaría a nadie.

Luego de la publicación de ¡Se termina conmigo!, la autora ha tenido que confrontar a los abusadores. Como sucedió con uno de sus tíos, que les envió una carta a la autora y a familiares en la que expresaba su punto de vista. Para sorpresa de la escritora, algunos lo apoyaron alegando que el acusado no es una persona violenta.

“Ellos no entienden que los abusadores sexuales no utilizan la violencia, sino la manipulación y coerción”, explicó Prosperi. “Esta practica es conocida como grooming, en la que el abusador crea lazos emocionales para poder acercarse a la víctima”.

A pesar de las críticas, los lectores han elogiado en las redes sociales la valentía de la escritora por contar su historia sin filtros.

“Quisiera que el libro fuese la chispa que encienda el fuego dentro de cada uno de nosotros para comenzar a hablar sobre el abuso sexual, y que de esta manera podamos proteger a las futuras generaciones”, indicó la autora.

Psicólogos y sobrevivientes han contactado a Prosperi para expresarle que su obra ha sido de gran ayuda para pacientes, pues las victimas se sienten identificadas con los patrones psicológicos que la escritora describe, entre ellos ansiedad, recuerdos y estrés postraumático.

La autora nunca imaginó el giro que daría su vida luego de enfrentar sus miedos. Ahora se ha convertido en activista en la prevención del abuso sexual dictando charlas a padres y maestros.

“Educación y prevención son la clave para atacar este problema. Es una situación que comienza con la manera en la que criamos a nuestros hijos. Debe existir una crianza positiva en la que el niño se sienta protegido para que sea menos vulnerable frente a un abusador”, manifestó.

Prosperi planea seguir su formación realizando un master en trabajo social para convertirse en terapeuta de traumas. Asimismo, ya trabaja en una novela, basada en hechos reales, en la que el mensaje será la manera como la familia y la sociedad responden a las denuncias de abusos sexuales en la infancia y la juventud.

“Siento alegría y compasión cuando un sobreviviente me contacta para darme las gracias por haber escrito el libro, por ser una voz para muchos que no se atreven a hablar”, expresó.

Su objetivo de dar charlas y educar sobre el abuso sexual en la sociedad queda perfectamente explicado en un pasaje de su libro, que dice: “En todas las familias existen cajas de Pandora. Algunas cajas son grandes, otras son pequeñas. Está en cada quien ver el contenido y decidir qué quiere pasar a las siguientes generaciones. He ahí donde está la verdadera valentía. Esa es la única manera de romper el ciclo y cada quien debe hacerlo”.