Lo que René Pérez (Puerto Rico, 1978) hizo en su nuevo álbum, Residente, puede entenderse como una suerte de tesis musical. Todo comenzó con un examen de ADN, que determinó 11 países de los que tenía ascendencia según su sangre.
Los resultados fueron impresionantes, iban desde Puerto Rico a Ghana, pasando por Serbia, Siberia, Rusia, Armenia, China, Nigeria y otros países de los que poco o nada había oído como Osetia y Burkina Faso.
Dedicó dos años a recorrer los 11 territorios, buscando los sonidos tradicionales de cada uno y colaborando con músicos locales, con el fin de descubrir sus raíces musicales.
El fruto del viaje es su primer CD como solista tras la disolución de Calle 13, el que presentará en Chile el 29 de septiembre en Amanda, en nueva versión de Cat Editions, y luego el 1° de octubre en Movistar Arena.
A pocos días de llegar, conversó con Emol vía teléfono. «Chile me da abrazo cada vez que llego. Ustedes tienen un país cabrón», dice.
Hace ya dos años que trabajas como solista ¿Cómo ha sido esta experiencia, cuáles han sido sus aspectos positivos y negativos?
«Todo ha sido positivo, nada negativo, todo alegría. La banda está espectacular, te lo digo, me encargué de hacer un colectivo de músicos de diferentes partes del mundo, tan talentosos que me obligan a mi a meterle más. El proyecto nuevo está brutal, hay una evolución conceptual y artística en comparación con los anteriores. El mismo concepto lidera todo el proyecto, en este caso el ADN, la huella genética en la sangre mía conecta cada uno de los temas. En mi página web ya se pueden ver los trailer del documental que grabamos paralelo al disco y que se va a estrenar antes de que acabe el año».
¿Podrías adelantarme qué cosas podremos ver en este documental?
«Van a ver músicos de diferentes partes del mundo colaborando en el disco. Lo más importante es que muestra historias de los diferentes países de los cuáles yo tengo ADN en mi sangre, que también son los países de estos colaboradores. Además van a entender la situación de Puerto Rico, porque hay cosas por lo general no se cuentan».
¿Cuáles fueron las cosas que más te impresionaron durante el viaje?
«Me impresionó todo. Cuando estuve en Siberia me impresionaron los espacios, no había conocido espacios tan gigantescos, llenos de montañas y árboles. Un silencio que no escuchas a nadie hablando, donde, por obligación, te encuentras contigo mismo. Así de precioso como suena es en realidad. En África y Asia, estuve con tribus como los dagombas, fue espectacular ver que todavía hay gente que vive en tribus, que tienen creencias ancestrales por las que se rigen diariamente y que me trataron como familia desde mi entrada… Estar en un país en guerra, en Armenia, mientras resisten contra Arzebaiyán. Estar ahí es fuerte, conocer refugiados de guerra fue fuerte. Hacer un tema sobre la guerra, como el que hice, entre enemigos de guerra, también fue un momento especial, todo fue especial. China, imagínate. Viajé por once países».
Pérez comenta que en Armenia estuvo detenido junto a su equipo durante varias horas, «la gente está paranoica y se entiende, están en medio de una guerra y no sabían qué hacíamos ahí», comenta.
¿Dirías que este trabajo es menos político que los anteriores?
«La palabra política es complicada, porque todo puede ser político. El trabajo anterior yo siento que es social, pero también todo es social. La fiesta es social, el sexo es social. Entonces no sé, siempre he hablado sobre todo lo que me afecta y este disco no sale de eso. La diferencia es que esta vez estuve escribiendo los temas directamente sobre lo que estaba viendo en frente mío, sobre lo que estaba viviendo y también que es mucho más internacional. Los demás discos se concentran en Latinoamérica».
Residente comenta que uno de los objetivos de este disco fue incluir sonidos que no existen en el repertorio masivo, «si hago un tema georgiano mezclado con osetio, no va a caer bien. Pero si hago un tema de rap que incluye los sonidos de Georgia y Asetia, lo convierto en algo nuevo», explica, «como lo que hice en ‘Somos anormales’, con ritmos de Siberia mezclados con electrónica, entonces son más accesibles y llegan a lo masivo, esa es la idea».
Finalmente no puedo dejar de preguntarte: ¿Cómo ves las posibilidades de que Calle 13 vuelva a reunirse?
«No mano. La oportunidad de ver los temas que yo siempre canté y escribí, va a ser conmigo, con Residente. Eso fue una etapa y ahora estoy en otra etapa, no creo que vaya a volver para atrás, para nada».
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