El viernes Katy Perry lanzará su quinto álbum de estudio, Witness, con el que asegura que vuelve a reinventarse, pero sin modificar el estilo pop que ha caracterizado su carrera. Los primeros sencillos de la producción, “Chained to the Rhythm” y la colaboración con Nicky Minaj “Swish Swish”, son una muestra del sonido que trae este trabajo
Aunque está enfocada en la presentación del disco, la cantante de 32 años de edad asegura estar muy preocupada por los atentados terroristas que se han registrado en el Reino Unido y admite que el ataque durante el concierto de Ariana Grande en Manchester la dejó destrozada. Por esa razón participó en el reciente espectáculo que se organizó en la ciudad británica para ayudar a las víctimas.
Perry también se refiere al momento actual de la política estadounidense tras la llegada de Donald Trump al poder. “Esta derrota hizo explotar una ilusión, una proyección, una burbuja, pues pensaba que sabía mucho. Y no es así. Es un buen momento para volver a aprender. Para leer más, meditar más y empatizar más con la gente. Creo que las personas están realmente tristes”, contó la artista, quien hizo campaña a favor de Hillary Clinton.
La intérprete es una de las usuarias de Twitter más populares del mundo, con 99,6 millones de seguidores. Aunque en el futuro le gustaría alejarse de esta plataforma, reconoce que las redes sociales son un vicio. “Hay muchas cosas positivas y muchas negativas. No voy a mentir y decir que lo tengo controlado, aún me genera adicción, pero tengo el propósito de apagar el smartphone todos los domingos. Es una especie de reto futuro: un día para desconectar y tomarme una pausa”.