Después de afianzar su carrera como compositora y cantante en los escenarios venezolanos, Laura Guevara se encuentra en México en lo que podría ser la búsqueda de la internacionalización definitiva, que lleve su propuesta a nuevos oídos. Desde allí, y después de haber estado involucrada durante años en diversas actividades que promueven la cultura de paz y los derechos humanos, y de ser nombrada Emisario de conciencia por Amnistía Internacional en mayo de este año, la cantautora defiende la necesidad de los venezolanos de soñar un mejor país.
“Son muchos los ámbitos en los que deberíamos mejorar. Sin duda quiero otra forma de ver las cosas, una gerencia que entienda que las diferencias y la diversidad de ideas y pensamientos es algo bueno. Deseo que mi país tenga abundancia, que la gente pueda vivir tranquila, sueño con un país donde la gente tenga sus necesidades básicas satisfechas para que pueda animarse a alimentar el alma, la cultura. Tenemos que llegar a acuerdos nacionales y que el respeto y la empatía sean la guía”.
Guevara ha usado su talento en la composición para contribuir, desde su oficio, con propuestas que inviten a la reconciliación y la construcción de la Venezuela posible, como el tema “Queremos vivir en paz”. “Yo he tratado desde hace años de construir puentes a través del arte para el encuentro en lo que nos parecemos y no en lo que nos divide. He tratado de sanar, de hablar del dolor, del amor, de las injusticias, he estado muy involucrada por el cambio en mi país. Pienso que estos tiempos nos obligan a sentirnos responsables”.
Para ella, la nobleza del venezolano, su capacidad de ser resiliente y de rescatar lo positivo en la adversidad son herramientas poderosas para impulsar una renovación interior, que luego se extienda a lo colectivo. “Siento que a mí me han servido para entender que los cambios no son de un día para otro y que hace falta que nos volvamos más responsables con nuestros actos. No podemos pedir un cambio si tenemos actitudes corruptas e irrespetuosas en la cotidianidad que quiebran la confianza. Hay que empezar a alimentar la confianza con nuestras propias acciones, cumplir con la palabra, asumir responsabilidades, cumplir las leyes. Entender que todos tenemos poder y que desde nuestros espacios podemos comenzar el cambio. Hay que comprender que no podemos modificar algunas cosas, pero sí enfocarnos en lo que podemos hacer por nosotros mismos, en nuestro ámbito familiar y nuestra comunidad”.
Para Guevara, el país posible comienza con la palabra, de allí que sea imperativo usarlas para construir: “Cada palabra puede alimentar la desesperanza. Pero si alimentas la esperanza desde tus pensamientos, palabras y acciones, estás impulsando el cambio”.
En Instagram: @lalauraguevara
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