Los directores de un centenar de museos internacionales criticaron el jueves las recientes «agresiones» contra obras de arte y advirtieron que los activistas ambientales que las cometen «subestiman la fragilidad» de esas valiosas piezas.
«En las últimas semanas hubo varias agresiones a obras de arte en museos internacionales», dice un comunicado firmado por los directores de 92 de los museos más destacados del mundo, como el Prado de Madrid, el Louvre de París o el Guggenheim de Nueva York.
«Los activistas responsables subestiman la fragilidad de estas irreemplazables obras de patrimonio cultural mundial, que deben ser conservadas», añade la breve nota.
En las últimas semanas, militantes ecologistas pegaron, por ejemplo, sus manos al marco de dos pinturas de Goya en Madrid o sobre las protecciones de la célebre serigrafía Campbell’s Soup de Andy Warhol, expuesta en Australia.
Otros lanzaron sopa de tomate sobre los Girasoles de Van Gogh en Londres, o rociaron puré sobre el vidrio de una obra de Claude Monet en Postdam, cerca de Berlín.
Aunque las pinturas no presentaron deterioro, el incidente de los Girasoles causó ligeros daños al marco.
«Como directoras y directores de museos responsables de las obras, su peligrosidad nos ha conmovido profundamente», alertan los directivos en su nota.
Los firmantes reivindican la misión social de los museos como guardianes del legado cultural y la conservación.
«Las tareas centrales del museo como institución (coleccionar, investigar, compartir y preservar) son ahora más relevantes que nunca», señalan, y subrayan su voluntad de mantener al museo «como un espacio libre para la comunicación social».