Han pasado casi 20 años desde que Mick Jagger actuó por última vez en el cine, pero, como muestra la nueva película The Burnt Orange Heresy, no se ha oxidado para nada.
En la cinta, que Sony Pictures Classics estrena el viernes, Jagger actúa junto a Claes Bang y Elizabeth Debicki como un malvado coleccionista de arte. Su personaje astutamente convence a un periodista (Bang) de que use una rara entrevista con un artista huraño (Donald Sutherland) como una oportunidad para robar una de sus pinturas. La cinta es la primera película de Jagger desde The Man From Elysian Fields de 2001 y podría ser la última.
«Desearía haber actuado mucho más. Solo he hecho fragmentos por aquí y por allá cuando he podido», dijo Jagger en una entrevista telefónica. Y agregó: «Tú sabes, tengo otro trabajo. Tengo varios trabajos más, en realidad».
Cuando no ha estado de gira con los Rolling Stones, Mick Jagger, de 76 años, se ha forjado una carrera itinerante pero aventurera en el cine. Ha preferido a cineastas más experimentales, trabajando con Jean-Luc Godard, Nicolas Roeg y Werner Herzog.
Con menos créditos en pantalla que David Bowie, la carrera cinematográfica de Jagger ha sido sistemáticamente intrépida. Es un buen actor, aun cuando sus actuaciones para la gran pantalla serán siempre minimizadas por el gran espectáculo que ofrece su alucinante y vivaz personaje en el escenario.
«Siempre me ha gustado la idea», dijo Jagger vía telefónica desde Francia sobre la actuación. «Disfruto el cambio de ritmo y el cambio de foco de la interpretación. Por estos días cuando actúo, generalmente es en lugares muy grandes y frente a mucha gente. Mientras que, si estás en un set pequeño, actúas mucho más sutilmente y no con gestos tan elaborados. Realmente tienes que bajar el tono», añadió.