Cuando a Jennifer Lawrence le ofrecieron un guion sobre una ingeniera del ejército de Estados Unidos que regresa herida de Afganistán, estaba en un año sabático de la actuación y aún no se había convertido en madre.
La estrella ganadora del Oscar por Silver Linings Playbook, de 32 años de edad, cuya fama se disparó a partir de la taquillera saga de Los juegos del hambre, había sido una presencia casi omnipresente con una prolífica serie de películas, antes de anunciar una pausa porque «todo el mundo se había hartado de mí».
Pero cuando leyó el guion de Causeway, entonces titulado Red, White, and Water, algo cambió.
«Realmente fue algo que me salió de las entrañas, como una urgencia», contó Lawrence a la AFP en el Festival de Cine de Toronto.
«Tenía muy claro que no quería trabajar, y luego, de alguna manera, (ese guion) aterrizó en mi escritorio, y tuve esta sensación de urgencia, ‘hagámoslo, hagamos esto'», dijo.
Esta película independiente centrada en personajes, que también se convirtió en el primer proyecto de la incipiente compañía productora de Lawrence, cuenta el regreso de la ingeniera militar Lynsey a la casa de su madre en Nueva Orleans.
Una lesión cerebral debilitante después de la explosión de una bomba improvisada en Afganistán no es el único trauma que debe superar, ya que los problemas de su infancia y su vida familiar salen a flote.
Lawrence eligió la película en parte para mostrar «por lo que pasan estos héroes para mantenernos a salvo».
«Fue maravilloso poder hablar con los increíbles hombres y mujeres que han servido (en filas militares), para tratar de obtener más información y antecedentes», dijo en la alfombra roja del estreno mundial de la película el sábado.
Maternidad
Pero Lawrence también recurrió en parte a su propia infancia para su interpretación en Causeway, en el que Lynsey tiene una relación conflictiva con su madre, una persona poco confiable.
«Tuve complicaciones en mi infancia como todos los demás, así que fue más bien resolver eso», dijo sobre la película, cuyo rodaje comenzó en 2019 pero debió interrumpirse hasta 2021 por la pandemia.
Durante esa pausa, Lawrence también filmó y promocionó la apocalíptica comedia Don’t Look Up.
Y desde entonces estrenó su maternidad, dando a luz a principios de este año a su hijo Cy.
«¡Ay, Dios, todo cambia después de que te conviertes en mamá!», le dijo a la AFP. «¿Cómo le estoy complicando la vida? Todavía no lo sé», bromeó.
En la película, Lynsey entabla una amistad improbable con James, interpretado por Brian Tyree Henry, un mecánico de automóviles que arregla su camioneta cuando se descompone.
Si bien ambos crecieron en Nueva Orleans, sus pasados son muy diferentes. Pero él también tiene un trauma familiar enterrado profundamente en su pasado, por el cual los dos se unen en un vínculo que pronto se convierte en el ancla emocional de la película.
«Lesión invisible»
«Esta película es una excavación de cómo empezamos a procesar, cómo nos las arreglamos, cómo cambiamos realmente, cómo empezamos a conectarnos de nuevo», dijo la directora Lila Neugebauer, haciendo su debut cinematográfico después de un exitoso pasaje por Broadway.
«Tanto Jen como Brian conectan profundamente con sus personajes en esta película, como actores y como seres humanos», agregó.
Jennifer Lawrence dijo sentirse identificada con esta mujer «que ha pasado por tanto y está sufriendo esta lesión invisible y está tratando de reconstruir su hogar y el lugar al que pertenece».
«Había algo que me conectaba profundamente», afirmó.
Causeway se estrenará el 4 de noviembre en algunos cines y en la plataforma de streaming Apple TV+.
El Festival Internacional de Cine de Toronto termina el 18 de septiembre.