Con más estrenos y estrellas, aunque todavía bajo restricciones por la pandemia, el Festival de San Sebastián comienza este viernes con una tímida vuelta a la normalidad, en una edición salpicada por la polémica entrega de un premio honorífico al «pirata» Johnny Depp.
Luego de una disminuida edición 2020 a causa del covid-19 que paralizó la producción cinematográfica y prohibió viajes internacionales, este año, con los avances en la vacunación, se respira un ambiente diferente para la cita en la ciudad del norte de España.
«El año pasado tuvimos un festival muy tenso, teníamos mucho miedo, era un momento muy duro (…) Este año, en principio, todo debería ser más relajado», expresó con alivio el director del festival, José Luis Rebordinos, en entrevista con la AFP.
Se constata en la cantidad de películas que serán proyectadas desde el 17 hasta el 25 de septiembre, fecha de la gala de premiación: más de 170, un 20% superior al año pasado.
«Hay mucho material de calidad, mucho más que en un año normal, porque son las películas que se iban a hacer este año y parte del año pasado que se han terminado justo para los festivales», explicó Rebordinos.
También llegarán las estrellas: Jessica Chastain, Emmanuelle Devos, Javier Bardem, Penélope Cruz o Marion Cotillard, quien recibirá el viernes un honorífico Premio Donostia a su carrera.
De todas maneras, y aunque en España tres cuartas partes de la población están ya totalmente vacunadas, regirán medidas para evitar contagios, como mascarilla obligatoria, aforos de máximo 60% en salas y sin alfombras rojas.
Antes de San Sebastián, Cannes y Venecia celebraron sus festivales con un sabor a relativa normalidad.
Zhang Yimou, Cantet, Bollain
La Sección Oficial, en la que dieciséis largometrajes competirán por la Concha de Oro, el máximo galardón, será inaugurada el viernes por Un segundo, la esperada nueva propuesta de Zhang Yimou, el realizador chino de gran proyección internacional.
En dicha sección participará el francés Laurent Cantet (Arthur Rambo), el británico Terence Davies (Benediction), las latinoamericanas Inés Barrionuevo (Argentina, Camila saldrá esta noche) y Claudia Llosa (Perú, Distancia de rescate), además de un fuerte contingente español, con Iciar Bollain (Maixabel) o Fernando León de Aranoa (El buen patrón).
El jurado estará encabezado por la directora georgiana Dea Kulumbegashvili, acompañada, entre otros, por la realizadora chilena Maite Alberdi y la actriz española Susi Sánchez.
En Horizontes -el apartado estrictamente latinoamericano de este festival considerado un trampolín de esa región hacia Europa- concursarán este año diez películas de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, México y Uruguay.
Tormenta
Pero más allá de lo estrictamente cinematográfico, el festival abrirá con una polémica de fondo, en torno a la entrega del Premio Donostia a Johnny Depp, por las acusaciones de violencia conyugal de que fue objeto por su antigua esposa Amber Heard.
El anuncio del trofeo, que el intérprete de personajes excéntricos como Eduardo Manostijeras o el capitán pirata Jack Sparrow recibirá el 22 de septiembre, provocó una tormenta en redes sociales y la condena de organizaciones de mujeres de la industria del cine.
Pero «Depp no ha sido detenido, no ha sido acusado en sede judicial, ni condenado por maltrato, [así que] cuando alguien dice que es un maltratador, está haciendo juicios de valor más allá de los de los jueces», reivindicó José Luis Rebordinos.
En un festival que ha trabajado por la igualdad de género, en esta edición están convocadas jornadas de trabajo para debatir el tema.
«Intentamos que la mirada del festival sea paritaria, nuestro comité de selección tiene seis mujeres y seis hombres», señaló Rebordinos, quien destacó que este año en Sección Oficial casi se logró la igualdad, con nueve directores y siete directoras en competición.
Y en este sentido, este año dejará de haber premio a mejor actor y actriz y solo habrá un premio a la mejor actuación
«Nos parecía que era más limpio, igual que hay premio a la mejor dirección, y no a mejor director y directora», dijo Rebordinos, augurando que «en unos años esto va a ser así en todos los festivales».