La cinta original de Mary Poppins, estrenada en 1964, fue un gran éxito tanto para la taquilla como para la crítica: ganó 5 premios Oscar de 13 nominaciones, entre ellos el de Mejor Actriz para Julie Andrews, y en 2006 fue incluida en el sexto lugar de la lista de los mejores musicales del cine de Estados Unidos realizada por el American Film Institute.
Aquella historia que mezcló dibujos animados con la niñera mágica creada por la escritora británica Pamela Lyndon Travers, marcó un momento en la historia del séptimo arte. Y canciones como “Sister Suffragette” o la muy particular “
Es difícil pensar que una secuela que debuta 54 años después pueda alcanzar ese rango, y más cuando aquella ha sido elevada a la categoría de clásico.
Quizás es muy pronto para decir que Mary Poppins Returns, que se estrena el 28 de diciembre en Venezuela, tiene el nivel de su predecesora, pero sí se puede señalar que le hace un buen homenaje al conservar su esencia divertida llena de reflexiones en torno a temas como la infancia, la madurez, la pobreza y el amor.
La cinta cuenta con una detallada dirección de Rob Marshall, ya conocido por su trabajo en la oscarizada Chicago (2002).
La historia se ubica en la década de los años treinta, tiempo de la Gran Depresión. Los hermanos Michel (Ben Whishaw) y Jane Banks (Emily Mortimer) son adultos. Cuando los problemas personales de él, quien ya es padre, comienzan a empeorar, aparece Mary Poppins (Emily Blunt), quien utilizará sus poderes para mostrarles un mundo colorido lleno de delfines, juguetes, caricaturas e historias inverosímiles.
El reparto cuenta con dos actores de lujo: Meryl Streep en el papel de la excéntrica Topsy Poppins, y Colin Firth en el rol del misterioso William Weatherall Wilkins. Mención especial merece el trabajo de Blunt, quien supo adecuar el personaje caracterizado en 1964 por Andrews.