Por Pedro Antonuccio Sanó
Será este un importante 7 de septiembre para el arte venezolano y el diseño mundial: el Politécnico de Milán le conferirá hoy la «Laurea Magistrale» en Design, su más alta distinción académica, a la guayanesa Marva Griffin Wilshire, fundadora-curadora del reconocido Salone Satellite de Milán, en cuya pasarela expositiva han desfilado más 12 mil jóvenes diseñadores de 50 naciones, desde aquella primera histórica edición acontecida en 1998 en suelo lombardo.
«Es un honor recibir tan alta distinción del Politécnico de Milano y lo hago con el sentimiento de la más alta estima. Me enorgullece y halaga, siendo un incentivo más para continuar con mi carrera y hacer mi trabajo lo mejor posible en la actualidad del diseño», apunta Griffin, quien desde 2001 es miembro del Comité de Arquitectura y Diseño del MoMa Nueva York,, al hacer referencia a su discurso de aceptación durante el acto académico en el Spazio Convegni Carlo De Carli de la universidad.
Al revivir el historial del Politécnico, que ha formado desde 1863 a arquitectos y diseñadores de la talla de Gio Ponti (Villa Planchart), Guglielmo Ulrich e Ignazio Gardella, por citar algunos maestros de la Scuola di Milano, la también Directora de Prensa Internacional del Salone del Mobile Milano no duda en valorar el grado de ascendencia del mismo.
«Ha sido determinante su influjo académico y aporte al mundo del design, siendo oportuno recordar al arquitecto Gio Ponti, no sólo por sus importantes casas en Venezuela que todos hemos visitado, sino por sus grandiosos proyectos de arquitectura, muebles y objetos en Italia y el exterior», precisa esta celebridad oriunda de El Callao, que reside en Milán desde los años setenta.
Con su ojo crítico de nómada creativa, siempre actualizada desde la tribuna acuciosa del diseño emergente, arquitectura y tecnología, la también galardonada con el Premio Compasso d’Oro XXIII alla Carriera 2014 (el Oscar del diseño global), se manifiesta sensible a la simbiosis que se da entre belleza, funcionalidad y elegancia, creando ese objeto de fino acabado artesanal que cautivará al mercado.
«Cada marca es famosa por los productos creados por los diseñadores y estos se hacen célebres una vez que las marcas producen sus diseños. Design is also the oldest industry in the world. Todo ha sido pensado y diseñado por el hombre, por lo tanto, el diseño siempre será trascendental», reflexiona Griffin con ese lenguaje moderno, sostenible y provocador que la caracteriza y que proviene de la colmena donde habita su arte de abeja reina, abrazando los desafíos del arte inédito.
De El Callao a Venecia
«Desde temprana edad en El Callao me interesé por la decoración de las atmósferas interiores en nuestro hogar, donde el mobiliario y un hermoso jardín con flores daban rienda suelta a mi creatividad. Publicaciones como House & Garden, que adquiría en ese entonces con dinero de mi bolsillo, ejercieron enorme influencia para definir, tempranamente mi perfil vocacional», explica.
Ya en Italia, tras aprender el idioma frecuentando la Universidad para Extranjeros de Perugia, regresó a Milán trabajando en Brianza, el Distrito del Mueble más importante del país. «Lo hice como intérprete y asistente en el Área de Comunicación de Piero Ambrogio Busnelli, CEO de C&B Italia, empresa fundada junto a su socio Cesare Cassina. Más tarde, esta firma se convierte en B&B Italia», precisa Griffin.
Durante años se desempeñó como corresponsal desde Italia de las revistas Maison & Jardin, así como de American House & Garden y American Vogue, por citar algunas publicaciones del grupo editorial Condé Nast.
«Mientras trabajaba en este ámbito fui llamada para ocupar responsabilidades organizativas, por nueve años, en la Feria Textil Incontri Venezia, manifestación expositiva en la que promuevo el valor de la novedad que tiene el diseño hecho tejido, decoración, mobiliario y objeto», añade.
Perspicaz y visionaria ante esa experimentación continua que nace en la innovación de un objeto industrial, nutriéndose de la nobleza que proviene de la madera, el mármol, el vidrio y el plástico que revolucionan la vida, la señora «embajadora del design italiano», investida por el gobierno de ese país en 2016, revela durante este diálogo salpicado de prototipos experimentales cómo sucedió esa suerte de momento fundacional de su carrera en la Italia de 1998.
Afrontando retos de prensa en el Salone del Mobile Milano, que intercalaba organizando la exposición del complemento del mobiliario, fue llamada por el entonces Secretario General y CEO de Cosmit, Manlio Armellini, quien le encomienda la tarea de identificar y proyectar un espacio destinado al joven talento del diseño dentro de los espacios del Salone.
«Estaba consciente de lo atrevido de mi propuesta, destinada a permitir que los recién graduados pudieran tener una tribuna para dar a conocer sus prototipos ante los fabricantes y el exigente mundo industrial, así como ante curadores y medios de comunicación», apunta Marva Griffin.
Fue a través de ese olfato cazatalentos -articulando inmensidades creativas que van desde el Mediterráneo y Latinoamérica hasta los mercados emergentes del diseño provenientes de China e India- que cobra vida el Salone Satellite Milano, dando paso en su hoy acreditada alfombra roja a figuras que engalanan el diseño global contemporáneo, como Oki Sato (studio Nendo), Patrick Jouin, Dirk Wynants, Pedro Paulo Franco, Davide Groppi, Lorenzo Damiani, Satyendra Pakhalé, Paolo Ulian y muchos más.
Tuvo como variable máxima, tras ser incorporada a la programación del Salone del Mobile Milano, premiar al talento que reside en el arte versátil y primigenio que abunda en la joven promesa del diseño, dice con la pasión que la identifica.
Griffin es categórica. Asegura que se preocupa más por el presente de un design único que debe ser extraordinario y a la medida del mundo globalizado, teniendo como expresión válida del mismo el destacado trabajo de diseñadores venezolanos de la talla de Grace Souky, Rodolfo Agrella, Anabella Giorgi y Teresa Mulet, que se dieron a conocer en los ámbitos expositivos del Satellite con la resultante que hoy tienen sus propios estudios o trabajan en reconocidas firmas.
«Al premiar el joven diseño, a través de la vitrina del Salone Satellite, se le da vida a formas, objetos y soluciones espaciales para la consecución de un producto que se traduce en arte y calidad de vida para la industria. Alternando el atributo funcional, lo lúdico y el entretenimiento como motor creativo», destaca.
De allí que la Semana del Design y su Salone hayan sido sintetizados por el diseñador Rodolfo Dordoni, como el inicio y el final del año solar. Y, como lo apunta el arquitecto Matteo Thun, durante la misma hay que tener el coraje de arriesgar, osando a hacer cosas nuevas de manera refinada e innovadora.
Eso fue, precisamente, lo que hizo Griffin cuando hace 23 años tuvo el arrojo de atreverse a superar los confines conocidos del diseño para experimentar nuevas posibilidades, mejorando las existentes a través de su mundialmente conocido Salone Satellite.
Trabajo a contrarreloj
Consultada sobre las novedades del supersalone, que inauguró el 5 de septiembre el Presidente de la República, Sergio Mattarella, en el complejo ferial Rho-Milano, Marva Griffin precisa que el público disfrutará de 170 proyectos de 48 escuelas internacionales de diseño; el arte de 50 diseñadores independientes; 20 de las figuras más influyentes del panorama creativo y más de 423 marcas bajo la acertada curaduría del arquitecto Stefano Boeri».
«Ha sido un trabajo a contrarreloj. María Porro, presidenta del Salone y Claudio Feltrin, presidente de Federlegno Arredo, han perfilado, con acierto, un evento que es fruto de la unidad del sector», que tendrá en este supersalone, un programa más inclusivo, sostenible y creativo, promoviendo el Salone del Mobile, Salone Satellite y las bienales Eurocucina y Salone Bagno que regresan en abril 2022 cuando el Salone cumplirá 60 años, subraya.
Poco dada a las llamadas tendencias que marcan el futurismo utópico, confiesa que lo diseñado por Ludovico Magistretti, Richard Sapper y Mario Bellini mantienen su vigencia convirtiéndose en objetos de culto y en antigüedades del diseño contemporáneo. Al igual que lo es un espejo Les Grands Trans-Parents de Man Ray.
Esta laurea académica en el área de Product Service System Design se suma al Premio Ambrogino de Oro conferido en 2017 por el Alcalde de Milán por su trabajo en pro de la ciudad, siendo jurado de galardones y programas de capacitación, como el Master y Diplomado Universitario Ecal en Lausanne, Suiza, y el Premio Joven Diseño Samsung 2011, celebrado en Cernusco sul Naviglio (Lombardía).
Así como lo han plasmado Anna Castelli Ferrieri y Paola Navone, destacadas diseñadoras de la contemporaneidad, el legado de Griffin dejará su impronta en la eterna Design City, una urbe que como lo asienta Alberto Meda, «reserva encuentros fortuitos que transforman, de manera creativa el mundo profesional de sus protagonistas».
Y los sueños son así. Un abstracto que se abre a mitad del cielo creativo del diseño, cuya luz del Politécnico enaltecerá, con mérito propio, a Marva Griffin Wilshire, «Laurea Magistrale» de la academia de arquitectura más influyente de Italia. Una venezolana universal que viaja rumbo a las cinco décadas de presencia trascendental en el diseño.