Netflix estrenó el 29 de abril A tres metros sobre el cielo, la nueva adaptación de la novela italiana que alcanzó la fama por la película española que protagonizó Mario Casas. Diez años después, el actor español se hizo un lugar entre las producciones hispanas que ofrece la plataforma de streaming, dejando atrás la imagen de galán adolescente que marcó sus inicios.
Siendo hoy el nuevo talento de Netflix, Mario Casas lidera, a los 33 años de edad, las producciones Adiós, El fotógrafo de Mauthausen, Hogar y El practicante. «Siempre me he guiado por el instinto. Con 22, 23 y 24 años me ofrecían determinados papeles y yo los leía, los entendía y, si me gustaban, los hacía. Todo cobró forma de este modo, por impulsos», comenta el actor para la revista GQ.
Los nuevos retos de Mario Casas recaen en propuestas más demandantes y riesgosas que, según él, está listo para representar. «Es evidente que la edad te da la oportunidad de interpretar personajes diferentes: cuando empecé, tenía algo menos de 20 años y mi perfil se adaptaba mejor a determinados contextos; ahora tengo 33 y puedo ser, por ejemplo, un padre de familia. Las carreras también se basan en ir cumpliendo años y en que te den oportunidades para hacer algo diferente», asegura.
Y ahora que la plataforma de streaming trae a la memoria uno de los roles más importantes del actor como el interpretado en Tres metros sobre el cielo (2010), él reconoce su voluntad de volver a participar en un próximo cierre de historia. «Siempre afirmo que me encantaría rodar la tercera entrega de Tres metros sobre el cielo para cerrar el círculo y agradecerle al público todo lo bueno que me ha dado», afirma.
Aunque Casas abrace con nostalgia estos primeros roles actorales, es firme al creer que se encuentra en otra etapa de su carrera. Trabajar con directores como Oriol Paulo, Álex de la Iglesia, Alberto Rodríguez y Fernando González Molina lo convirtieron en un actor de proyección internacional, tal y como viene demostrando en sus últimos proyectos.
«Creo que se tiene de mí una imagen diferente de lo que soy en realidad. Cuando los directores me conocen, ven que me esfuerzo todo lo que puedo: estudio mucho mis papeles, estoy abierto a todo tipo de locuras, modulo mi acento o pierdo peso de un modo radical», dice.
Esta responsabilidad antes, durante y después de interpretar un personaje se ve reflejado en la última película del actor Hogar, estrenada en Netflix, donde da vida a un joven empresario con problemas de adicción al alcohol.
«Preparé mi papel con un psiquiatra con el que suelo hablar tanto para personajes, como para mis propias terapias. Es una persona que me ayuda a la hora de crear personalidades y de dar contexto, para llegar a entender a una persona enferma o con problemas, en este caso, con el alcohol», cuenta.
Sobre sus proyecciones a futuro, Mario Casas no esquiva la mirada al extranjero. «He tenido ofertas para irme a trabajar fuera, aunque nunca lo he hecho de un modo definitivo. No lo descarto porque creo que es un proceso enriquecedor, pero el contexto actual nos dice que cada vez es menos necesario viajar al extranjero para participar en una producción internacional», concluye.
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