El Consejo Municipal de los Ángeles declaró la mansión de la cantante Taylor Swift, propiedad ubicada en el suburbio de Beverly Hills, como edificio histórico.
La misma intérprete solicitó que a su casa se le diera el reconocimiento debido a que la propiedad es “rica en historia”.
La propiedad, de más de mil metros cuadrados y de cuatro habitaciones, perteneció al fundador Goldwyn Pictures, Samuel Goldwyn y fue comprada por Taylor Swift en el 2015 por un costo de 25 millones de dólares.
La alcaldesa de Beverly Hills, Lili Bosse, agradeció a la cantante y a su equipo por las remodelaciones del inmueble para que la mansión luzca mejor luego de tantos años.
Con información de El Farandi