Maisie Williams, conocida por su papel como Arya Stark en la famosa serie Game of Thrones, confesó hace algunos días que caracterizar a la menor de las hermanas Snow tuvo sus consecuencias.
Una de las últimas escenas del personaje de Williams causó conmoción: cuando parecía que todo se acabaría decidió tener sexo.
La imagen sorprendió a los fanáticos. Muchos de ellos confesaron que les costó ver a la heroína, de aspecto infantil, teniendo intimidad con Gendry Baratheon.
Tras algunos meses, la actriz se sinceró y confesó que la falta de rasgos femeninos de su personaje afectó cómo veía su cuerpo fuera de pantalla.
El personaje de Arya Stark se caracterizó por ser rebelde. En las primeras temporadas incluso la confundían con un niño y esto no representaba un problema para una pequeña Maisie de apenas 12 años de edad.
Sin embargo, cuando su cuerpo comenzó a desarrollarse, vinieron los problemas en cuanto a su seguridad. Su crecimiento no iba a la par con el de su personaje.
«Alrededor de la temporada dos o tres, mi cuerpo comenzó a madurar y comencé a convertirme en una mujer», reveló Williams en una entrevista con la revista Vogue.
«Pero Arya todavía tendía mucho a disfrazarse como un niño. Tenía el pelo muy corto y constantemente me cubrían de tierra y me tapaban la nariz, por lo que me veía muy varonil. También me ponían una faja en mi pecho para aplanar cualquier crecimiento que se notara. No sé, eso se sintió horrible durante seis meses al año y me sentí un poco avergonzada por un tiempo», expresó.
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