Un lápiz, una hoja en blanco y una niña de seis años. Eso fue lo que necesitó el argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón (1932-2020), mejor conocido como Quino, para descubrir, tras una vida dedicada a las historietas, que al final él no creó a Mafalda, Malfada lo creó a él. O ese es el primer dato que se da a conocer en la exposición interactiva El mundo según Mafalda, recién inaugurada el pasado 21 de abril en el Centro Comercial La Guaira, al lado del estadio Jorge Luis García Carneiro.
El seudónimo de “Quino” lo tuvo el icónico dibujante desde su nacimiento. Su familia lo llamaba así para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, apreciado pintor y diseñador gráfico que lo ayudó a descubrir su vocación. En 1962, cuando tenía 30 años de edad, nació el emblemático personaje que le daría reconocimiento mundial: Mafalda, la pequeña niña perspicaz, contestataria e inconformista, que con su personalidad aún concientiza a niños y adultos sobre problemáticas vigentes.
Mafalda se niega a que le cosan y descosan el porvenir. No le gusta la sopa porque esa es la comida que más se come en tiempos de guerra. Es curiosa, crítica e ingeniosa. Su visión del mundo no es como la de otros niños o adultos. Por eso, en las tiras cómicas la pequeña de cabello negro siempre piensa diferente a sus padres. Su familia es lo primero que ven los visitantes en la exposición El mundo según Mafalda que estará hasta el 21 de mayo en el centro comercial aún construcción donde también hay tiendas cerradas. Mafalda, junto a sus padres, posan sonrientes y con maletas al lado de un letrero que dice “La Guaira”.
Lo siguiente que se exhibe es una réplica real del automóvil Citroen 2CV, ícono de la década de los 60, el auto que tenía su familia. Quino dibujó por primera vez a Mafalda en 1962 como un encargo publicitario de una marca de electrodomésticos llamada Mansfield. Dos años después, se publicó por primera vez como una historieta. Fue el 29 de septiembre 1964 en el semanario Primera Plana de Buenos Aires. Desde entonces y hasta 1973 Mafalda inspiró a generaciones a reflexionar con su forma de entender el mundo. Aunque Quino anunció que dejaría de dibujarla, sus tiras siguen vigentes.
La actualidad y el cariño del público por el personaje queda demostrado en la muestra a la que acuden grupos de más de 30 personas, niños, adultos y hasta adultos de la tercera edad, la mayoría de La Guaira. Muy pocos bajan desde Caracas. Algunos lucen camisetas con dibujos del icónico personaje. Todos se muestran emocionados y satisfechos tras disfrutar del recorrido que tiene una duración de entre 30 y 40 minutos y consta de 13 módulos en 700 metros cuadrados.
Creada por la curadora argentina Savina Villagras en 2008, la exposición es una de las muestras oficiales que Quino autorizó y monitoreó en vida. “Al principio comenzó como una muestra fija en el Museo de los Niños de Barrilete, en Córdoba, Argentina, donde Villagras es curadora. Luego, surgió la idea de internacionalizarla y regalarle ese símbolo que es Mafalda a Latinoamérica. Ha estado en 8 países, en Brasil incluso tuvieron que hacerla en portugués. También estuvo en Perú, Ecuador, Costa Rica, México, Colombia, Argentina y ahora en Venezuela”, comenta Juan Manuel Moreno, director general de Foco Producciones, empresa encargada de traerla al país.
La entrada es gratuita: la gobernación de La Guaira compró la muestra después de que tuviera una exitosa temporada en el Museo de la Cultura de Valencia. De febrero a marzo, 34 mil venezolanos acudieron a la exposición en la capital de Carabobo, detalló Moreno. El público podrá acercarse a La Guaira de martes a jueves desde las 3:00 pm hasta 7:00pm; los viernes desde las 4:00pm hasta las 8:00 pm; sábado y domingo de 3:00pm a 8:00pm.
Mundo enfermo, enloquecido y encremado
Al lado del icónico Citroen 2CV, los visitantes podrán conocer, con la ayuda de los 9 jóvenes guías de sala, cada uno de los personajes que creó Quino en el mundo de Mafalda. Susanita, la pequeña que sueña con ser madre; Manolito, el capitalista que trabaja en el almacén de su papá; Miguelito, el vecinito reflexivo; Felipe, el soñador que odia la escuela; Guille, su hermanito menor; Libertad, la pequeña que se describe como sencilla aunque no lo es y los padres de Mafalda. Cada uno de los personajes se presenta en los 9 tomos tamaño real que se exhiben con tiras cómicas y frases emblemáticas.
La exposición continúa con una muestra de los gustos y disgustos de Mafalda: la primavera, los Beatles, la paz y el triciclo se representan al lado de las cosas que no le gustan: las moscas, la sopa, las guerras y los comentarios de Susanita. Al lado, en un siguiente módulo, están los mundos que imagina. Un grupo de 9 globos terráqueos de diferentes formas ejemplifica qué pensaba del mundo: un globo con todos los continentes borrados y con solo el Océano Pacífico por su nombre; mundo enflaquecido por el hambre mundial, mundo enfermo en una cama y un mundo al revés para que así a los argentinos no se le escapen las ideas.
También está el mundo enloquecido y el mundo encremado: le aplicó la crema de belleza de su mamá para embellecerlo. Se exhibe también el mundo amarillento, porque si el globo terráqueo fuera un hígado tendría hepatitis. El mundo chino, como lo veía si se estiraba los ojos, y el mundo sucio completan el módulo. Al final, se muestra una réplica de un apartamento de la década de los 60 con programas de televisión de la época, muebles y decorados característicos. Esta primera parte de la exposición está en el primer piso del centro comercial, rodeada de locales cerrados, algunos con los logos de las tiendas que próximamente abrirán al público.
Para aprender y creer
El mundo según Mafalda continúa con una parte más interactiva en el segundo piso del centro comercial donde siete habitaciones, una al lado de otra, ofrecen al público diferentes actividades. En el pasillo donde están ubicadas el aire acondicionado no se siente, lo que cambia totalmente al ingresar en cada uno de los locales adaptados para la muestra. El primer cuarto es el taller de recursos, allí los visitantes podrán aprender a dibujar tiras cómicas de Mafalda.
Le sigue el Teatrino, donde deberán descifrar qué frase le corresponde a cada personaje. En el tercero se muestran los derechos de los niños creados por Quino a través de Mafalda para la Unicef. En el centro de la habitación hay dos bloques donde se debe señalar qué objeto le pertenece a cada personaje. La muestra continúa con Mafalda Tv, donde un televisor muestra imágenes animadas del personaje. Al lado está el cuarto de Actualidad, en el que se podrán leer revistas y tiras cómicas de Mafalda; en el taller de los inventos el público podrá dibujar algún ingenioso aparato que se le ocurra porque sí, Mafalda también inventaba aparatos como un tenedor con un lazo para captar las buenas ideas.
El último de los módulos es el de los juegos donde destacan el Ta Te Ti (“la vieja” en Venezuela), el trompo y la perinola. Justo al lado, antes de las escaleras que conducen a la salida, hay una tienda de regalos. El productor Moreno señaló que no forma parte de la muestra, se incorporó a la exhibición en Venezuela. Se pueden comprar chapas, tazas, libretas y cuadros por precios que van desde 1 dólar hasta los 13 dólares.
Una pequeña crítica y vigente
Malfada tardó varios meses en llegar a Venezuela. Desde agosto de 2022 la productora Foco Producciones gestionaba traer la exposición. Lo más difícil, dice Moreno, fue el tema de logística para trasladar la muestra desde México, donde se exhibió anteriormente. Toda la exposición se traslada en un solo contenedor. Al contar cómo se desmonta la muestra, Moreno describe que es como un puzle: todas las piezas, incluido el automóvil, se montan en el camión.
“El tema logístico y aduanal es lo más difícil y burocrático de traerla a Venezuela, obviamente tienes que hacerlo con mucho tiempo de anticipación para evitar que te retrasen, pero vale la pena al final”, señala.
La muestra, en esta oportunidad al igual que cuando se exhibió en Valencia, fue comprada por la gobernación del estado. Preguntado sobre cuánto costaría traer la exposición sin ayuda de un ente estatal, Moreno no supo precisar una cifra. Sin embargo, sí señaló que hay unos gastos importantes que considerar. “Una exposición como esta tiene unos costos importantes en cuanto al sistema de boletería. Es una muestra que la instalan cinco argentinos que viajan y se mueven con ella, luego la tienen que desmontar. El traslado, hospedaje y todo lo que deriva este tema se deben cubrir y en este la gobernación de La Guaira lo está cubriendo”, comenta.
Por eso es que la muestra no puede exponerse solo una semana, tiene que ser mínimo un mes para evitar que el equipo viaje tan seguido. Aunque actualmente existe la intención de llevarla a Caracas y a otros estados del país. Foco Producciones está evaluando la disponibilidad en la agenda. “En este momento no se puede porque ya la exposición tiene compromisos a partir de junio en Argentina. Estamos coordinando para tenerla otra vez en el año, hay varios estados que quieren tenerla, no solo entes públicos sino también empresas privadas. Esta exposición en todos lados cobra una entrada y aquí es gratis”, comenta.
Los precios internacionales que se manejan para la entrada del Mundo según Mafalda están estipulados entre los 7 dólares y los 12 dólares, añade. “No es costosa en realidad. Creo que es masiva, se trata de masificar la figura y el mensaje de Mafalda, por tanto la entrada no puede ser muy cara”.
“Mafalda es un símbolo latinoamericano y mundial que no pasa de moda. El mundo, desde la década de los 60, sigue tan afectado como ella misma lo vio en su momento. Creo que nunca va a perder vigencia el tema de la paz mundial, la guerra, la hambruna, los derechos humanos… Al final, Mafalda trata de concientizar a los niños, adultos y a todos sobre las cosas que no están bien en el mundo”, concluye Moreno.