Emmanuel Macron inauguró este jueves el impresionante embalaje de uno de los monumentos más emblemáticos de París, el Arco del Triunfo, la obra póstuma del artista Christo, fallecido en 2020.
El «paquete» consiste en 25.000 m2 de tela de polipropileno reciclable, que luce con tonos azulados al sol, sujetada al monumento con 3 km de cuerdas de color rojo.
Se trata de la obra póstuma de Christo (1935-2020) y de su pareja Jeanne-Claude (1935-2009), y fue realizada por el sobrino del artista, Vladimir Yavachev.
«Pensamos en Christo y Jeanne-Claude. Se habrían emocionado muchísimo (…) porque esto es la culminación de un sueño de 60 años», dijo el presidente francés en un discurso en la azotea del monumento en presencia de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y del exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
«Era un sueño loco y lo has cumplido, Vladimir, muchas gracias», añadió Macron, que llegó al lugar poco después de las 5:00 pm, hora local, con su esposa Brigitte.
El público podrá visitarlo a partir de este sábado. La gran plaza que rodea el monumento, uno de los puntos cardinales de la ciudad, será cerrada al tráfico los fines de semana hasta el 3 de octubre, cuando será desmantelado el empaquetado.
«Es un formidable regalo para los parisinos, para los franceses y más allá, para todos los amantes del arte», explicó un poco antes la ministra de Cultura, Roselyne Bachelot.
«Christo siempre decía que la parte más difícil era lograr los permisos», recordó Yavachev en la rueda de prensa. Sin embargo, en esta ocasión la autorización llegó de forma inusualmente rápida, desde la concepción del proyecto en 2017, precisó el ejecutor de «Arco del Triunfo, empaquetado».
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, explicó que la experiencia previa de la ciudad con Christo, con el empaquetamiento del venerable Pont Neuf (Puente Nuevo) en 1985, fue decisiva para autorizar esta nueva aventura artística.
El proyecto de Pont Neuf «fue una manera de despertar esta ciudad», explicó Hidalgo.
El Arco del Triunfo, que empezó a ser construido en 1806, bajo Napoleón, recoge en sus fachadas y columnas las victorias del entonces emperador, y bajo las columnas yace la tumba del soldado desconocido, con una llama que es encendida cada noche.
El público podrá acercarse y tocar la obra, y la llama seguirá siendo encendida cada noche, precisó Hidalgo.
El empaquetado costó 14 millones de euros (unos 16 millones de dólares), totalmente sufragados por la venta de dibujos y maquetas de la fundación Christo, aseguró Yavachev.
Christo llegó a principios de los años 1960 a París, huyendo de la dictadura comunista de Bulgaria, su país. En la capital francesa conoció a Jeanne-Claude, y desde su buhardilla podía contemplar cada día el Arco de Triunfo, recordó su sobrino. Inmediatamente empezó a gestar su proyecto, que necesitó casi 60 años para cumplirse.
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