Otmaro Ruiz estaba de gira por China. No podía revisar Internet para verificar si sus amigos le estaban jugando una broma o era en serio que su nombre estaba dentro de la lista de candidatos de la edición 20 del Grammy Latino.
“Fue una muy grata sorpresa”, dice el pianista venezolano sobre su doble nominación al premio que concede la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación: Mejor Álbum de Jazz por Elemental (2018) y Mejor Arreglo por “Red Wall (Va a caer)”, un sencillo que forma parte de esa producción discográfica que hizo con Jimmy Branly en la batería, y Jimmy Haslip en el bajo.
No solo Ruiz. Ninguno de los integrantes del trío se lo esperaba. Cuando se realizó la producción del disco, cuenta el venezolano, pensaba que podía despertar la atención de la Academia, pero por su mente no pasó el Grammy Latino.
Elemental (2018) surgió por recomendación de Branly. Ya habían trabajado ambos con Haslip y querían “documentar”, señala el pianista, el trabajo con el trío. Comenzó como algo sencillo que se pudiera grabar en poco tiempo. Y lo cumplieron. En pocas sesiones grabaron el disco. Las canciones inéditas de Ruiz, compuestas para un cuarteto, se adaptaron para un trío. Lo que tomó más tiempo, asegura, fueron los nuevos arreglos de los temas.
No es la primera vez que el pianista aparece entre los nominados. En la edición estadounidense del galardón en 2016 estuvo postulado al Mejor Arreglo por “Garota de Ipanema”, una canción que interpreta la brasilera Catina DeLuna. “En esa oportunidad lo esperaba menos. Los nominados en esa categoría eran la ‘crema’ de los arreglistas que siempre he admirado. Fue un cuento de hadas estar dentro de ese grupo con un proyecto que se realizó sin aspiración alguna”, recuerda.
Para Ruiz, el arreglista es alguien que se encarga de “vestir” un tema de forma creativa. “Se puede ser tan creativo o más que el mismo compositor de la obra. Muchas piezas se han vuelto famosas por sus arreglos. También se ha abusado del término por parte de personas que usan un método minimalista y casi de ‘talla única’ para todos sus arreglos”, dice.
A su juicio, la mejor manera de percibir el trabajo de un arreglista es cuando se aplica a un tema muy conocido. “En ese caso las decisiones del arreglista contribuyen en mayor o menor grado a elevar el track a otro nivel de originalidad”. Aunque también hay otros casos en los que el músico contribuye solo en introducciones, interludios o instrumentales.
Añade: “En el nombre de la creatividad siempre hay que mantenerse dentro del contexto estilístico y ahí está el reto. No algo complejo, sea rítmica o armónicamente, es lo más adecuado a menudo. Un arreglista, al igual que un buen ejecutante o improvisador, debe saber negociar lo simple y lo complejo”.
Formado en la Escuela de Música Juan José Olivares en Caracas, ha trabajado con artistas como Soledad Bravo, Ilan Chester, Tito Puente, Arturo Sandoval, John Patitucci, Paquito D’Rivera, Gino Vannelli, Frank Morgan, Akira Jimbo, Lee Ritenour, Robben Ford, entre otros.
También dio clases en la Universidad del Sur de California y en la Universidad Shepherd. Ahora está de gira con artistas como Simon Phillips, Akira Jimbo y Lee Ritenour. Su tiempo fuera de los escenarios está destinado a sesiones de grabaciones, a estar con algunos estudiantes y a compartir en familia.
El también compositor no podrá asistir a la ceremonia que se realizará en Las Vegas el 14 de noviembre. Aún continúa de gira, sus melodías van por Europa donde permanecerá unas siete semanas. En representación del trío de jazz, Jimmy Branly asistirá a MGM Grand Arena.
Ruiz no es el único venezolano nominado en la categoría. Rodner Padilla, bajista de C4 Trío y el pianista César Orozco también forman parte de los cinco postulados. La lista la completan el mexicano Juan Pablo Contreras por los arreglos de “Mariachitlán” y el español Pablo Cerián con el grupo Ketama por “Loko de amor”.
Todo un “Imprevisto”
A César Orozco le resulta curiosa su nominación al Grammy Latino. Postuló su disco Stringwise (2019), que realizó a dúo con el cuatrista Jorge Glem. Todas sus expectativas estaban sobre esa producción. Al leer el anuncio de la Academia Latina de Grabación quedó sorprendido: el arreglo que realizó para su canción “Imprevisto”, interpretada por Tony Succar y la Raíces Jazz Orchestra, dirigida por Pablo Gil, entró en competencia por un galardón.
La postulación del arreglo se hizo a última hora. Nada perdía con intentarlo. Por esta nominación asistirá a la ceremonia de este jueves. “Es un honor estar dentro de los cinco. Cualquier cosa que pasé, yo estaré feliz. A Otmaro lo admiro. Es uno de mis pianistas favoritos y de quien tengo mucha influencia. Cuando escuché sus grabaciones, sobre todo una versión de jazz de ‘Diablo suelto’, me marcó muchísimo. Estar en la misma categoría que él es increíble. Rodner, por otro lado, más que un amigo es mi compadre. Ha sido el bajista de todos mis discos y estar nominado con él es una fiesta”, expresa sobre sus colegas venezolanos.
“Imprevisto” es una pieza original de Orozco, hecha para un quinteto de jazz en la década del año 2000. En algún momento, la grabó con la Sinfónica de Carabobo, donde fue violinista por seis años, pero nunca se publicó. Gil le dijo a Orozco que quería incluir la canción en la nueva producción de Raíces Jazz Orchestra. El también pianista se puso manos a la obra: la adaptó en un par de días a big band y se la envió.
“Creo que cambió muchísimo con el arreglo para big band. El arreglista se imagina que es lo que le puede quedar bien en una canción. Es complejo, pero es muy bonito cuando ves el arreglo cristalizado y lo escuchas sonando. Es mágico”, dice.
Orozco es profesor de música full time. En Nueva York da clases de violín, piano, teoría musical, xilófono, entre otros. Luego de los cursos ensaya o graba. “La vida de músico la tengo al salir de la escuela”, afirma. Además, indica que es un trabajo que le proporciona estabilidad.
En su agenda tiene conciertos locales en Nueva York con su trío, que completan dos venezolanos: Pablo Bencid en la batería y Gabriel Vivas en el bajo. El único que tiene afuera de la ciudad es en Baltimore. Para 2020 planea una gira con Jorge Glem por Europa y prepara su próxima producción discográfica, de la que ya muestra algunas cosas en sus presentaciones.
Proyecta que saldrá en el primer trimestre del año entrante. Algunos músicos que participarán en este disco son Glem, Bencid, Francisco Vielma en la percusión, Diego “el Negro” Álvarez, entre otros.
Doble nominación
Cuando el bajista de C4 Trío y de Nacho llega de gira quiere pasar la mayor parte del tiempo posible con su familia. Tenía dos días de haber llegado a Miami. El tour con C4 Trío y el salsero nicaragüense Luis Enrique por Europa había finalizado. Todos estaban en la casa: sus dos hijos y su esposa. Sabían que el 24 de septiembre anunciarían los nominados. No solo fue postulado en la categoría de Mejor Álbum Folklórico por Tiempo al tiempo (2019), sino también por el arreglo que realizó del tema “Sirena”.
Es el segundo track del disco y es el que lleva a C4 a acercarse a la salsa. Está compuesto por Luis Enrique y Fernando Osorio, autor de éxitos como “La negra tiene tumbao” de Celia Cruz. “Sirena” cuenta con la participación de la harmónica del brasileño Gabriel Grossi, quien ha trabajado con grandes de su país como Hamilton de Holanda, Chico Buarque, María Bethânia e Ivan Lin, entre muchos otros.
“A mí me gusta este arreglo. Pasa por varios momentos: tiene una parte brasileña, otra latina y un coro poderoso. Pero el cuatro es la bandera principal del arreglo. El reto fue darle el lugar a cada sonido para que el resultado fuese el de ahora. Más allá de tratar de hacer arreglos ostentosos o de lucirnos como músicos, queremos que las canciones se luzcan”, indica Padilla.
No quiere hacerse ilusiones. “Le dije a mi esposa que no me atormente”, cuenta. “Si llegan los premios, bien. No quiero pensar en eso”, dice. Las expectativas, realmente, están puestas en las presentaciones que tiene en agenda C4 Trío como parte de la celebración del Grammy Latino 2019.
Héctor Molina, Jorge Glem, Edward Ramírez y Rodner Padilla actuarán en la actuación no televisada de la gala que se celebrará este jueves y que transmitirá TNT. También el grupo está entre los artistas que asistirán a una fiesta paralela organizada por Sebastián Krys, llamada “Los Producers”. Este evento se realiza para recaudar fondos y crear conciencia sobre la Fundación Michael J. Fox, dedicada a la investigación del Parkinson. Lasso, Cami, Fito Páez, Morat son otros de los músicos invitados. Incluso, tienen previsto tocar en el after party oficial del evento. “Es la expectativa de compartir nuestra música y poder hacer todo el networking posible”.
Los dos proyectos principales de Rodner son C4 Trío y su trabajo con Nacho. Pero también es músico de sesión en Miami y se aventura con la composición y la producción. “Me he juntado con amigos compositores y hay varias canciones que han salido para otros artistas. Incluso para el mismo Nacho en su disco nuevo. Es una que canta con Luis Fonsi y Wisin. Hace poco también produje un tema de un artista canario que se llama Tuto Durán, que hizo un featuring con Luis Enrique. Esto es abrir el espectro”.
Y agrega: “Mi interés en la música siempre ha sido abarcar el espectro hasta donde creo que puedo interpretar la música bien. Es decir, siempre he tocado de todo y la aventura que he tenido con la música venezolana ha sido muy gratificante. Pero me considero un bajista que puede abordar otros estilos. Eso favorece tu vida y tu carrera, hace que ganarse la vida como músico sea un poco más sencillo.
Si te dedicas a un solo género musical es más complicado, tu trabajo se limita. En mi caso, responde al hecho de que a mí me gusta toda la música. No hago diferencia entre géneros musicales, así como puedo ir y grabar un vallenato, al día siguiente soy capaz de grabar un pop; trato de interpretar el género de la mejor forma posible. Un día estás haciendo jazz, al otro día estás haciendo salsa, y luego estás haciendo música venezolana y la agenda se mantiene ocupada. Así es como lo veo”.
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