Consolidadas como un género por derecho propio en Hollywood, las películas sobre adolescentes en la secundario suelen seguir ciertos patrones establecidos y son vehículos para lucir estrellas en ascenso. Sin embargo, 15 años atrás un título rompió el molde y sorprendió a propios y ajenos: Chicas pesadas debía ser la consagración entre los adolescentes de Lindsay Lohan, pero terminó siendo una película que hechizó a más de una generación, se volvió central en la cultura de memes de Internet y vio a su reparto crecer en la industria mientras su protagonista se hundía en vicios y excesos.
Todo comenzó en 2002 cuando Tina Fey leyó, en los descansos de su trabajo en Saturday Night Live, el libro de de autoayuda para adolescentes Queen Bees & Wannabes, de la pedagoga Rosalind Wiseman, quien comparó el comportamiento de los alumnos en el colegio con conductas de manada de ciertos insectos y animales, como abejas y felinos. A Fey le atrajo la teoría porque le hizo acordar a su propia experiencia en el colegio y pensó que podía ser la base para una ficción.
«Le conté mi idea a Lorne Michaels, quien era mi jefe en Saturday Night Live en ese momento, pensando que él querría algo más serio y realista. Pero él se entusiasmó y aceptó ser el productor ejecutivo aunque me pidió que tengan autos cancheros y ropa canchera… y no me pude resistir», recordó la guionista y comediante.
Una vez que estuvo lista la historia, que atravesó varios filtros para que no sea ni demasiado agresiva ni demasiado sexual, el desafío fue encontrar al elenco perfecto. La trama giraba alrededor de Cady Heron, una alumna recién llegada de África quien debía encajar en un colegio gobernado por «Las plásticas», un trío liderado por la malvada y bella Regina George. Junto con otros dos marginados de su clase, Cady piensa un plan para vengarse pero la estrategia sale mal: ella misma termina volviéndose una tirana, hasta que puede comprender que nada bueno puede surgir de traicionar sus propios sentimientos.
Para el rol de Cady Michaels, Fey y Michaels pensaron en Lindsay Lohan, quien estaba en la cresta de la ola gracias a los films Viernes de Locos y Confesiones de una típica adolescente. Codiciada por varios estudios de cine, con una carrera musical incipiente y decena de miles de niñas y adolescentes que la amaban, era la elección perfecta. Sin embargo, la actriz sentía que iba repetir el mismo papel que venía haciendo hasta entonces, pero no pudo convencer a su representante.
Encontrar a «Las Plásticas» fue más difícil, pero quizá fue allí donde mejor funcionó el casting. Rachel McAdams se quedó con el rol de Regina George, una elección inesperada para una antagonista, y Amanda Seyfried con la inocente pero sensual Karen Smith, a pesar de que no tenía experiencia en la comedia. El resto del elenco unió caras conocidas con virtuales desconocidos. La amiga y socia de Fey Amy Poehlersería la madre de Regina; otro compañero de Saturday Night Live, Tim Meadows, el director del colegio; un debutante Jonathan Bennett dejó su trabajo como vendedor de ropa para ser el galán Aaron Samuels, mientras que los perdedores Janis y Damian quedaron en las manos de Lizzy Caplan y Daniel Franzese.
«Rodamos en Toronto en 2003. Todos nos alojábamos en el mismo hotel, que por una falla hacía sonar la alarma de incendios cada noche. Yo iba y venía a Nueva York para escribir y actuar en Saturday Night Live, lo que era una verdadera locura», recordó Fey, quien se reservó para ella el rol de la profesora Norbury.
Con tantas adolescentes en el set, al parecer fue inevitable que el clima estudiantil también invadiera el rodaje, sobre todo de la mano de Lohan, quien estaba dispuesta a todo para que quede claro que ella era la chica popular. «Yo venía de hacer dos protagónicos en los que interpreté a la joven nueva en el colegio, así que en realidad yo soñaba con ser con Regina George, pero me dieron el papel de Cady y no estaba feliz con eso, realmente no quería ser la heroína», aseguró hace poco la intérprete.
Otros que trabajaron en Mean Girls, sin embargo, tienen otra impresión: Lohan era una estrella establecida, pera cuando McAdams se sumó como antagonista, ella acababa de estrenar Diario de una pasión (The Notebook), lo que la dejó en el centro de la escena, con grandes elogios a su interpretación y anticipando lo que se sabía que sería una gran carrera. Al igual que Cady y Regina, la guerra de celos entre ambas explotó.
Sorprende que Lohan no haya entendido la lección que intenta dejar su personaje en la película: es fácil convertirse en aquello que uno siempre intentó combatir. Pero justo a tiempo, antes de que lleguen los créditos finales, Cady logra redimirse. La actriz protagonista, en cambio, no llegó a hacerlo.
«Lindsay se obsesionaba con cosas como encontrar zapatos rosas de un modelo particular o ponerle cristales Swarovski a la funda del teléfono para entrar en personaje, pero también no dejaba de hablar de ella y del momento en que estaba viviendo. Por ejemplo, nos quiso explicar a Amy y a mí su pelea mediática con Hilary Duff. Ninguna de las dos entendía nada de lo que dijo, pero fingimos que sí», recordó Fey.
Chicas pesadas se estrenó a fines de abril de 2004 sin grandes números de taquilla y con críticas tibias, pero con una recomendación boca a boca que le permitió mantenerse en cartel por más de dos meses, recaudando en todo el mundo 129 millones de dólares, muy por encima de su presupuesto de apenas 17 millones, y volviéndose uno de los DVD más populares de 2005.
Así que todos empezaron a pedir una secuela, aunque Fey era terminante en su negativa, una posición de la que hoy se arrepiente: «En su momento todos lo pedían y yo lo rechazaba de plano, pensaba que los personajes estaban bien donde habían terminado. Ahora creo que quizá lo debía haber pensado mejor pero… ya es muy tarde».
El impacto fue creciendo primero con las repeticiones en los canales de cable y luego con las plataformas de streaming: Chicas Pesadas se volvió una referencia obligada en las redes sociales, gracias a cientos de memes y comentarios sobre su guion que ofrece un gag tras otro. Además de explicar que los miércoles se usan prendas de vestir rosas y que la manteca no es un carbohidrato, hoy los millennials y centennials saben que la mamá de Regina no es una mamá regular, sino una mamá cool y que » fetch» nunca va a suceder, tal como incluso llegó a tuitear la Casa Blanca:
Un vocero de Tumblr, por ejemplo, le contó a The New York Times que los usuarios crearon 10.000 posteos y 477.000 notas vinculadas con el film en 2014, mientras que la cuenta de fans @MeanGirls llegó a tener 600.000 seguidores en Twitter hasta que la reclamaron para sí los Estudios Universal y, al incluir sólo contenido oficial, cayó a 15 mil. Gracias al empuje de la web existe, incluso, el Día de chicas pesadas el 3 de octubre, por una referencia ingenua del film:
La longevidad de Chicas pesadas se puede explicar porque, además de las redes sociales, se instaló como una película icónica de la adolescencia, tal como fue Se busca novio (Sixteen Candles) en los 80 y Ni idea (Clueless) en los 90. Mariah Carey la usó como inspiración para su canción Obsessed, en la que comienza con una referencia a un diálogo de Regina George, y también hay una referencia, por ejemplo, en el videoclip del mega hit Thank U Next de Ariana Grande:
Existe, además, «un universo expandido» de la serie, con una comedia musical en Broadway y dos guiones que aún esperan luz verde para convertirse en una película: una nueva versión enfocada en adolescentes varones y Mean Moms, una suerte de mirada adulta firmado por el guionista Sean Anders.
La película demostró ser un trampolín para las carreras de McAdams y Seyfried, quienes mostraron su versatilidad y talento en los años siguientes con protagónicos y grandes actuaciones como Doctor Strange, Sherlock Holmes o la saga Mamma Mía!
El tiempo, en cambio, fue un poco más cruel para Lohan. Poco quedó de la promesa que era una década atrás. La actriz se volvió en estos años uno de los mejores ejemplos de cómo la fama puede intoxicar: días y noches con abusos de sustancias ilegales, delitos que la llevaron al arresto domiciliario y pésimas decisiones profesionales la dejan hoy como una actriz de producciones que ya no pasan por las salas de cine y con un reality show en MTV en la playa que regentea en una Grecia sumida en una crisis económica.
Sin embargo, para más de una generación siempre será Cady Heron y su hazaña en la secundaria North Shore High School. Como dice su personaje: «Llamar gordo a alguien no te hará más flaco y llamar a alguien estúpido no te hará más inteligente. Arruinar la vida de Regina George definitivamente no me hizo más feliz… todo lo que puedes hacer en la vida es tratar de resolver el problema que tienes delante».
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