Desde temprano, en el vestíbulo del Teatro Teresa Carreño se sentía el ajetreo. Personal de producción y seguridad caminaban de un lado a otro ultimando detalles Todo tenía que salir bien en la décima edición de los Premios Pepsi Music.
En el vestíbulo predominaban los colores negro y dorado, pero había uno que destacaba más: el característico azul de la alfombra de los premios por la que desfilaron –durante más de cuatro horas– ganadores y nominados. Lasso, Servando y Florentino, Guaco, Luis Fernando Borjas, Corina Smith, Lagos, Annaé Torrealba, los colombianos de Piso 21 y el mexicano Álex Tienda fueron algunos de los nombres más destacados que se dejaron ver.
Todos los espacios del Teresa Carreño –que en los últimos meses ha recibido artistas como Kany García, Emmanuel, José Luis Rodríguez «El Puma» y Oscar D’León– estaban abarrotados. El ambiente era de camaradería. Artistas e invitados se abrazaban, felicitaban y posaban para selfies, que más tarde compartían en sus redes sociales.
Esta edición de los Premios Pepsi Music, al igual que la séptima, contó con público en la sala. Desde poco antes de las 5:00 pm comenzaron a llegar los primeros asistentes, quienes tuvieron que esperar casi dos horas para ingresar a la sala Ríos Reyna. En total, 1.000 boletos se pusieron a la venta, entre 40 y 60 dólares.
Aunque la alfombra azul culminó puntual –pasadas las 6:30 pm–, la gala prevista para las 7:00 pm comenzó casi hora y media más tarde. ¿La razón? Se esperaba por la señal de televisión. Poco a poco, el vestíbulo del complejo cultural de Los Caobos se fue despejando. Primero ingresó el público, ubicados en el balcón, y después artistas e invitados, quienes estaban distribuidos en la parte inferior del recinto, con un aforo de 2.367 personas. Todo estaba casi lleno, salvo contados puestos.
Ya en sala, la prisa e incertidumbre no daban tregua. Todos se movían de un lado a otro buscando sus asientos, saludando a algún amigo o aprovechando que el show no iniciaba para salir de la sala. La gala, que se extendió por cuatro horas, inició con Sinfonía desordenada. Al culminar, el público despidió a Horacio Blanco, Elisa Vegas y la Orquesta Sinfónica Ayacucho con una ovación de pie. Uno de los grandes números de la noche.
Tras el primer corte comercial –en el que muchos aprovechaban para acercarse al puesto de otro para conversar, como fue el caso de Lorenzo Mendoza, se paseó entre los invitados para saludar uno a uno–, llegó el turno de presentar la primera categoría: Artista Femenino. La cantante Daniela Barranco fue quien se llevó a casa la esfera. «El año pasado estuve a punto de dejar todo, gracias a Dios no lo hice. Gracias a las personas que se identificaron conmigo», dijo.
La gala de los Premios Pepsi Music transcurrió sin pausa. No se quería perder tiempo, ya el retraso había sido suficiente. Durante los comerciales y mientras la cámara enfocaba a quienes anunciaban a los ganadores, el equipo de producción se movía lo más rápido posible para preparar el escenario para la siguiente presentación: Lasso, quien además se llevó una de las esferas más importantes de la noche, Artista Décima Edición. «Hasta hace poco, estaba casi retirado de la música y veía lejos cosas como recibir un premio frente a ustedes, que es muy lindo. De las cosas que aprendí en este tiempo es que a pesar de que las cosas no iban tan bien siempre estuvieron ahí para acompañarme y lo agradezco mucho».
Así transcurrió toda la ceremonia. Entre presentaciones, poco a poco, se anunciaron los ganadores de las categorías principales de la gala: Artista Refrescante (Reggi “El Auténtico), Artista Revelación (3AM), Disco Décima Edición (Cuatro estaciones, de Lasso), Video Décima Edición (Vaticano, de Jerry Di, Tema Décima Edición («Te encontré» de Servando y Florentino).
El último premio que se entregó en la gala fue el de Artista de la Década. La esfera dorada se la llevaron los hermanos Primera, quienes subieron al escenario por segunda vez entre gritos y algún «Te amo» desde el balcón. «Ser artista de la década sería imposible sin los artistas de la vida que nos han inspirado, como Aldemaro Romero, Adelis Freitez, Alí Primera, Simón Díaz, hasta Mr Brian, uno de los precursores del género urbano en Venezuela», dijo Servando.
Además de Sinfonía Desordenada, las presentaciones más aplaudidas de la noche fueron las de Lasso, Dimensión latina, Jerry Di, Big Soto –que compartió tarima con Neutro Shorty, como invitado sorpresa–, Piso 21 y Servando y Florentino, los encargados despedir la gala.
La presentación de los hermanos Primera inició similar a la de sus recientes shows, parte de su gira Servando y Florentino en tu ciudad. Los intérpretes de «Una fan enamorada» bajaron al escenario desde una plataforma suspendida desde el techo para interpretar un popurrí de sus temas más conocidos.
En total, fueron diez presentaciones, solo una más de las que anunciaron los organizadores en principio. No hubo mayores sorpresas, más allá de la participación de Corina Smith y la de Lagos y Neutro Shorty, que acompañaron a Lasso y Big Soto, respectivamente, en escena. El sonido en sala no fue lo suficientemente bueno y se notó mucho más en las presentaciones de Dimensión Latina y Annaé Torrealba, Reinaldo Armas, Luis Silva y Rummy Olivo. Tampoco lo fue en la señal televisiva. En redes, varios espectadores se quejaron de las fallas de audio y el retraso de la transmisión en el canal de YouTube de Pepsi Venezuela así como en Twitter.
Durante la presentación del segmento tradicional las voces de Annaé Torrealba y Reinaldo Armas se perdían entre el sonido que saturaba la sala y en la participación de Dimensión Latina los micrófonos fallaron cuando estaban por interpretar la última canción, «Llorarás». El público comenzó a cantar mientras se sustituía el micrófono.
Pese al retraso, la duración de la ceremonia y notables fallas técnicas y de producción, los Premios Pepsi Music celebraron una década instaurados como los galardones musicales más importantes del país. El futuro impone revisiones de forma y fondo para lograr unos galardones que vayan más allá de lo mainstream y una ceremonia más cuidada.