El número récord de nominaciones a un Oscar de actores de origen asiático, entre ellos la malasia Michelle Yeoh, y el liderazgo en candidaturas (11) para la cinta asiático-estadounidense Todo a la vez en todas partes (Everything Everywhere All at Once), hacen que se hable de esta edición como la más asiática de la historia, aunque siempre bajo el prisma de Hollywood.
Ha tenido que pasar casi un siglo para que una segunda intérprete asiática sea nominada al premio a Mejor Protagonista: Yeoh podría convertirse en la primera en llevarse la preciada estatuilla a casa el 12 de marzo, después de que Merle Oberon, de origen indio, se quedara a las puertas en 1935 por su rol en El ángel de las tinieblas (The Dark Angel).
Junto a Yeoh, de 60 años de edad, que ha sido muy directa acerca de la discriminación que ha sufrido peleando por papeles en Hollywood -«No debería ser sobre mi raza, pero ha sido una batalla», declaró a la revista Time, que la eligió «icono» del año-, aspiran al galardón sus compañeros de reparto Ke Huy Quan y Stephanie Hsue.
Ke Huy Quan, vietnamita estadounidense, no ha pasado menos vicisitudes que Yeoh en su carrera: el favorito al Oscar a mejor actor de reparto, que saltó a la gran pantalla con películas de Indiana Jones y en Los Goonies (The Goonies, 1985), se alejó una temporada del séptimo arte, y ha comentado cómo pensaba que no volvería a surgir otra oportunidad.
A sus 32 años de edad, Stephanie Hsue, hija de Quan y Yeoh en el filme, y descendiente en la vida real de una familia inmigrante china en Estados Unidos, se disputa el premio a Mejor Actriz de Reparto con, entre otras, Hong Chau, estadounidense de origen vietnamita, por su aclamada interpretación en La ballena (The Whale).
Al éxito de Todo a la vez en todas partes, la cinta de “Los Daniels”, Daniel Kwan y Daniel Scheinert, que retrata la transformación de una mujer (Yeoh) de una familia inmigrante china en Estados Unidos en una heroína que debe salvar el mundo, con un reparto predominantemente de origen asiático, se suman otras candidaturas con nexos con Asia.
El nobel de literatura japonés-británico Kazuo Ishiguro se disputa el premio a mejor guion adaptado por Living; Naatu Naatu, del filme indio RRR aspira a mejor canción original; y la directora de origen chino Domee Shi podría hacerse con el galardón de mejor película animada por Red (Turning Red).
Años de evolución y el precedentes de Parasite
Se trata de una representación asiática muy significativa, que sucede a unos años en los que se ha percibido más diversidad en la meca del cine, tras el Oscar a Mejor Película de la surcoreana Parásitos (Parasite) en 2020 y el premio a Mejor Película Internacional para la japonesa Drive My Car en la pasada edición.
Hay, además, una evolución reseñable en el tipo de roles y temáticas asignados a asiáticos en Hollywood, antes casi limitados a cintas bélicas, y después de la controversia por decisiones como elegir a Scarlett Johansson para dar vida a un personaje japonés en la cinta inspirada en el manga de culto Ghost in the Shell: El alma de la máquina (Ghost in the Shell, 2017).
Pero desde la industria cinematográfica de Asia se cuestiona el factor asiático real de estos Oscar, sobre todo porque Todo a la vez en todas partes no deja de ser una producción estadounidense pensada para el público estadounidense, con Yeoh como la única actriz nacida en Asia y con una carrera forjada en ese continente.
Había esperanza, igualmente, en que hubiese una cinta asiática nominada a mejor película internacional, con la mirada puesta entre otras en Decision to Leave, del surcoreano Park Chan-wook, condecorado como mejor director por dicho filme en la última edición de Cannes.
La influencia de Netflix
Raymond Phathanavirangoon, productor de cine tailandés y director del Laboratorio para Películas de Ficción del Sudeste Asiático (SEAFIC), dice a EFE que, más que una moda en sí, la inclusión de más cintas y actores con vinculaciones con Asia deriva en parte de la universalización de plataformas como Netflix.
«La única tendencia actual es que la gente está menos asustada de los subtítulos debido a Netflix y al éxito (de series como la surcoreana) El juego del calamar (The Squid Game), que ha llevado a películas como Parásitos (del también surcoreano Bong Joon-ho) a ser más accesibles para una audiencia mayor», afirma.
Desde Asia, todavía se percibe que el éxito en Hollywood de películas como Parásitos, cuya idiosincrasia es fundamentalmente surcoreana y su trama transcurre en Corea del Sur -al contrario que Todo a la vez en todas partes, que se desarrolla en EE UU-, es la excepción y no la regla.
Pese a todo, los galardones ya recibidos, y los que pueden estar por venir, destinados a Todo a la vez en todas partes, han sido vistos como una oportunidad para reivindicar más espacio y aceptación para la comunidad asiática en Hollywood.
«(Los premios) Demuestran que podemos contar nuestras historias en nuestros términos y defender algo tan simple e importante como nuestros nombres reales», declaró Michelle Yeoh, quien adaptó el suyo verdadero, Yeoh Choo-Kheng, para abrirse camino en Hollywood.