ENTRETENIMIENTO

Los matices desaparecen en una lucha entre el bien y el mal

por Avatar EL NACIONAL WEB

Un atentado en una tienda es el detonante de los eventos de la nueva historia de Taylor Sheridan. Tres terroristas islámicos entran a un local cargados de explosivos y detonan las acciones implacables del gobierno estadounidense en contra de los carteles.

El tráfico de drogas en la frontera entre México y Estados Unidos pasa a un segundo plano en Sicario: El día del soldado, que llega hoy a las salas venezolanas. En esta entrega los problemas del terrorismo y el tráfico de personas adquieren protagonismo, aunque los carteles siguen siendo una figura principal en la historia.

Matt Graver (Josh Brolin) vuelve a ser el elegido para resolver este problema y como antes recurre a Alejandro (Benicio Del Toro), esta vez para crear una guerra de carteles con la intención de que este conflicto merme la fuerza de los implicados en el transporte ilegal de extranjeros a través del Río Grande.

El director Stefano Sollima, a diferencia de lo planteado en Sicario, que fue estrenada en 2015 a cargo de Denis Villeneuve, se centra mucho más en la acción en el campo, desdeñando el conflicto principal de la primera entrega: el dilema de la joven policía Kate Macer (Emily Blunt), que dejaba al aire la pregunta de dónde se ubica la línea entre lo correcto y lo incorrecto cuando se sirve a un bien mayor.

Sicario: El día del soldado tiene personajes más cerrados, todos con un propósito muy claro y sirven a este hasta el final, en una lucha a muerte del bien contra el mal. En este sentido, se asemeja a los clásicos western en los que después de escoger el lado para el que se jugará no hay cambios ni dudas, simplemente una avasallante voluntad de cumplir los objetivos.

La película del director romano cuestiona con agudeza la hipocresía del gobierno estadounidense, que puede descartar a sus fichas cuando los contextos del conflicto cambian. Pero también los problemas de la policía mexicana, en la que no solo se ve a un funcionario corrupto, sino decenas de ellos que están bajo el ala de los carteles.

Las opiniones de la crítica se encuentran divididas entre aquellos que la consideran una secuela maestra y quienes la ven como un despropósito. “Es el Rambo Parte 2 de nuestra generación, una secuela medio alocada que transforma una parábola política traumatizada en una fantasía de dioses asesinos totalmente estadounidense”, escribió Darren Franich deEntertaiment Weekly. Mientras que Kit Bowen de We Live Entertainment dijo: “Es más que una digna segunda parte y te mantiene hipnotizado de principio a fin”.

El indiscutible protagonista de Sicario: El día del soldado es Benicio Del Toro, quien ya no se encuentra tan interesado en la venganza y parece decantarse por lo correcto en lugar de lo visceral. El actor aseguró en una entrevista con El País de España que nunca tuvo padrinos. “Quizá soy un autor frustrado, un director frustrado, un montador frustrado. Quizá hago cosas que le corresponderían a otros, pero llega un momento en que conozco mejor el personaje que quien lo creó. Y me siento responsable”, afirma.

En cuanto a las películas que muestran los problemas latinos, el actor puertorriqueño asegura entre risas que “Pablo Escobar es el Hamlet de los actores hispanos” y comenta que desde su participación en Traffic (2001) ha interpretado muchos personajes del mundo del narcotráfico.

Sicario: El día del soldado

Dirección: Stefano Sollima

Duración: 2 horas, 2 minutos

Circuitos Cinex y Cines Unidos