ENTRETENIMIENTO

Los libros emprenden un viaje que termina en Venezuela

por Avatar Crysly Egaña

No es de extrañar que Alejandro Vásquez sea quien esté impulsando una plataforma colaborativa en formato peer to peer para distribuir libros en Venezuela. Su vida, en cierta medida, ha estado marcada por ellos.

Si tuviera que buscar un responsable sobre su pasatiempo favorito señalaría a su padre. Aún recuerda esa librería Tecni-Ciencias del Centro Sambil, donde su papá le compró los dos primeros tomos de Harry Potter. “Yo no tenía interés. De igual forma, me los compró”.

A partir de ese momento, no hubo vuelta atrás. Ese conjunto de hojas cosidas o pegadas, dependiendo de la presentación, se convirtieron para él en un objeto imprescindible para ampliar su percepción del mundo.

Esa sede de Tecni-Ciencias en Chacao, que formaba parte de una gran cadena de librerías, hoy no existe, al igual que el país que Vásquez dejó hace 10 años. Los libros ni entran ni salen de Venezuela. Las grandes editoriales se han marchado del país y las importaciones y la producción han mermado por la crisis económica.

Pese a estar en Australia, un país con 14 horas de diferencia horaria y en un continente totalmente diferente, la crisis editorial tocó su puerta. Una conversación telefónica con su padre sobre el libro El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl dio comienzo a lo que hoy presenta como Macondo Club.

El plan era sencillo: compraba el libro por Amazon y buscaba a un amigo, un familiar o una persona que viajara a Venezuela para entregárselo a su papá. Entonces, tomando en consideración el panorama del sector editorial en el país, tenía la seguridad de que su inquietud la tenían otros migrantes. Así nació una plataforma que enlaza a personas que viajan al país y a venezolanos interesados en obtener un título inexistente en su región.

Alejandro Vásquez, venezolano radicado en Australia, es el creador de Macondo Club

La apuesta es por el libro en físico. No solo porque la experiencia es distinta, sino también porque la barrera tecnológica dentro del territorio venezolano dificulta el acceso al formato electrónico, además de la inestabilidad del servicio eléctrico, que forma parte de la ecuación.

A 48 horas del lanzamiento oficial, un voluntario que se encuentra en Madrid se ofreció para realizar el primer envío a Venezuela: viajará a Estados Unidos a reunirse con su familia y de ahí el libro vendrá a Caracas para ser entregado en el país. “Lo que he visto hasta ahora con el proyecto es una disposición de ayudar inmensa y, en su mayoría, son venezolanos en Latinoamérica”, explicó.

Macondo Club también pretende combatir lo que Vásquez define como “crisis intelectual”. El fundador, graduado en Estudios Liberales con especialización en Política e Historia, considera que la constante exposición de las personas a la propaganda, así como la censura en los medios de comunicación, inciden en cómo piensa la gente y puede afectar la capacidad de ser objetivo y creativo.

“Los libros son un portal que no solamente educan, sino que inspiran y empoderan a las personas. Creemos firmemente en la capacidad de difundir rápidamente las buenas ideas, que muchas de ellas están contenidas y exploradas en detalle en los libros”, aseguró Vásquez.

La proyección a futuro está centrada en la interacción de los usuarios. La concepción de “club” pretende transmitir la existencia de una comunidad, que tiene un valor real que se genera al compartir. Cuando la plataforma tenga la funcionalidad, se espera que, así como recibieron el libro, puedan compartir sus impresiones y el texto con otras personas interesadas