Los Latin Grammy celebraron la profunda e imborrable huella que Paco de Lucía ha dejado en la música universal en una gala que se convocó en su tierra natal, Cádiz (sur de España), a muchos de los que fueron sus compañeros, desde Eliades Ochoa, a Oscar D’León o Rubem Danta, para dar vida a su legado.
Diez años después de su muerte, el Gran Teatro Falla de Cádiz ha sido el escenario de Latin GRAMMY® Celebra: Paco de Lucía, un evento con el que la Academia Latina de la Grabación quiso rendir homenaje al guitarrista de Algeciras, en la tierra de la que partió para convertirse en «una leyenda del flamenco y de la música universal», un «grande entre los grandes» y un «maestro» para músicos de todo el mundo.
Su «Entre dos aguas«, interpretado por el legendario bajista mexicano Abraham Laboriel (que ha acompañado también a celebridades como Michael Jackson, Ray Charles o Madonna) y por las guitarras de Niño Josele, de su sobrino José María Bandera y de Juan Manuel Cañizares y de la percusión del brasileño Rubem Dantas, miembro de su mítico sexteto y el músico con el que Paco de Lucía incorporó el cajón al flamenco, ha arrancado un recorrido por el legado del algecireño de la mano de muchos de los que fueron sus compañeros.
Entre los muchos momentos especiales que pusieron al público en pie en esta gala, que contó con Miguel Poveda como anfitrión, sobresalió el que convocó en el escenario a seis cajones: Rubem Dantas, Diego Carrasco, Antonio Carmona, Israel Suárez «Piraña» y Tino Di Geraldo, para celebrar uno de las grandes innovaciones que el flamenco debe a Paco de Lucía.
En uno de los videos que se proyectaron, él mismo contó como descubrió este instrumento en una fiesta organizada por el embajador español en Perú, y como enseguida se le ocurrió que casaba con el flamenco. «En seis meses ya estaba en todas las casas de los flamencos», contó «orgulloso» el guitarrista.
De la «búsqueda de la excelencia» de este «incansable vanguardista» que se atrevió sin complejos a fusionar la guitarra flamenca con otras músicas, como lo describió Miguel Poveda, dieron cuenta temas como «Monasterio de Sal», inspirado en Colombia.
La gala reunió en el escenario a la guitarrista clásica paraguaya Berta Rojas, y a las cantantes españolas India Martínez y María Toledo, con una capa en la que llevaba estampado un retrato de Paco de Lucía, para interpretar «Te he de querer mientras viva», una de las coplas que el guitarrista reinterpretó en Canción andaluza, su álbum póstumo.
Fue una canción que dedicó a su mujer, Gabriela Canseco, que asistió a la gala, junto a su hija, Casilda Sánchez, y otros familiares de Paco de Lucia, el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal y los alcaldes de Cádiz y Algeciras, Bruno García y José Ignacio Landaluce.
No subió al escenario, como había sido anunciado, su hermano Pepe de Lucía, que sí estuvo presente a través de otro video en el que contó los inicios en la música de estos dos hermanos y su primer viaje a Estados Unidos.
Diego Amador, Ané Carrasco, Tino Di Geraldo, José Carlos Gómez, Conchi Heredia, José Heredia «El Gato», David de Jacoba o Juan Parrilla fueron otros de los muchos músicos que participaron en esta celebración de la música, la vida y el legado de Paco de Lucía.
De lo lejos que ha llegado su huella también han dejado constancia, en videos, Juanes («era un dios», dijo), Slash, guitarrista de Guns and Roses, Sergio Vallín, de Maná, Bryan Adams y C. Tangana, que de él quiere aprender a «dejar que la creatividad te lleve lo más lejos posible» y sin complejos.
María José Llergo y Rosario La Tremendita pusieron el broche a esta celebración con «Solo quiero caminar», abriendo paso a la influencia que Paco de Lucía también ejerce en las nuevas generaciones.
Cofinanciada por el Programa Feder Andalucía 2021-2027 y la Junta de Andalucía, y patrocinado por el Ayuntamiento de Cádiz y una marca de jamón ibérico, la gala sirvió para recaudar fondos que irán destinados a La Fundación Cultural Latin GRAMMY® y a la Beca Paco de Lucía.