La disputa judicial entre Justin Baldoni y Blake Lively suma nuevos capítulos semana a semana. En el último, en el que se ve involucrada nada menos que Taylor Swift, es una demanda por difamación y extorsión que presentó el actor y director por 400 millones de dólares en contra de la actriz y su esposo, Ryan Reynolds.
El protagonista y realizador de Romper el círculo acusa a su excoprotagonista de utilizar su estrecha relación con la popular cantante para intentar ejercer un mayor control creativo sobre la película en la que trabajaron juntos. Y también que el marido de Lively jugó un papel preponderante en ese plan.
En esta nueva demanda, que fue dada a conocer por TMZ este jueves, Baldoni relata que fue invitado al penthouse de Lively en la ciudad de Nueva York. Allí, estaban presentes Reynolds y “una amiga megafamosa y muy cercana” de la pareja, nada menos que Taylor Swift. Las dos poderosas celebridades aprovecharon la ocasión para halagar la manera en la que la actriz había reformado el guion con sus reescrituras.
Según su relato, luego de la reunión, Baldoni le envió un mensaje de texto a Lively refiriéndose a una escena crucial del filme, que transcurre en una azotea y que fue una de las que la actriz “reescribió”. “Me encanta lo que hiciste. Realmente ayuda mucho”, escribió él. Y agregó, refiriéndose a dos de las personas que se encontraban presentes en ese encuentro: “Lo hace mucho más divertido e interesante. (Y me habría sentido así sin Ryan o Taylor)”.
Por lo que se desprende del relato de Baldoni en esta nueva presentación, hasta ese momento la relación entre ellos era cordial. De hecho, la respuesta de la actriz fue amena: le agradeció el comentario y le aseguró que quería que el “gane” como director y como actor, y le aseguró que estaban en el mismo barco.
“Son vergonzosamente efusivos”, añadió según los supuestos mensajes de texto, en los que se llama a sí misma como la “hija de puta más afortunada del planeta” por tenerlos como sus “socios de mayor confianza”.
“Creo que querían que tu y yo viéramos cómo se sentían acerca de (las reescrituras) porque han estado a mi lado en demasiadas experiencias en las que me han pasado por alto”, explica la actriz en sus mensajes.
La actriz se refiere, además, a su esposo y a su amiga como “titanes absolutos” a la hora de escribir y narrar historias, y agrega: “Si alguna vez viste Game of Thrones, te darás cuenta que yo soy Khaleesi, y como ella tengo algunos dragones. Para bien o para mal, pero generalmente para bien. Porque mis dragones también me protegen en mis batallas. Así que todos podemos beneficiarnos de estos hermosos monstruos míos. Tu también lo harás, te lo prometo”.
Blake Lively junto a su amiga Taylor Swift en el Super Bowl
La interpretación que ahora el equipo de abogados le da a este intercambio de mensajes es inequívoca. Según ellos, el realizador “se sintió obligado a enviarle un mensaje de texto a Lively para decirle que le habían gustado sus páginas y que no había necesitado que Reynolds y su archifamosa amiga lo presionaran” para aceptar los cambios de guion realizados por la ex Gossip Girl.
“El mensaje no podía ser más claro. Baldoni no solo estaba tratando con Lively. También se enfrentaba a sus ‘dragones’, dos de las celebridades más influyentes y ricas del mundo, que no tenían miedo alguno de hacerle las cosas muy difíciles”, indican los letrados en su escrito.
La demanda alega que, además de reescribir el guion, Lively también “comenzó a insertarse en el proceso de producción de formas intrusivas mucho más allá del alcance de su derecho contractual”. Y ejemplifica: “Por ejemplo, empezó a insistir en el control creativo sobre el vestuario de su personaje”.
“Si bien a veces a los actores principales se les concede la aprobación sobre el aspecto general de sus personajes, por lo general no reciben un control total sobre ellos”, explican los asesores legales en el escrito.
La demanda también hace referencia a las acusaciones que la actriz realizó en la denuncia inicial y la demanda posterior contra el actor por acoso y angustia emocional. Allí, Lively asegura que su colega la incomodó en varias ocasiones con comentarios sexuales y hablando sobre su antigua adicción a la pornografía.
Sobre este último punto, los abogados aseguran que la conversación se produjo mientras estaban desarrollando una escena y la actriz reveló que nunca en su vida había visto pornografía, lo que habría llevado a Baldoni a hablar sobre sus antiguos problemas.
En esta nueva demanda, el actor niega la acusación de Lively, que asegura que contrató a un agente de crisis para desacreditar su reputación. Baldoni también niega haber sorprendido a la actriz mientras extraía leche materna o amamantaba a su bebé recién nacido, como ella alega en su denuncia. Los abogados indicaron que, por el contrario, ella se sentía “tan cómoda y en confianza” con su compañero que “amamantaba libremente frente a él durante las reuniones”.
En su demanda, el realizador también critica a Reynolds por ser agresivo con él en una reunión de la que participó todo el equipo, que se desarrolló mientras crecían las tensiones. “Reynolds exigió que Baldoni se disculpara con Lively por acciones que nunca habían sucedido o que habían sido tergiversadas de manera flagrante”, alegan los abogados. “Baldoni se resistió a disculparse por cosas que no había hecho, lo que enfureció aún más a Reynolds”, continúa el escrito.
Los abogados afirman que un productor y un representante de Sony que estaban presentes en la reunión se marcharon “en shock” por lo ocurrido. “El productor dijo que, en sus 40 años de carrera, nunca había visto a nadie hablarle así a otra persona en una reunión de trabajo”, afirma la denuncia. Y agrega: “La representante de Sony dijo después que le costó sacarse de la cabeza lo ocurrido en la reunión y que se arrepentía de no haber intervenido para detener la diatriba de Reynolds contra Baldoni”.
En esta nueva querella, presentada en un tribunal de Nueva York contra Lively, se acusa además a la actriz de haber tomado medidas para hacerse con el control de Romper el círculo. En un comunicado, el abogado de Baldoni, Bryan Freeman, acusa a Blake y a su equipo de realizar un “intento engañoso de destruir a Justin Baldoni (…) mediante la difusión de información burdamente editada, sin fundamento y manipulada”.
A finales de diciembre, la actriz presentó una demanda contra el protagonista y el productor del filme, Jamey Heath, por acoso sexual y difamación. En su demanda presentada en California, Lively sostiene que ambos se comportaron de forma inaceptable durante el rodaje de la película.
La actriz denunció que Baldoni habló de forma inapropiada sobre su vida sexual e intentó modificar la cinta para incluir escenas de sexo que no estaban en el guion ni habían sido acordadas con anterioridad. También acusaba a Heath de verla parcialmente desnuda durante una sesión de maquillaje, a pesar de que ella supuestamente le pidió que se fuera.
Según la actriz, además, hubo una supuesta campaña publicitaria para destruir su reputación y desviar la atención sobre los comentarios que hizo sobre el supuesto comportamiento de ambos hombres que contrataron a un equipo de publicidad que amplificó o publicó historias negativas sobre ella en las redes sociales.
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