La Iglesia Católica experimentó cambios profundos a principios de esta década. La renuncia de Benedicto XVI en 2013, luego de solo ocho años de pontificado, sorprendió al mundo entero. La dimisión se presentó en medio de una cuestionada gestión, opacada por el destape de una serie de casos de abusos que habría «ocultado». También del conocido «Vatileaks» que expuso una lucha de poder dentro de la Iglesia.
Benedicto XVI fue el primer Papa en renunciar en casi 600 años. Su explicación se centró en el deterioro en sus capacidades físicas y mentales. Detrás de esa situación hubo razones profundas.
Así lo expone la película de Netflix Los dos Papas. Está protagonizada por Anthony Hopkins y Jonathan Pryce, y está dirigida por Fernando Meirelles.
La cinta presenta un interesante recorrido desde la elección de Benedicto XVI en abril de 2005, hasta la llegada del papa Francisco a una Iglesia resquebrajada que necesitaba realizar cambios.
Entre cómicos y reflexivos diálogos entre el entonces Papa y el cardenal argentino Jorge Bergoglio, el filme muestra los encuentros clave que existieron entre ambos religiosos exponiendo sus interpretaciones de la Biblia y la mirada de Dios ante el mundo.
La majestuosa actuación de Pryce permite conocer parte de la vida de Bergoglio entre sus dudas al entrar al sacerdocio y su polémica labor durante la dictadura argentina (1976-1983). Incluso su ideal de pontificado libre de lujos y apostando por la sencillez.
El papa Francisco no aspiraba a llegar tan alto y Benedicto XVI nunca tuvo entre sus opciones sucederlo hasta que reconoció en él lo que la Iglesia Católica realmente necesitaba para responder a sus feligreses.
Los diálogos, momentos, la precisión de las cámaras, hacen que Los dos Papas sea uno de los filmes más destacados de este 2019. Llega justamente con ocasión de la temporada de premios en la que seguramente elevará más de un galardón.